IDEOLOGÍAS
El Gobierno pone en práctica las teorías de Marx sobre la familia
Hay gente, liberal o conservadora, cándida e ignara en filosofía política, que alucina con las leyes de Unidas Podemos, de esas dos mujeres que son Montero y Belarra: la Ley Trans, la Ley de la Familia, que las niñas menores de 16 años puedan abortar sin el consentimiento de sus padres y otras tantas que solo tienen un objetivo: la aplicación de la teoría marxista, ideología pergeñada en 1848, cuando el sistema capitalista todavía carecía de una estructura económica clara. Y Marx, además de abolir la propiedad privada, exigía abolir también la familia. ¿Por qué? La familia es la célula esencial del cuerpo social. Si la destruyes, se extenderá la metástasis por toda la sociedad. «¡Abolición de la familia! Incluso los más radicales estallan ante esta infame propuesta de los comunistas», escribió.
El judío converso de Tréveris se preguntaba y cuestionaba: «¿Sobre qué base se basa la familia actual, la familia burguesa? En el capital, en ganancia privada. En su forma completamente desarrollada, esta familia existe solo entre la burguesía». Se colige, pues, que acabar con la familia resultaba sencillo una vez que se aboliera la propiedad burguesa: «La familia burguesa se desvanecerá por rutina cuando se disuelva su complemento, y ambos se desvanecerán con la desaparición del capital».
A no tardar, los hijos no serán de la familia, sino del Estado. Regresemos a la Atenas del siglo V a.C.: “Una familia se basta mejor a sí misma que un individuo, y un Estado mejor aún que una familia, puesto que de hecho el Estado no existe realmente sino desde el momento en que la masa asociada puede bastarse y satisfacer todas sus necesidades”. Todo dentro del estado, nada fuera del estado, nada contra el estado"
Una vez escrito lo anterior, con reflexiones textuales del ideólogo del comunismo, se entenderán las políticas de Irene Montero y Jone Belarra. Pero quien las alecciona es Pablo Iglesias, como Monedero hacía lo propio con Chaves. Todos los pasos que ejecuta Pedro Sánchez parte de estas teorías neomarxistas.
Ahora bien, resulta paradójico que Marx, aunque quisiera abolir la familia, dio a sus hijas una crianza burguesa: lecciones de piano, canto, francés, italiano, dibujo. Solo tuvo un varón, al que nunca reconoció, fruto de la relación con su criada de siempre, Helene Demuth, a la que nunca pago un salario. Al hijo se le llamó Freddy y en todo momento se afirmó que el padre era Engels.
Sven-Eric Liedman, autor de una magna biografía sobre Marx, escribe que el pequeño Freddy fue puesto en adopción. "¿Cómo pudo Marx hacerle eso a su propio hijo? ¿Podría haberse desvinculado totalmente de él, siendo el único varón que no murió de niño, tan solo para mantener la fachada 'honorable' de su familia?" Así se comportó el profeta del comunismo.
La esposa de Marx fue Jenny von Westphalen, aristócrata adinerada. Como explica Sven-Eric Liedman, el joven estudiante se gastó casi 700 táleros en un año. "Era una suma enorme, considerando que los jóvenes más pudientes de similar condición tenían que conformarse con 500. El padre ni siquiera lograba ganar tanto dinero como gastaba el hijo”.
No escribió apenas a sus padres mientras vivía en Berlín, pero mantuvo sus excesos en comidas y bebidas: Tras abandonar Alemania junto con su mujer y su estancia en París y Bruselas, la familia Marx terminó viviendo en Londres. Allí residiría hasta el final de sus días y jamás dejó de recibir dinero para sus gastos —esta vez, el dinero se lo entregaba su compañero Friedrich Engels.
Una vida íntima ejemplar, pues, la del genio de Tréveris al que las féminas de Podemos admiran tanto que ejecutan sus teorías al pie de la letra. Siglo y medio después un partido anacrónico pone en práctica las ideas de Marx sobre la familia. Solo los que ignoran cómo vivió el filósofo alemán y cuáles sus teorías políticas, se sorprenderán con la legislación contra la familia burguesa que se está aprobando en el Congreso de los Diputados. Pablo Iglesias y sus colegas ideológicas resucitan a Marx. Una vez destruida la familia, el camino hacia la revolución se encontrará expedito. Zapatero empezó despejar esa senda; después Rajoy y Sáenz de Santamaría cortaron la cinta de salida para que Sánchez rompiera España. Nada nuevo.
Eugenio-Jesús de Ávila
Hay gente, liberal o conservadora, cándida e ignara en filosofía política, que alucina con las leyes de Unidas Podemos, de esas dos mujeres que son Montero y Belarra: la Ley Trans, la Ley de la Familia, que las niñas menores de 16 años puedan abortar sin el consentimiento de sus padres y otras tantas que solo tienen un objetivo: la aplicación de la teoría marxista, ideología pergeñada en 1848, cuando el sistema capitalista todavía carecía de una estructura económica clara. Y Marx, además de abolir la propiedad privada, exigía abolir también la familia. ¿Por qué? La familia es la célula esencial del cuerpo social. Si la destruyes, se extenderá la metástasis por toda la sociedad. «¡Abolición de la familia! Incluso los más radicales estallan ante esta infame propuesta de los comunistas», escribió.
El judío converso de Tréveris se preguntaba y cuestionaba: «¿Sobre qué base se basa la familia actual, la familia burguesa? En el capital, en ganancia privada. En su forma completamente desarrollada, esta familia existe solo entre la burguesía». Se colige, pues, que acabar con la familia resultaba sencillo una vez que se aboliera la propiedad burguesa: «La familia burguesa se desvanecerá por rutina cuando se disuelva su complemento, y ambos se desvanecerán con la desaparición del capital».
A no tardar, los hijos no serán de la familia, sino del Estado. Regresemos a la Atenas del siglo V a.C.: “Una familia se basta mejor a sí misma que un individuo, y un Estado mejor aún que una familia, puesto que de hecho el Estado no existe realmente sino desde el momento en que la masa asociada puede bastarse y satisfacer todas sus necesidades”. Todo dentro del estado, nada fuera del estado, nada contra el estado"
Una vez escrito lo anterior, con reflexiones textuales del ideólogo del comunismo, se entenderán las políticas de Irene Montero y Jone Belarra. Pero quien las alecciona es Pablo Iglesias, como Monedero hacía lo propio con Chaves. Todos los pasos que ejecuta Pedro Sánchez parte de estas teorías neomarxistas.
Ahora bien, resulta paradójico que Marx, aunque quisiera abolir la familia, dio a sus hijas una crianza burguesa: lecciones de piano, canto, francés, italiano, dibujo. Solo tuvo un varón, al que nunca reconoció, fruto de la relación con su criada de siempre, Helene Demuth, a la que nunca pago un salario. Al hijo se le llamó Freddy y en todo momento se afirmó que el padre era Engels.
Sven-Eric Liedman, autor de una magna biografía sobre Marx, escribe que el pequeño Freddy fue puesto en adopción. "¿Cómo pudo Marx hacerle eso a su propio hijo? ¿Podría haberse desvinculado totalmente de él, siendo el único varón que no murió de niño, tan solo para mantener la fachada 'honorable' de su familia?" Así se comportó el profeta del comunismo.
La esposa de Marx fue Jenny von Westphalen, aristócrata adinerada. Como explica Sven-Eric Liedman, el joven estudiante se gastó casi 700 táleros en un año. "Era una suma enorme, considerando que los jóvenes más pudientes de similar condición tenían que conformarse con 500. El padre ni siquiera lograba ganar tanto dinero como gastaba el hijo”.
No escribió apenas a sus padres mientras vivía en Berlín, pero mantuvo sus excesos en comidas y bebidas: Tras abandonar Alemania junto con su mujer y su estancia en París y Bruselas, la familia Marx terminó viviendo en Londres. Allí residiría hasta el final de sus días y jamás dejó de recibir dinero para sus gastos —esta vez, el dinero se lo entregaba su compañero Friedrich Engels.
Una vida íntima ejemplar, pues, la del genio de Tréveris al que las féminas de Podemos admiran tanto que ejecutan sus teorías al pie de la letra. Siglo y medio después un partido anacrónico pone en práctica las ideas de Marx sobre la familia. Solo los que ignoran cómo vivió el filósofo alemán y cuáles sus teorías políticas, se sorprenderán con la legislación contra la familia burguesa que se está aprobando en el Congreso de los Diputados. Pablo Iglesias y sus colegas ideológicas resucitan a Marx. Una vez destruida la familia, el camino hacia la revolución se encontrará expedito. Zapatero empezó despejar esa senda; después Rajoy y Sáenz de Santamaría cortaron la cinta de salida para que Sánchez rompiera España. Nada nuevo.
Eugenio-Jesús de Ávila





















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