NUESTRA HISTORIA
La traición de Galba
En la Historia General de la Provincia de Zamora, cuenta don Ursicino Álvarez que, en el año 141 a.C. los lusitanos consiguieron importantes victorias sobre los invasores romanos. Un importante número de guerreros lusitanos se había rebelado contra la autoridad romana cuando apareció en la Hispania Ulterior el pretor Galba con instrucciones para combatir a los rebeldes.
El cruel General Servio Sulpicio Galba marchó sobre la Lusitania llevándose todo a sangre y fuego sin ningún miramiento ni piedad. Sorprendidos los lusitanos de tanto daño recibido, aunque habían firmado la paz con su antecesor M. Atilio, enviaron embajadores a los que recibió Galba con cortesía dirigiéndoles un correcto discurso, propio de uno de los más distinguidos oradores de Roma, disculpó las fechorías como necesidad de buscar alimentos para el ejército y les persuadió de que su objeto era solo darles tierras donde sustentarse.
Pidió a los lusitanos que volvieran a los pocos días donde él les esperaría para negociar. Confiados los de Lusitania, aceptaron la propuesta y al cumplirse el plazo se presentaron ante el Pretor quien, descuidados como llegaban los hizo desarmar , tras lo cual fueron divididos en tres grupos y conducidos a un llano de las proximidades. Llegados a este punto muy pocos sospecharon las verdaderas intenciones de Galba, quien rápidamente dio órdenes de liquidar a todos los que allí se encontraban, salvo un pequeño número al que decidió perdonar la vida con el fin de venderlos como esclavos.
La masacre fue total y fueron muy pocos los que sobrevivieron. Los historiadores romanos se hicieron eco de la extremada crueldad del Pretor, aunque discrepan en las cifras totales de muertos: 8000 según Valerio Máximo y 30.000 según Suetonio. Tras finalizar su mandato en la Hispania Ulterior, Galba regresó a Roma, donde el Senado cuestionó su actuación en tierras lusitanas por considerarla deshonrosa, abriendo causa judicial contra él en el año 149 a.C.
Algunos años más tarde aparecería Viriato, que en aquella funesta jornada debía ser muy niño, protagonizando victoriosas campañas contra los romanos. Aquel hombre rudo, desconocido, de procedencia humilde, nacido en tierras de Sayago consiguió las más brillantes hazañas que proporcionaron las ocho franjas de la Enseña Bermeja simbolizando cada una de las batallas ganadas a los romanos.
Balbino Lozano
En la Historia General de la Provincia de Zamora, cuenta don Ursicino Álvarez que, en el año 141 a.C. los lusitanos consiguieron importantes victorias sobre los invasores romanos. Un importante número de guerreros lusitanos se había rebelado contra la autoridad romana cuando apareció en la Hispania Ulterior el pretor Galba con instrucciones para combatir a los rebeldes.
El cruel General Servio Sulpicio Galba marchó sobre la Lusitania llevándose todo a sangre y fuego sin ningún miramiento ni piedad. Sorprendidos los lusitanos de tanto daño recibido, aunque habían firmado la paz con su antecesor M. Atilio, enviaron embajadores a los que recibió Galba con cortesía dirigiéndoles un correcto discurso, propio de uno de los más distinguidos oradores de Roma, disculpó las fechorías como necesidad de buscar alimentos para el ejército y les persuadió de que su objeto era solo darles tierras donde sustentarse.
Pidió a los lusitanos que volvieran a los pocos días donde él les esperaría para negociar. Confiados los de Lusitania, aceptaron la propuesta y al cumplirse el plazo se presentaron ante el Pretor quien, descuidados como llegaban los hizo desarmar , tras lo cual fueron divididos en tres grupos y conducidos a un llano de las proximidades. Llegados a este punto muy pocos sospecharon las verdaderas intenciones de Galba, quien rápidamente dio órdenes de liquidar a todos los que allí se encontraban, salvo un pequeño número al que decidió perdonar la vida con el fin de venderlos como esclavos.
La masacre fue total y fueron muy pocos los que sobrevivieron. Los historiadores romanos se hicieron eco de la extremada crueldad del Pretor, aunque discrepan en las cifras totales de muertos: 8000 según Valerio Máximo y 30.000 según Suetonio. Tras finalizar su mandato en la Hispania Ulterior, Galba regresó a Roma, donde el Senado cuestionó su actuación en tierras lusitanas por considerarla deshonrosa, abriendo causa judicial contra él en el año 149 a.C.
Algunos años más tarde aparecería Viriato, que en aquella funesta jornada debía ser muy niño, protagonizando victoriosas campañas contra los romanos. Aquel hombre rudo, desconocido, de procedencia humilde, nacido en tierras de Sayago consiguió las más brillantes hazañas que proporcionaron las ocho franjas de la Enseña Bermeja simbolizando cada una de las batallas ganadas a los romanos.
Balbino Lozano
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