Balbino Lozano
Lunes, 19 de Diciembre de 2022
NUESTRA HISTORIA

Años de calamidades y miserias

[Img #73062]Reinaba en España Felipe II, era señor de las Españas que se extendían por todo el Mundo. Gobernó el vastísimo impero integrado por Castilla, Aragón, Cataluña, Navarra, Valencia, El Rosellón, el Franco-Condado, Países Bajos, Sicilia, Cerdeña, Milán, Nápoles, Orán, Túnez, Portugal y su imperio afro-asiático, toda la América descubierta y Filipinas. Se dice que su monarquía se apoyaba en una poderosa administración centralizada, pero las bancarrotas, las dificultades económicas y los problemas fiscales fueron las principales características de su reinado.

Los conflictos y las guerras surgían por todas partes: Países Bajos 1539-1581,  Alemania 1543, Nápoles y Milán 1554, Inglaterra 1558, San Quintín 1557,  Gravellinas 1558, Francia 1559, rebelión de los moriscos en Granada 1568-71, Lepanto 1571 . . .

En Zamora dio comienzo un tiempo de penuria y decadencia consecuencia de tantas levas de gentes para las guerras, y  saca de tantos caudales para la administración de tan dilatados territorios.
La comarca zamorana que contaba, según el censo de 1541, 75.500 pecheros (personas obligadas a contribuir al pago de impuestos) y 10.778 hidalgos sufrió una notable rebaja con las continuas sacas de soldados y oficiales que aminoraban la población; en cambio aumentaban los tributos y los gastos de alojamiento de soldados que pasaban de uno a otro lado y se hospedaban aumentando los gastos públicos y privados.

En 1556  la escasez de las cosechas hizo encarecer tanto el pan,  que el Ayuntamiento hubo de acaparar grandes  cantidades de granos que luego entregaba a los panaderos   con el fin de que abaratasen el artículo.
Ese mismo año sufría el Duero una fuerte crecida causando muchos estragos en las riberas, resintiendo las torres del puente de Zamora y  poniendo en  ruina  uno de sus arcos. Al año siguiente, para colmo de desdichas, una epidemia castigó a los habitantes de la ciudad ocasionando un buen número de víctimas lo que rebajó más aún en censo de habitantes.

Iniciada en 1580 la guerra de sucesión contra Portugal, los zamoranos auxiliaron muy poderosamente.  El Conde de Benavente don Juan Alonso de Pimentel juntó en la Puebla de Sanabria un ejército de 9000 hombres con los que penetró en Portugal y se apoderó de Braganza en la que permaneció más de un año hasta que, sabiendo que los ingleses llegaban a La Coruña, volvió a Puebla preparándose para la resistencia.
Una nueva peste volvió a aparecer en 1580 y otra epidemia en 1592 de "landre" (peste bubónica), con lo que continuaban las bajas de población.

Un violento incendio consumió el bellísimo claustro bizantino de la Catedral en 1591 convirtiendo en escombros los magníficos enterramientos del Conde Arias Gonzalo, de muchos otros nobles, damas, monjes y personajes que allí tenían sus sepulcros, arrasando también las llamas, con grave perjuicio para la historia, el archivo y la biblioteca.  De todos los huesos y restos que se recogieron se hizo un depósito conjunto, que se guardarían en  el nuevo claustro que se construyó después.

 Balbino Lozano

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