IDEAS
La Guardia Civil merece un cuartel más moderno en Zamora
El acuartelamiento actual se ocupó en 1973
El túnel de lo que fue la vía férrea de la Ruta de la Plata, aquel que se iniciaba dónde hoy se ubica el Centro Médico Santa Elena y concluía frente al cine Barrueco, atraviesa por debajo del Cuartel de la Guardia Civil. Durante los años del plomo, del terrorismo etarra, los miembros de la Benemérita y sus familias corrieron un peligro mortal, porque ETA tuvo la oportunidad de colocar sus diabólicos explosivos debajo del acuartelamiento. Olvido ese pasado para proponer después una idea, porque pienso que el centro de la ciudad no es la mejor ubicación para el Cuartel, ni tampoco reúne las condiciones idóneas para el trabajo cotidiano ni para que algunas familias vivan en ese edificio: pasillos estrechísimos, habitaciones y alcobas mínimas. La Guardia Civil, el cuerpo más querido de los españoles, merece trabajar y vivir en unas instalaciones acordes a esta tercera década del siglo XXI. Desde su ocupación, en el año 1973, ha pasado medio siglo.
Propongo al Gobierno de la nación que contemple la posibilidad de construir un nuevo acuartelamiento para la Benemérita en los alrededores de la ciudad, pero no en su centro, porque facilitaría, además, la entrada y salida de vehículos y personal. A los diputados nacionales del PSOE, PP y Ciudadanos les pediría que tratasen este asunto con los responsables nacionales de la Guardia Civil.
El barrio de Vista Alegre, donde sobre espacio, podría ser el espacio adecuado para ese proyecto. Un cuerpo de esa importancia debería trabajar en un cuartel de amplias dimensiones, con viviendas modernas y adaptadas a las familias de este tiempo que nos ha tocado vivir; con un patio de armas acorde a las necesidades de los miembros de la Benemérita. En esa zona de la ciudad, tendría una salida magnífica por carretera y autovía, sin tener que atravesar la ciudad, con los inconvenientes que conlleva.
El terreno que ocupa ahora el acuartelamiento se ajardinaría y presidiría una gran fuente ornamental, creándose una plaza en el mismo centro de Zamora. Y si, además, la vieja estación de autobuses, a un cruce de paso de peatones del Cuartel de la Benemérita, se derriba para construir, si se quiere, un edificio municipal, con aparcamiento subterráneo, la ciudad recuperaría un espacio urbano que ahora presenta escaso atractivo. Lo ideal, por supuesto, sería que se comprase la Plaza de Toros a sus propietarios, se restaurase y equipase para algo más que una corrida de toros al año.
Ignoro si algún partido político zamorano ha pensado en transformar esa zona céntrica de la ciudad, pero creo que sería una idea a tener en cuenta.
Eugenio-Jesús de Ávila
El túnel de lo que fue la vía férrea de la Ruta de la Plata, aquel que se iniciaba dónde hoy se ubica el Centro Médico Santa Elena y concluía frente al cine Barrueco, atraviesa por debajo del Cuartel de la Guardia Civil. Durante los años del plomo, del terrorismo etarra, los miembros de la Benemérita y sus familias corrieron un peligro mortal, porque ETA tuvo la oportunidad de colocar sus diabólicos explosivos debajo del acuartelamiento. Olvido ese pasado para proponer después una idea, porque pienso que el centro de la ciudad no es la mejor ubicación para el Cuartel, ni tampoco reúne las condiciones idóneas para el trabajo cotidiano ni para que algunas familias vivan en ese edificio: pasillos estrechísimos, habitaciones y alcobas mínimas. La Guardia Civil, el cuerpo más querido de los españoles, merece trabajar y vivir en unas instalaciones acordes a esta tercera década del siglo XXI. Desde su ocupación, en el año 1973, ha pasado medio siglo.
Propongo al Gobierno de la nación que contemple la posibilidad de construir un nuevo acuartelamiento para la Benemérita en los alrededores de la ciudad, pero no en su centro, porque facilitaría, además, la entrada y salida de vehículos y personal. A los diputados nacionales del PSOE, PP y Ciudadanos les pediría que tratasen este asunto con los responsables nacionales de la Guardia Civil.
El barrio de Vista Alegre, donde sobre espacio, podría ser el espacio adecuado para ese proyecto. Un cuerpo de esa importancia debería trabajar en un cuartel de amplias dimensiones, con viviendas modernas y adaptadas a las familias de este tiempo que nos ha tocado vivir; con un patio de armas acorde a las necesidades de los miembros de la Benemérita. En esa zona de la ciudad, tendría una salida magnífica por carretera y autovía, sin tener que atravesar la ciudad, con los inconvenientes que conlleva.
El terreno que ocupa ahora el acuartelamiento se ajardinaría y presidiría una gran fuente ornamental, creándose una plaza en el mismo centro de Zamora. Y si, además, la vieja estación de autobuses, a un cruce de paso de peatones del Cuartel de la Benemérita, se derriba para construir, si se quiere, un edificio municipal, con aparcamiento subterráneo, la ciudad recuperaría un espacio urbano que ahora presenta escaso atractivo. Lo ideal, por supuesto, sería que se comprase la Plaza de Toros a sus propietarios, se restaurase y equipase para algo más que una corrida de toros al año.
Ignoro si algún partido político zamorano ha pensado en transformar esa zona céntrica de la ciudad, pero creo que sería una idea a tener en cuenta.
Eugenio-Jesús de Ávila



























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