NOCTURNOS
El egoísmo del amor
Cuando te deja tu pareja, novia, mujer parece que se te quiebra la vida. ¡La quería tanto! ¡Sin ella no ser vivir! ¡Era la mujer de mi vida! ¡Por qué me dejó si la adoraba!¡Estoy destrozado! Estas frases suelen repetirse entre hombres que perdieron la batalla del amor. No me atrevo a tratar de cómo viven las mujeres estas fisuras eróticas.
Ahora bien, yo creo que ese dolor superlativo, hiperbólico, destructivo, que tanto lloran los de mi género, no es tal. No lloran por perder a una mujer, sino porque, siendo tan guapos, inteligentes y cultos, una dama se atrevió a pasar de sus virtudes. La pena hallase en sus egos. ¡Cómo un ser, al que consideran inferior, se atrevió a dejarles!
El amor, de verdad, no el que hemos vulgarizado, resulta un sentimiento tan elevado que lo alcanzan unos cuantos elegidos y elegidas –perdón por lo inclusivo- en sus vidas. El amor mediocre no deja de ser amor a sí mismo, proyectado sobre un hombre o una mujer. Nos amamos en otros u otras. No amamos a cambio de nada. Siempre hay una especie trueque. Te doy esto que es mío por aquello que es tuyo y necesito. Se ama, generalizo, por necesidad, por lo que nos dan. Complicado entregar sin recibir algo, placer, servicios, de otra persona de distinto sexo, a la que dices amar.
Aun así, antes de que me vengan a buscar las parcas, aspiro a amar más allá de mi egoísmo.
Eugenio-Jesús de Ávila
Cuando te deja tu pareja, novia, mujer parece que se te quiebra la vida. ¡La quería tanto! ¡Sin ella no ser vivir! ¡Era la mujer de mi vida! ¡Por qué me dejó si la adoraba!¡Estoy destrozado! Estas frases suelen repetirse entre hombres que perdieron la batalla del amor. No me atrevo a tratar de cómo viven las mujeres estas fisuras eróticas.
Ahora bien, yo creo que ese dolor superlativo, hiperbólico, destructivo, que tanto lloran los de mi género, no es tal. No lloran por perder a una mujer, sino porque, siendo tan guapos, inteligentes y cultos, una dama se atrevió a pasar de sus virtudes. La pena hallase en sus egos. ¡Cómo un ser, al que consideran inferior, se atrevió a dejarles!
El amor, de verdad, no el que hemos vulgarizado, resulta un sentimiento tan elevado que lo alcanzan unos cuantos elegidos y elegidas –perdón por lo inclusivo- en sus vidas. El amor mediocre no deja de ser amor a sí mismo, proyectado sobre un hombre o una mujer. Nos amamos en otros u otras. No amamos a cambio de nada. Siempre hay una especie trueque. Te doy esto que es mío por aquello que es tuyo y necesito. Se ama, generalizo, por necesidad, por lo que nos dan. Complicado entregar sin recibir algo, placer, servicios, de otra persona de distinto sexo, a la que dices amar.
Aun así, antes de que me vengan a buscar las parcas, aspiro a amar más allá de mi egoísmo.
Eugenio-Jesús de Ávila


















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.122