Sara Castro se enfrenta a Estepona, su equipo de principios de temporada

Sara Castro Marrero fue la jugadora encargada de acompañar a Vasconcelos en la previa del partido que su equipo jugara en Estepona, ciudad de la que vino hace pocas jornadas para cambiar de proyecto al fichar por el Zamarat.

“Voy con ganas, la verdad, de volver otra vez al Pinedo, de ver otra vez a mis compañeras… comienza su declaración de intenciones refiriéndose al pasado inminente y después se centra en el presente, el equipo naranja: “Estamos haciendo lo que podemos con la plantilla que hay ahora mismo. Estamos entrenando bastante bien y con ganas, la verdad, de ir para allí”.

Ve a un rival incierto, que dependerá de las 2 o 3 referentes que tengan y el partido irá mejor si tienen control sobre ellas. “Han tenido algunos problemas dentro del equipo ya que se han ido cinco o seis jugadoras, además del cuerpo técnico. Ahora están en reconstrucción y, entonces, no se puede saber muy bien qué esperar”.

En cuanto a su situación personal, dijo estar adaptándose a los requerimientos de su entrenador. En ataque, “nunca he tenido esa disciplina de tener que estar en un sitio o en otro, cuando el balón está en determinado sitio ir a cortar. Todo eso me está costando un poquito. Esto me viene bien para aprender esa disciplina y aprender baloncesto, que es lo que necesitaba”.

Piensa que el cambio de aires es una segunda oportunidad de cara al ascenso, ya que el Estepona estaba estructurado para ello, pero los problemas entre directivos lo frustraron, “y ahora quiero aprovecharla”