El partido, nonato, de Francisco J. Requejo, el enemigo a batir para el PP

Partido Popular y PSOE tienen un enemigo electoral: el partido que lidere Francisco José Requejo. Quizá para los socialistas Izquierda Unida sea la otra formación que les siga quitando lo que ellos consideran sus votantes. Pero hay un sector de centro izquierda que podría irse con el actual presidente de la Diputación.

El PP perderá votos por la derecha, por Vox, partido que todavía no ha presentado a su candidato ni ha dicho esta boca es mía. No se sabe nada de la formación conservadora, solo que tiene a un vicepresidente en la Junta que favorece los intereses demagógicos del Gobierno de Sánchez y Unidas Podemos.

Ahora bien, los electores que se sientan más zamoranos que de izquierdas o derechas, que posean menos ideologización, considerarán a Requejo y su nuevo partido los candidatos ideales para depositar en las urnas aquellas papeletas con Zamora sí, nombre con el que algunos adelantado han bautizado a un partido nonato. A mí ese nombre no me pone mucho. Pero me parece idóneo para tirar de esa Zamora sí…al desarrollo, al futuro, a la transformación, a poblar la ciudad, a embellecerla…

Por el contrario, también podría acuñarse un Zamora no…al caciquismo, a los partidos nacionales, al sectarismo, a la despoblación, a la incultura, al olvido…

Sea como fuere, a cuatro meses del mes de mayo, cuando, de manera oficial, se iniciará la campaña electoral, Requejo empieza a sufrir ataques, de momento, velados, casi espirituales. Verbigracia: el periódico foráneo que se vende aquí, cada vez menos, como sucede con toda la prensa nacional de kiosco, hacía públicas unas declaraciones de un alto cargo de Ciudadanos en Valladolid, sobre un posible pacto con la formación de Requejo. Se busca enredar, encizañar, desdibujar. El actual presidente de la Diputación afirmó, no hace mucho tiempo, que no se presentará bajo las siglas de Ciudadanos. Lógico. Otra cuestión radica en que militantes del partido naranja puede hacer campaña con Requejo o formar parte de listas electorales.

 Los zamoranos normales, lo que no son hinchas de partidos, ni padecen una gran carga ideológica, casi siempre basada en el odio al rival, apostarán por Requejo, porque consideran que es un político que no necesita vivir de la política, que ha trabajado por Zamora, como se demostró con Fromago, que tiene ideas, que ha viajado a Braganza en numerosas ocasiones, porque sabe que nuestro futuro como ciudad –también como provincia-se encuentra en el occidente luso, en Tras os Montes y Oporto, a los que nunca se les ha tenido como extranjeros, sino como hermanos, más queridos que los catalanes y los vascos secesionistas.

Y muchos proyectos que recorren las circunvalaciones de su cerebro político no los ha ejecutado, porque ha gobernado de aquella manera, pues ha sido uno frente a doce, si bien un buen número de esa docena de populares lo aprecian y le ayudaron.

El PSOE, de momento, no teme a Requejo, porque aprecia que nunca más en unos comicios locales puede quedarse en tres ediles, como sucedió en 2019. Si Izquierda Unida alcanzó esa mayoría absoluta se debió, en primer lugar, a que muchos votantes socialistas, cansados, hartos, se pasaron a Guarido. Ahora, ese buen tipo que es David Gago aspirar a reintegrar a los críticos a la papeleta socialista y después a las urnas. Por lo tanto, el aparato socialista intentará convencer a los suyos para que apuesten por su candidato. Pero se necesitan ideas y un gran apoyo de La Moncloa. Convencido estoy que, después de la Semana Santa –Domingo de Ramos es 2 de abril- se anunciará a los zamoranos proyectos estatales para nuestra ciudad. Si no es así, Gago se encontrará, de nuevo, solo ante el peligro.

Corolario: Requejo tendrá que enrocarse desde ya para evitar, a través de los medios de comunicación afines al PP, dimes y diretes, cotilleos y felonías. Al loro.

Eugenio-Jesús de Ávila