NOCTURNOS
Abrirse al amor
Estoy preparado para enamorarme. Me he abierto el alma y le he pedido a mi cerebro que no piense, que no tenga miedo, que la vida es amar con todas las consecuencias. Hay que vivir con pasión: cuando escribes, cuando hablas, cuando protestas, cuando seduces, cuando amas.
Quiero amarte. No deseo sufrir. Te querré si me deseas, anhelas y me sientes. No quiero escribir poesías inspirado por una mujer que me haya rechazado. No tengo 18 o 20 años para buscar la rima a mis versos. Si empiezo a amarte, nunca pensaré en que ese amor tenga un final. Se ama para siempre. Si se rompe el hechizo, significa que no había amor, solo egoísmo, vanidad y hedonismo.
Hay personas que se aman tanto que consideran que sus parejas les deben amor, que son un lujo para cualquiera, que forman parte de la lógica recibir amor, por ser quienes son.
Soy la antítesis de ese tipo de hombre y mujer. Nunca pido, porque prefiero dar. Jamás exijo más de lo que se me puede entregar. Ahora bien, si sé que a una mujer que puede enamorarme no le toco el corazón, elijo no conocerla, solo admirarla desde lejos. A mi edad, ya nadie se recupera del desamor, del rechazo, de un desprecio erótico y de una enfermedad.
Doy amor si me lo pides y me ofreces caricas, ternura, pasión y acompañarme en el último tramo de mi camino hacia la nada. Después, me convertiré, merced a tu amor, en polvo enamorado.
Eugenio-Jesús de Ávila
Estoy preparado para enamorarme. Me he abierto el alma y le he pedido a mi cerebro que no piense, que no tenga miedo, que la vida es amar con todas las consecuencias. Hay que vivir con pasión: cuando escribes, cuando hablas, cuando protestas, cuando seduces, cuando amas.
Quiero amarte. No deseo sufrir. Te querré si me deseas, anhelas y me sientes. No quiero escribir poesías inspirado por una mujer que me haya rechazado. No tengo 18 o 20 años para buscar la rima a mis versos. Si empiezo a amarte, nunca pensaré en que ese amor tenga un final. Se ama para siempre. Si se rompe el hechizo, significa que no había amor, solo egoísmo, vanidad y hedonismo.
Hay personas que se aman tanto que consideran que sus parejas les deben amor, que son un lujo para cualquiera, que forman parte de la lógica recibir amor, por ser quienes son.
Soy la antítesis de ese tipo de hombre y mujer. Nunca pido, porque prefiero dar. Jamás exijo más de lo que se me puede entregar. Ahora bien, si sé que a una mujer que puede enamorarme no le toco el corazón, elijo no conocerla, solo admirarla desde lejos. A mi edad, ya nadie se recupera del desamor, del rechazo, de un desprecio erótico y de una enfermedad.
Doy amor si me lo pides y me ofreces caricas, ternura, pasión y acompañarme en el último tramo de mi camino hacia la nada. Después, me convertiré, merced a tu amor, en polvo enamorado.
Eugenio-Jesús de Ávila




















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.122