TRABAJO
El ECYL de Zamora comete un fallo garrafal
Según fuentes cercanas a este periódico varios aspirantes a un puesto en el Ayuntamiento de la ciudad no han recibido a tiempo las cartas con la convocatoria.
Hoy, día 30 de noviembre del año en curso, la ciudad se ha llenado de carreras y sinsabores. La causa unas cartas que no llegaron a tiempo a manos de sus destinatarios.
Un mínimo de seis ciudadanos, inscritos en el Ecyl de la ciudad, no recibieron a tiempo las misivas con el día, la hora y el lugar de presentación a las pruebas de la convocatoria realizada por el Ayuntamiento con el objeto de cubrir cuatro plazas de auxiliar administrativo.
La fecha del examen había sido fijada para el martes 29 de noviembre, a las 10:30 h. Los seis desafortunados recibieron las notificaciones en sus domicilios el miércoles 30, quedando fuera de toda posibilidad de poder optar a una de las plazas. Una vez recibidas las notificaciones, varios de estos ciudadanos se presentan en el Ayuntamiento con el fin de pedir explicaciones ante tamaño dislate.
El Consistorio no les da ninguna solución, limitándose a asegurarles que la convocatoria es llevada a cabo por el Ecyl, brindándose a emitir algún tipo de comunicado si dichos ciudadanos fueran sancionados por no haberse presentado a las pruebas.
Una vez fuera del Ayuntamiento se dirigen al Ecyl de la ciudad, sito en la calle Doctor Fleming. Ahí se enteran de que son más las víctimas del mal funcionamiento de dicho organismo.
Les atiende una funcionaria la cual se limita a señalar que las cartas están firmadas el 23 y 24 del mes en curso, no sabiendo cuando han sido enviadas por parte de la Oficina de Empleo. Echando, a su vez, la culpa a Correos: "en una ciudad como Zamora, cinco días deben ser más que suficientes para la recepción de una carta dentro del perímetro ciudadano" exclama, dando por sentado que las mismas salieron de dicho organismo en el mismo momento de la firma.
Los alicaídos zamoranos se personan en Correos y consiguen hablar con el Director que les explica que al no ir certificadas no se puede saber la fecha de la entrega en los domicilios ni la recepción de las mismas en Correos.
Ante la anterior contestación de la trabajadora del Ecyl exclama: "cinco días no, lo normal son tres desde que se reciben en estas oficinas". No uniendo las fechas de las firmas a las de entrega en la central de Correos.
Asegurando que los carteros se esmeran y son absolutamente escrupulosos con cartas del Ecyl, Sanidad, Hacienda o de cualquier otro organismo oficial con el fin de no dañar cualquier comunicación de dichas entidades con el ciudadano.
Añadiendo que "no ha sido un problema puntual en una sola zona de la ciudad sino que la no recepción de las mismas ocupa toda la capital"
Como se diría en lenguaje paladín, unos por otros y la Casa sin barrer.
¿De quién es la culpa de esta situación? Se preguntan los zamoranos afectados, lo cierto es que son ellos y no otros los que pagan ya de forma inmediata este gran error.
En la era de la informática, en la que atosigan con emails absurdos, nuestras administraciones no parecen convencidas de entregar sus comunicaciones no sólo a través de Correos sino de teléfonos móviles, emails, apps, etc.
Y ésta es la triste historia de unas cartas que de haber llegado a tiempo quién sabe si hubieran cambiado el destino de varios de nuestros ciudadanos.
Hoy, día 30 de noviembre del año en curso, la ciudad se ha llenado de carreras y sinsabores. La causa unas cartas que no llegaron a tiempo a manos de sus destinatarios.
Un mínimo de seis ciudadanos, inscritos en el Ecyl de la ciudad, no recibieron a tiempo las misivas con el día, la hora y el lugar de presentación a las pruebas de la convocatoria realizada por el Ayuntamiento con el objeto de cubrir cuatro plazas de auxiliar administrativo.
La fecha del examen había sido fijada para el martes 29 de noviembre, a las 10:30 h. Los seis desafortunados recibieron las notificaciones en sus domicilios el miércoles 30, quedando fuera de toda posibilidad de poder optar a una de las plazas. Una vez recibidas las notificaciones, varios de estos ciudadanos se presentan en el Ayuntamiento con el fin de pedir explicaciones ante tamaño dislate.
El Consistorio no les da ninguna solución, limitándose a asegurarles que la convocatoria es llevada a cabo por el Ecyl, brindándose a emitir algún tipo de comunicado si dichos ciudadanos fueran sancionados por no haberse presentado a las pruebas.
Una vez fuera del Ayuntamiento se dirigen al Ecyl de la ciudad, sito en la calle Doctor Fleming. Ahí se enteran de que son más las víctimas del mal funcionamiento de dicho organismo.
Les atiende una funcionaria la cual se limita a señalar que las cartas están firmadas el 23 y 24 del mes en curso, no sabiendo cuando han sido enviadas por parte de la Oficina de Empleo. Echando, a su vez, la culpa a Correos: "en una ciudad como Zamora, cinco días deben ser más que suficientes para la recepción de una carta dentro del perímetro ciudadano" exclama, dando por sentado que las mismas salieron de dicho organismo en el mismo momento de la firma.
Los alicaídos zamoranos se personan en Correos y consiguen hablar con el Director que les explica que al no ir certificadas no se puede saber la fecha de la entrega en los domicilios ni la recepción de las mismas en Correos.
Ante la anterior contestación de la trabajadora del Ecyl exclama: "cinco días no, lo normal son tres desde que se reciben en estas oficinas". No uniendo las fechas de las firmas a las de entrega en la central de Correos.
Asegurando que los carteros se esmeran y son absolutamente escrupulosos con cartas del Ecyl, Sanidad, Hacienda o de cualquier otro organismo oficial con el fin de no dañar cualquier comunicación de dichas entidades con el ciudadano.
Añadiendo que "no ha sido un problema puntual en una sola zona de la ciudad sino que la no recepción de las mismas ocupa toda la capital"
Como se diría en lenguaje paladín, unos por otros y la Casa sin barrer.
¿De quién es la culpa de esta situación? Se preguntan los zamoranos afectados, lo cierto es que son ellos y no otros los que pagan ya de forma inmediata este gran error.
En la era de la informática, en la que atosigan con emails absurdos, nuestras administraciones no parecen convencidas de entregar sus comunicaciones no sólo a través de Correos sino de teléfonos móviles, emails, apps, etc.
Y ésta es la triste historia de unas cartas que de haber llegado a tiempo quién sabe si hubieran cambiado el destino de varios de nuestros ciudadanos.





























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