ZAMORANA
Zamora sale a la calle el 18 de noviembre
Hay que salir a la calle para que el gobierno de turno se vea reflejado en manifestaciones de gente que no está dispuesta a seguir cruzada de brazos ante situaciones insostenibles. El día 18 de noviembre, los zamoranos deben tomar calles y plazas para demostrar que existen, que ya están hartos de bajar la cabeza, que ciudad y provincia tienen los mismos derechos que las demás y no van a conformarse con seguir siendo la cenicienta de Castilla y León.
En este caso, el motivo es lograr la fiscalidad diferenciada y que se incluya a nuestra provincia en las ayudas del gobierno para el funcionamiento de las empresas con rebajas en las cotizaciones a la Seguridad Social, aludiendo a que también la provincia de Zamora tal y como han aprobado para Soria, Cuenca y Teruel, tiene una escasa densidad de población, y que es muy probablemente la provincia más envejecida de Europa y la que más habitantes ha perdido porcentualmente en España en los últimos años.
Las autoridades estarán ahí, apoyando, con el presidente de la Diputación al frente dando la cara por los zamoranos como hace siempre; así que no hay excusa para quedarse al abrigo del brasero. Hay mucho en juego y cuando ni el gobierno de la nación, ni el de la comunidad autónoma hacen nada por esta provincia abandonada y silente, debemos demostrar que existimos, y que se llenarán calles y plazas defendiendo los derechos que nos asisten.
Confío en que esas medidas de presión, que nunca son deseables, y a las que únicamente se debe acudir en caso de omisión absoluta, como es el caso, tenga repercusión en los poderes públicos para que reflexionen sobre una provincia avejentada, con una galopante pérdida de población, con pueblos vacíos y jóvenes que se van fuera en busca de un futuro; y lo más grave es que con tales ausencias se va perdiendo también la historia de esta provincia, tradiciones, costumbres, modo de vida…
La única forma de revertir esta debacle es que se asienten empresas en suelo zamorano, atraer población, ofrecer puestos de trabajo y garantizar la permanencia de comercios y pequeños negocios.
El viernes, día 18, los zamoranos hablarán con su presencia de todas estas cuestiones y espero que griten muy fuerte para que el eco de sus quejas llegue hasta Madrid y Valladolid, las dos sedes gubernamentales que tienen en su mano la ayuda a esta tierra. Al presidente del gobierno le toca ahora rectificar e incluir a Zamora junto con Soria, Cuenca y Teruel, ya que todas merecen esa fiscalidad diferenciada que, hasta ahora, se ha otorgado de manera tan fragmentada.
Mª Soledad Martin Turiño
Hay que salir a la calle para que el gobierno de turno se vea reflejado en manifestaciones de gente que no está dispuesta a seguir cruzada de brazos ante situaciones insostenibles. El día 18 de noviembre, los zamoranos deben tomar calles y plazas para demostrar que existen, que ya están hartos de bajar la cabeza, que ciudad y provincia tienen los mismos derechos que las demás y no van a conformarse con seguir siendo la cenicienta de Castilla y León.
En este caso, el motivo es lograr la fiscalidad diferenciada y que se incluya a nuestra provincia en las ayudas del gobierno para el funcionamiento de las empresas con rebajas en las cotizaciones a la Seguridad Social, aludiendo a que también la provincia de Zamora tal y como han aprobado para Soria, Cuenca y Teruel, tiene una escasa densidad de población, y que es muy probablemente la provincia más envejecida de Europa y la que más habitantes ha perdido porcentualmente en España en los últimos años.
Las autoridades estarán ahí, apoyando, con el presidente de la Diputación al frente dando la cara por los zamoranos como hace siempre; así que no hay excusa para quedarse al abrigo del brasero. Hay mucho en juego y cuando ni el gobierno de la nación, ni el de la comunidad autónoma hacen nada por esta provincia abandonada y silente, debemos demostrar que existimos, y que se llenarán calles y plazas defendiendo los derechos que nos asisten.
Confío en que esas medidas de presión, que nunca son deseables, y a las que únicamente se debe acudir en caso de omisión absoluta, como es el caso, tenga repercusión en los poderes públicos para que reflexionen sobre una provincia avejentada, con una galopante pérdida de población, con pueblos vacíos y jóvenes que se van fuera en busca de un futuro; y lo más grave es que con tales ausencias se va perdiendo también la historia de esta provincia, tradiciones, costumbres, modo de vida…
La única forma de revertir esta debacle es que se asienten empresas en suelo zamorano, atraer población, ofrecer puestos de trabajo y garantizar la permanencia de comercios y pequeños negocios.
El viernes, día 18, los zamoranos hablarán con su presencia de todas estas cuestiones y espero que griten muy fuerte para que el eco de sus quejas llegue hasta Madrid y Valladolid, las dos sedes gubernamentales que tienen en su mano la ayuda a esta tierra. Al presidente del gobierno le toca ahora rectificar e incluir a Zamora junto con Soria, Cuenca y Teruel, ya que todas merecen esa fiscalidad diferenciada que, hasta ahora, se ha otorgado de manera tan fragmentada.
Mª Soledad Martin Turiño



















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