El Zamora CF juega esta tarde en La Balastera un partido esencial

Hoy, domingo, a las cinco de la tarde, otra final para el Zamora CF y también para el propietario del terreno de juego, el Palencia Cristo Olímpico, en La Balastera. Y califico de tal guisa este encuentro para los rojiblancos y también para los morados, porque ambos necesitan la victoria para seguir luchando por sus objetivos. El cuadro de Yago Iglesias, que viene padeciendo parcialísimos arbitrajes en el Ruta de la Plata, tiene que ganar, porque ni tan si quiera le valdría el empate, pues el puntito te aleja de los puestos del play-off, como viene sucediendo en los tres últimos compromisos: en casa, ante Torrelavega y Avilés, y en el feudo del Arenteiro.

Yago seguirá sin poder contar con Jesús Rueda y, además, por supuesto, sin Dani Hernández, y tampoco, por su expulsión del pasado domingo, con Pau Miguélez. Quizá la duda del técnico gallego resida en a quién colocar en la medular junto a Juanan, que atraviesa por un gran momento. Marc Caballé sigue si mostrar las cualidades que expuso en los partidos de pretemporada, muy apático, sin demostrar su presunta calidad. Por lo tanto, Vallejo podría ocupar su posición en la medular.

El cuadro castellano suma 21 puntos, producto de haber ganado cinco partidos y empatado seis. El talón de Aquiles de los palentinos se encuentra en su capacidad ofensiva, porque solo han marcado ocho goles en estas 16 jornadas. Pero, en cambio, su trama defensiva resulta ciertamente impresionante, porque solo recibieron nueve tantos. Guarismo propio de los mejores del grupo, de los tres primeros clasificados. Y un dato esencial: los morados tienen el descenso a dos puntos.

Cabe colegir que si el Zamora se adelante en el marcador, dada el escaso poder ofensivo de locales, daría un importante paso para sumar una victoria más, cada vez más necesaria, después de esos tres empates consecutivos: tres puntos de los doce posibles. Y pedir que el árbitro de la contienda no favorezca al cuadro rojiblanco, hecho imposible, pero sí que se muestre imparcial, que haga justicia, que es lo que se exige a un colegiado.