2ª RFEF
El Zamora CF pierde la victoria ante el Real Avilés en el minuto 86 (1-1)
Calco del partido ante la Gimnástica de Torrelavega: los rojiblancos se adelantaron nada más comenzar el partido, el árbitro expulsó a Pau Miguélez, jugó con un hombre menos más de 40 minutos, y el conjunto asturiano le empató en el 86
Recomendaría a Yago Iglesias que, al inicio de las segundas partes de los partidos que el Zamora CF juega en el Ruta de la Plata, deje a un jugador, al más aguerrido y combativo, en el vestuario, porque, de una manera y otra, su equipo jugará media hora con un hombre menos. Y, además, el jugador expulsado por el árbitro de turno, casi siempre gallego, no sería sancionado.
Lo vivido esta tarde de tiempo atlántico en el estadio zamorano me pareció la repetición del encuentro con la Gimnástica de Torrelavega. Los rojiblancos tuvieron que jugar contra corriente casi toda la segunda entrega y ver como el rival les empataba en el último instante, merced a un colegiado impresentable, injusto y desahogado, que expulsó a Miguélez, por doble amarilla, pero que medio con distinto rasero a los asturianos. Verbigracia, el número 22, Isi Ros debió ser expulsado mucho antes del minuto 95, pero el tal Pedro Oreiro pasaba de las duras entradas y agarrones visitantes, pero sancionaba cualquier guiño de ojo de los rojiblancos.
Yago compuso hoy una zaga distinta, con un lateral izquierdo como Prada que realizó una doble labor, como central y también en el lateral; más un central diestro, que también ejecutaba un trabajo doble, en el centro de la retaguardia y en el lateral derecho, mientras Theo se colocaba en el centro para sacar el balón jugado desde atrás. Juanan, para mí el mejor de los rojiblancos, y Caballé formaban en la medular, con Ribeiro de enlace con Altube; Viana, en la banda izquierda del ataque, y Miguélez jugando más en el centro del campo. Silva con más proyección en ataque que en labores defensivas.
Ahora bien, el tempranero gol de Juanan, cuando no había llegado el tiempo jugado a los dos minutos, al aprovechar un rechace en el segundo córner ejecutado por los rojiblancos, marcó el juego de ambos equipos en la primera mitad.
El Zamora jugó de manera inteligente. Retrasó líneas, dejando a Altube arriba. Aguantó perfectamente al Real Avilés, que dominaba el juego, pero apenas creó ocasiones claras, siempre generadas en errores en la entrega de los rojiblancos, que evitaría un ágil Iricíbar.
Los rojiblancos esperaban pillar a la contra a su rival, porque su trabajo defensivo llegó a ser perfecto, debido a la inteligente labor de todo el equipo. Y, además, la ocasión más clara de la primera mitad estuvo en las botas de Altube que, solo ante el meta Davo, no estuvo hábil para marcar o el asturiano realizó una formidable intervención. Corría el minuto 21.
Cierto que el Real Avilés jugó más que el Zamora, pero creo que porque los rojiblancos dejaron le dejaron hacer.
Tras el paso por vestuarios, más de lo mismo, hasta que Miguélez recibe una clara falta en la medular, que el árbitro sancionó. Producto de los empujones del rival, al rojiblanco se le escapa el balón y dedica un planchazo a un jugador asturiano. El árbitro lo expulsa por doble amarilla. De nuevo, el Zamora, como ocurrió ante el Torrelavega, con un hombre menos durante más de 40 minutos: Minuto 52
Pero fue a partir de ese instante, cuando el Real Avilés perdió su dominio en el partido, mientras el Zamora CF empezó a buscarle las vueltas a su rival.
Iglesias inició, con prontitud, sus cambios, porque había que trabajar a destajo. Los primeros en irse a los vestuarios fueron Caballé y Ribeiro, sustituidos por Ander y Vallejo. Minuto 57. El técnico asturiano también refrescó a su equipo tres minutos después. Salieron del campo Alorda y el zamorano Jorge, y entraba otro zamorano, Sergio García, y Primo, que, a la postre, marcaría el empate definitivo.
En el minuto 64, gran oportunidad de Silva, tras buena jugada por la banda izquierda, pero su cabezazo, muy inocente, fue a las manos del portero.
Poco después Pana sustituía a Altube, que recibió todo tipo de faltas, sin que sus marcadores recibieran cartulina alguna. Pana, como siempre, entró al pesado césped dispuesto a enfrentarse a la zaga rival. Así, en el minuto 80, en un extraño lanzamiento, mandó la pelota a la parte superior del larguero.
Con un hombre menos en el campo, Yago Iglesias recompuso su equipo: Viana pasó a jugar de lateral derecho, y Prada, como central zurdo, mientras Luismi ejercía de central diestro y Silva, como lateral derecho. Theo se olvidó de sacar el balón para pasar a la medular, porque Iricíbar sacaba en largo de puerta, para que la pelearan Ander y Pana.
El Real Avilés había perdido su pujanza de la primera mitad y el Zamora había llevado el partido a su querencia: defender lejos y buscar contras.
Pero sería en una acción perdida cuando marcara el Avilés. Centro desde la izquierda y pelota queda muerta en el área chica para que aparezca Primo y marque (minuto 86).
Poco después llegó la lesión de Viana, sustituido por Nahuel, y una gran oportunidad de Pana que no llegó a rematar, y también la expulsión, a buenas horas mangas verdes, de Isi Ros, el mejor jugador visitante, pero que debió abandonar el campo antes que Pau Miguélez.
Corolario: Además de contar con un enemigo tan importante como los árbitros, en los partidos ante Torrelavega y Avilés, el Zamora debería, cuando toma ventaja, firmar la victoria con algún tanto más, porque esas ventajas mínimas siempre acaban en reparto de puntos que sientan muy mal, desmoralizan y desilusionan. En verdad, no hay un hombre gol en esta plantilla, porque eso cuesta mucho dinero, y no estamos para despilfarros.
Recomendaría a Yago Iglesias que, al inicio de las segundas partes de los partidos que el Zamora CF juega en el Ruta de la Plata, deje a un jugador, al más aguerrido y combativo, en el vestuario, porque, de una manera y otra, su equipo jugará media hora con un hombre menos. Y, además, el jugador expulsado por el árbitro de turno, casi siempre gallego, no sería sancionado.
Lo vivido esta tarde de tiempo atlántico en el estadio zamorano me pareció la repetición del encuentro con la Gimnástica de Torrelavega. Los rojiblancos tuvieron que jugar contra corriente casi toda la segunda entrega y ver como el rival les empataba en el último instante, merced a un colegiado impresentable, injusto y desahogado, que expulsó a Miguélez, por doble amarilla, pero que medio con distinto rasero a los asturianos. Verbigracia, el número 22, Isi Ros debió ser expulsado mucho antes del minuto 95, pero el tal Pedro Oreiro pasaba de las duras entradas y agarrones visitantes, pero sancionaba cualquier guiño de ojo de los rojiblancos.
Yago compuso hoy una zaga distinta, con un lateral izquierdo como Prada que realizó una doble labor, como central y también en el lateral; más un central diestro, que también ejecutaba un trabajo doble, en el centro de la retaguardia y en el lateral derecho, mientras Theo se colocaba en el centro para sacar el balón jugado desde atrás. Juanan, para mí el mejor de los rojiblancos, y Caballé formaban en la medular, con Ribeiro de enlace con Altube; Viana, en la banda izquierda del ataque, y Miguélez jugando más en el centro del campo. Silva con más proyección en ataque que en labores defensivas.
Ahora bien, el tempranero gol de Juanan, cuando no había llegado el tiempo jugado a los dos minutos, al aprovechar un rechace en el segundo córner ejecutado por los rojiblancos, marcó el juego de ambos equipos en la primera mitad.
El Zamora jugó de manera inteligente. Retrasó líneas, dejando a Altube arriba. Aguantó perfectamente al Real Avilés, que dominaba el juego, pero apenas creó ocasiones claras, siempre generadas en errores en la entrega de los rojiblancos, que evitaría un ágil Iricíbar.
Los rojiblancos esperaban pillar a la contra a su rival, porque su trabajo defensivo llegó a ser perfecto, debido a la inteligente labor de todo el equipo. Y, además, la ocasión más clara de la primera mitad estuvo en las botas de Altube que, solo ante el meta Davo, no estuvo hábil para marcar o el asturiano realizó una formidable intervención. Corría el minuto 21.
Cierto que el Real Avilés jugó más que el Zamora, pero creo que porque los rojiblancos dejaron le dejaron hacer.
Tras el paso por vestuarios, más de lo mismo, hasta que Miguélez recibe una clara falta en la medular, que el árbitro sancionó. Producto de los empujones del rival, al rojiblanco se le escapa el balón y dedica un planchazo a un jugador asturiano. El árbitro lo expulsa por doble amarilla. De nuevo, el Zamora, como ocurrió ante el Torrelavega, con un hombre menos durante más de 40 minutos: Minuto 52
Pero fue a partir de ese instante, cuando el Real Avilés perdió su dominio en el partido, mientras el Zamora CF empezó a buscarle las vueltas a su rival.
Iglesias inició, con prontitud, sus cambios, porque había que trabajar a destajo. Los primeros en irse a los vestuarios fueron Caballé y Ribeiro, sustituidos por Ander y Vallejo. Minuto 57. El técnico asturiano también refrescó a su equipo tres minutos después. Salieron del campo Alorda y el zamorano Jorge, y entraba otro zamorano, Sergio García, y Primo, que, a la postre, marcaría el empate definitivo.
En el minuto 64, gran oportunidad de Silva, tras buena jugada por la banda izquierda, pero su cabezazo, muy inocente, fue a las manos del portero.
Poco después Pana sustituía a Altube, que recibió todo tipo de faltas, sin que sus marcadores recibieran cartulina alguna. Pana, como siempre, entró al pesado césped dispuesto a enfrentarse a la zaga rival. Así, en el minuto 80, en un extraño lanzamiento, mandó la pelota a la parte superior del larguero.
Con un hombre menos en el campo, Yago Iglesias recompuso su equipo: Viana pasó a jugar de lateral derecho, y Prada, como central zurdo, mientras Luismi ejercía de central diestro y Silva, como lateral derecho. Theo se olvidó de sacar el balón para pasar a la medular, porque Iricíbar sacaba en largo de puerta, para que la pelearan Ander y Pana.
El Real Avilés había perdido su pujanza de la primera mitad y el Zamora había llevado el partido a su querencia: defender lejos y buscar contras.
Pero sería en una acción perdida cuando marcara el Avilés. Centro desde la izquierda y pelota queda muerta en el área chica para que aparezca Primo y marque (minuto 86).
Poco después llegó la lesión de Viana, sustituido por Nahuel, y una gran oportunidad de Pana que no llegó a rematar, y también la expulsión, a buenas horas mangas verdes, de Isi Ros, el mejor jugador visitante, pero que debió abandonar el campo antes que Pau Miguélez.
Corolario: Además de contar con un enemigo tan importante como los árbitros, en los partidos ante Torrelavega y Avilés, el Zamora debería, cuando toma ventaja, firmar la victoria con algún tanto más, porque esas ventajas mínimas siempre acaban en reparto de puntos que sientan muy mal, desmoralizan y desilusionan. En verdad, no hay un hombre gol en esta plantilla, porque eso cuesta mucho dinero, y no estamos para despilfarros.






























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