NOCTURNOS
El amor: una obra de arte de la energía
No des importancia a que te quieran; valora más bien quién te quiere, quien te ha querido. Hay también calidad en el amor. Yo soy un gourmet en disfrutar de ese manjar que nos ofrece la vida. No metabolizo amoríos ni placeres vulgarizados.
En verdad, te puede querer gente con la que no merece la pena dibujar un beso en su mejilla. Cuando te ama una persona adorable, singular, distinta, entrégate hasta olvidarte de ti mismo; vacíate, no dejes nada adentro. Si, con el tiempo, te deja tirado, te sentirás morir, pero nunca pienses que no mereció la pena amar incluso si esa pasión te enseñó a conjugar el verbo sufrir.
No te arrepientas de haber amado. No hay pasión sin dolor. Cuanto más sufres por un amor perdido, por un adiós seco, por una despedida sin palabras, más apreciarás a esa persona que te abandonó cuando más la requerías.
Si amas para que te amen, si cumples con la moral católica para ocupar un espacio en el Reino de los Cielos, vano será tu amor, hipócrita tu pía forma de obrar. Ama porque así lo sientes.
Cumple con un código ético porque consideras al prójimo digno de tu respeto. No pases por la vida sin haber disfrutado del amor, sin haberlo sufrido, sin llorarlo. Y si te mueres, solo, recordando a aquel hombre o aquella mujer que, durante un tiempo, te condujeron al nirvana del placer, te irás en paz contigo mismo, porque amaste, porque amas y porque, más allá del tiempo, te convertirás en una obra de arte de la energía.
Eugenio-Jesús de Ávila
No des importancia a que te quieran; valora más bien quién te quiere, quien te ha querido. Hay también calidad en el amor. Yo soy un gourmet en disfrutar de ese manjar que nos ofrece la vida. No metabolizo amoríos ni placeres vulgarizados.
En verdad, te puede querer gente con la que no merece la pena dibujar un beso en su mejilla. Cuando te ama una persona adorable, singular, distinta, entrégate hasta olvidarte de ti mismo; vacíate, no dejes nada adentro. Si, con el tiempo, te deja tirado, te sentirás morir, pero nunca pienses que no mereció la pena amar incluso si esa pasión te enseñó a conjugar el verbo sufrir.
No te arrepientas de haber amado. No hay pasión sin dolor. Cuanto más sufres por un amor perdido, por un adiós seco, por una despedida sin palabras, más apreciarás a esa persona que te abandonó cuando más la requerías.
Si amas para que te amen, si cumples con la moral católica para ocupar un espacio en el Reino de los Cielos, vano será tu amor, hipócrita tu pía forma de obrar. Ama porque así lo sientes.
Cumple con un código ético porque consideras al prójimo digno de tu respeto. No pases por la vida sin haber disfrutado del amor, sin haberlo sufrido, sin llorarlo. Y si te mueres, solo, recordando a aquel hombre o aquella mujer que, durante un tiempo, te condujeron al nirvana del placer, te irás en paz contigo mismo, porque amaste, porque amas y porque, más allá del tiempo, te convertirás en una obra de arte de la energía.
Eugenio-Jesús de Ávila



















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.115