NOCTURNOS
¿Enamorarse de mí?
![[Img #73148]](https://eldiadezamora.es/upload/images/12_2022/9577_priyanka.jpg)
Mi vanidad me llevó al convencimiento de que cualquier mujer podría enamorarse de mí. Sucedió hace mucho tiempo. Entonces inteligencia y músculo combatían por adueñarse de mi persona.
Antaño las arrugas desconocían el campo fértil de mi rostro, mi cabelló, castaño oscuro, ondulado, cubría toda mi testa y besaba mis hombros, presumía de potencia física y de la otra, la que te eleva al Nirvana del placer. Pero los años son agricultores que abren surcos sobre la epidermis para sembrar semillas de decadencia, roturan la fronda del cabello, la cubren de cirros y la carne obedece a la sacrosanta Ley de la Gravedad Hay más otoño que mayos floridos y hermosos en la vida de todo hombre.
Ahora, cuando cualquier espejo se convierte en tu enemigo, en un delator cruel, en mensajero de la vejez, intentas comprender la paradoja de que si eres un hombre más preparado, más culto, más profundo, más elegante, menos estúpido, más sincero, cómo las damas te ignoran, no te prestan atención, desprecian tu presencia y detienen tu pasión, tus ganas de amar ante los muros de la amistad, prohibiéndote la entrada en el castillo de su cuerpo, aún digno de ser conocido, visitado, gozado con todo tu talento, con la experiencia de miles de cópulas, con los besos que la ternura fue esculpiendo con la gubia del tiempo.
Si, a mis años, he logrado hacer del amor un arte, porque ninguna espectadora visita mi exposición y adquiere una cualquiera de mis obras. El misterio del amor: la belleza física se impone a la estética de la inteligencia.
Eugenio-Jesús de Ávila
![[Img #73148]](https://eldiadezamora.es/upload/images/12_2022/9577_priyanka.jpg)
Mi vanidad me llevó al convencimiento de que cualquier mujer podría enamorarse de mí. Sucedió hace mucho tiempo. Entonces inteligencia y músculo combatían por adueñarse de mi persona.
Antaño las arrugas desconocían el campo fértil de mi rostro, mi cabelló, castaño oscuro, ondulado, cubría toda mi testa y besaba mis hombros, presumía de potencia física y de la otra, la que te eleva al Nirvana del placer. Pero los años son agricultores que abren surcos sobre la epidermis para sembrar semillas de decadencia, roturan la fronda del cabello, la cubren de cirros y la carne obedece a la sacrosanta Ley de la Gravedad Hay más otoño que mayos floridos y hermosos en la vida de todo hombre.
Ahora, cuando cualquier espejo se convierte en tu enemigo, en un delator cruel, en mensajero de la vejez, intentas comprender la paradoja de que si eres un hombre más preparado, más culto, más profundo, más elegante, menos estúpido, más sincero, cómo las damas te ignoran, no te prestan atención, desprecian tu presencia y detienen tu pasión, tus ganas de amar ante los muros de la amistad, prohibiéndote la entrada en el castillo de su cuerpo, aún digno de ser conocido, visitado, gozado con todo tu talento, con la experiencia de miles de cópulas, con los besos que la ternura fue esculpiendo con la gubia del tiempo.
Si, a mis años, he logrado hacer del amor un arte, porque ninguna espectadora visita mi exposición y adquiere una cualquiera de mis obras. El misterio del amor: la belleza física se impone a la estética de la inteligencia.
Eugenio-Jesús de Ávila


















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