PATRIMONIO
Las murallas de Zamora aguardan inversiones del Estado
Aquí, al lado mismo de la muralla de la avenida de la Feria, altos cargos socialistas, entre ellos el número 2, creo, del Ministerio de Cultura, prometieron restaurar lo que queda del recinto medieval de la Bien Cercada. Eso aconteció ha tiempo. Mientras, los turistas de la cultura contemplan lienzos en estado deplorable, mordidos, desmochados. Este equipo de Gobierno de IU debería exigir ya, por carta, con registro, una intervención general en todo el recorrido amurallado de la ciudad. Si queremos atraer turistas de cierta altura intelectual, necesitamos presentar un patrimonio monumental en perfecto estado. La gente que nos visita desconoce que las murallas y su conservación corresponde al Ministerio de Cultura, ese que preside Iceta, multimillonario que no acabó carrera alguna; que no es el Ayuntamiento la institución a la que se deba su cuidado y mimo, pero sí la que exija al Gobierno central su intervención.
Recuerdo que una mañana de fin de semana me encontré en la Plaza Mayor a altos cargos y fieles del PP en una terraza de la Plaza Mayor. Entonces el poder en Madrid y Valladolid era cosa de Rajoy y Herrera. Me detuve ante los populares, entre los que se hallaba Clara San Damián, para rogarles que exigieran a La Moncloa y a la Junta intervenciones en la muralla y en el patrimonio de la ciudad del Romancero. Sonrieron. Se encogieron de hombres. Y cayó Rajoy y ahí tenemos a Pedro Sánchez. Y pasan los años y todo va a peor. Verbigracia: la zona de Tras Castillo muestra que caen materiales, algunos de peso, sobre el camino que circunda esa zona de la muralla, quizá la más antigua. Los lienzos de muralla en la avenida de la Feria, en la que Guarido tanto piensa, también evidencian el paso de los años y el daño de la erosión y la dejadez política. Las peñas de Santa Marta preocupan. Y así todo el recinto amurallado.
Mientras, la ciudadanía zamorana, tan desatendida, tan decadente, tan olvidada, parece importarle muy poco que la autoridad mantenga su patrimonio monumental. Cada vez somos menos y más mayores, edades en las que el conformismo se apodera del cerebro y la apatía del alma. Los jóvenes se van, los adultos hablan de fútbol y de lo que sea menester y poco más. Zamora y su futuro importan poco. ¡Cómo preocuparse del pasado, pues; de la herencia histórica que nos legaron Urraca, Dolfos, Arias Gonzalo y demás protagonistas del medioevo zamorano!
Eugenio-Jesús de Ávila
Aquí, al lado mismo de la muralla de la avenida de la Feria, altos cargos socialistas, entre ellos el número 2, creo, del Ministerio de Cultura, prometieron restaurar lo que queda del recinto medieval de la Bien Cercada. Eso aconteció ha tiempo. Mientras, los turistas de la cultura contemplan lienzos en estado deplorable, mordidos, desmochados. Este equipo de Gobierno de IU debería exigir ya, por carta, con registro, una intervención general en todo el recorrido amurallado de la ciudad. Si queremos atraer turistas de cierta altura intelectual, necesitamos presentar un patrimonio monumental en perfecto estado. La gente que nos visita desconoce que las murallas y su conservación corresponde al Ministerio de Cultura, ese que preside Iceta, multimillonario que no acabó carrera alguna; que no es el Ayuntamiento la institución a la que se deba su cuidado y mimo, pero sí la que exija al Gobierno central su intervención.
Recuerdo que una mañana de fin de semana me encontré en la Plaza Mayor a altos cargos y fieles del PP en una terraza de la Plaza Mayor. Entonces el poder en Madrid y Valladolid era cosa de Rajoy y Herrera. Me detuve ante los populares, entre los que se hallaba Clara San Damián, para rogarles que exigieran a La Moncloa y a la Junta intervenciones en la muralla y en el patrimonio de la ciudad del Romancero. Sonrieron. Se encogieron de hombres. Y cayó Rajoy y ahí tenemos a Pedro Sánchez. Y pasan los años y todo va a peor. Verbigracia: la zona de Tras Castillo muestra que caen materiales, algunos de peso, sobre el camino que circunda esa zona de la muralla, quizá la más antigua. Los lienzos de muralla en la avenida de la Feria, en la que Guarido tanto piensa, también evidencian el paso de los años y el daño de la erosión y la dejadez política. Las peñas de Santa Marta preocupan. Y así todo el recinto amurallado.
Mientras, la ciudadanía zamorana, tan desatendida, tan decadente, tan olvidada, parece importarle muy poco que la autoridad mantenga su patrimonio monumental. Cada vez somos menos y más mayores, edades en las que el conformismo se apodera del cerebro y la apatía del alma. Los jóvenes se van, los adultos hablan de fútbol y de lo que sea menester y poco más. Zamora y su futuro importan poco. ¡Cómo preocuparse del pasado, pues; de la herencia histórica que nos legaron Urraca, Dolfos, Arias Gonzalo y demás protagonistas del medioevo zamorano!
Eugenio-Jesús de Ávila





















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