DESARROLLO Y PROGRESO
Zamora necesita un Polígono Industrial propio en terrenos del alfoz
Ha tiempo dediqué varios artículos a escribir sobre la paupérrima, pero loable, presencia de empresas en los dos polígonos urbanos de Zamora, el de Los Llanos y el de La Hiniesta, con una segunda ampliación fallida. En mi candidez, pedía al Ayuntamiento, entonces regido por Izquierda Unida y el PSOE, que cediese los terrenos a coste cero y, además, no percibiese un solo euro de impuestos municipales hasta que las empresas obtuviesen beneficios.
En mi ignorancia supina, juzgaba que Zamora carecía de demanda empresarial porque sus terrenos industriales resultaban onerosos para invertir. De ahí que el alto coste económico del metro cuadrado en Los Llanos y La Hiniesta alejase a los emprendedores de su primitiva intención: invertir en nuestra ciudad, en sus dos polígonos.
Una mañana, en una rueda de prensa celebrada en el Consejo Consultivo, a la que asistió Francisco Guarido, le pedí al regidor de la ciudad que por qué no “regalaba” terrenos industriales a los empresarios que se interesaran por invertir en Zamora e incluso que no gravase fiscalmente a las empresas allí establecidas hasta que no recogieran beneficios. El alcalde me escuchó, como suele ser su conducta, para responder que ambos polígonos no son propiedad del Ayuntamiento, sino del Estado y de la Junta. Por lo tanto, la Casa de las Panaderas carece de poder para decidir en torno al coste de esos terrenos.
Colegí que Zamora necesitaba, de forma imperiosa, un polígono industrial propio, administrado por el municipio. Desde entonces, algo más de un lustro, nada se ha hecho. Mientras, los dos polígonos siguen languideciendo. No hay empresas foránea que se interese por instalarse en Zamora.
En aquel mandato IU-PSOE, recuerdo que Antidio Fagúndez, teniente alcalde, viajo a Madrid para entrevistarse con responsables de Adif, con el objetivo de que los terrenos del complejo de la Estación del Ferrocarril se cediesen al Ayuntamiento. La idea me pareció muy loable. Nunca más se ha vuelto a insistir en este asunto y ahora el diputado nacional por Zamora del PSOE tiene mucho más poder político.
No me olvido tampoco que Zamora despreció, por intereses mezquinos, una inversión de más de cien millones de euros en un Polígono Industrial de La Junta de Castilla y León en los terrenos de la llamada recta de Coreses. Nuestra ciudad, por enésima vez, rechazaba el progreso, porque prefería seguir en el atraso económico y cultural.
Insisto, artículo sí y artículo también, en que el Ayuntamiento de Zamora y los representantes de la CEOE-Cepyme y Cámara de Comercio, por obligación, por supervivencia, tienen que buscar fuera aquello de lo que carece: empresarios. Acudir a los centros económicos más importantes de España, pertrechados con un dossier que incluya infraestructuras terrestres y ferroviarias, estudio del mercado laboral de nuestra ciudad y provincia, datos sociológicos y todo aquello que contribuya a potenciar una oferta atractiva para grandes empresas.
Ahora bien, sin contar con un polígono industrial propio, que podría ser el antes citado de la Estación del Ferrocarril, o en Coreses u otras localidades del alfoz, la oferta zamorana se hallaría huérfana de demandas empresariales.
A primera hora de esta tarde, en horario taurino lorquiano, Prada Saavedra convocó una rueda de prensa para informar sobre dos propuestas, que considero menores; pero, en el turno de preguntas, le cuestioné sobre industrializar Zamora, y el alcaldable popular, respondió que una cuestión clave de su programa consistirá en contar con un Polígono Industrial propio, que no sería urbano, sino que se ubicaría en terrenos del alfoz de la capital. Después, una vez construido, salir del Ayuntamiento a venderlo al mejor postor, con una oferta importante en coste del metro cuadrado y fiscalidad especial.
Ese proyecto del PP no es ni de izquierdas ni de derechas, sino de todo político zamorano que anhele que Zamora deje de ser la cenicienta industrial de Castilla y León, el ano de lo que queda de España. Exijo, por tanto, a todos los partidos que se presentan a los comicios municipales de mayo, que lleven esta idea a sus programas. Y, una vez formado equipo de gobierno, se aceleren las gestiones para ejecutarlo. Eso es todo...y tanto o nada.
Eugenio-Jesús de Ávila
Ha tiempo dediqué varios artículos a escribir sobre la paupérrima, pero loable, presencia de empresas en los dos polígonos urbanos de Zamora, el de Los Llanos y el de La Hiniesta, con una segunda ampliación fallida. En mi candidez, pedía al Ayuntamiento, entonces regido por Izquierda Unida y el PSOE, que cediese los terrenos a coste cero y, además, no percibiese un solo euro de impuestos municipales hasta que las empresas obtuviesen beneficios.
En mi ignorancia supina, juzgaba que Zamora carecía de demanda empresarial porque sus terrenos industriales resultaban onerosos para invertir. De ahí que el alto coste económico del metro cuadrado en Los Llanos y La Hiniesta alejase a los emprendedores de su primitiva intención: invertir en nuestra ciudad, en sus dos polígonos.
Una mañana, en una rueda de prensa celebrada en el Consejo Consultivo, a la que asistió Francisco Guarido, le pedí al regidor de la ciudad que por qué no “regalaba” terrenos industriales a los empresarios que se interesaran por invertir en Zamora e incluso que no gravase fiscalmente a las empresas allí establecidas hasta que no recogieran beneficios. El alcalde me escuchó, como suele ser su conducta, para responder que ambos polígonos no son propiedad del Ayuntamiento, sino del Estado y de la Junta. Por lo tanto, la Casa de las Panaderas carece de poder para decidir en torno al coste de esos terrenos.
Colegí que Zamora necesitaba, de forma imperiosa, un polígono industrial propio, administrado por el municipio. Desde entonces, algo más de un lustro, nada se ha hecho. Mientras, los dos polígonos siguen languideciendo. No hay empresas foránea que se interese por instalarse en Zamora.
En aquel mandato IU-PSOE, recuerdo que Antidio Fagúndez, teniente alcalde, viajo a Madrid para entrevistarse con responsables de Adif, con el objetivo de que los terrenos del complejo de la Estación del Ferrocarril se cediesen al Ayuntamiento. La idea me pareció muy loable. Nunca más se ha vuelto a insistir en este asunto y ahora el diputado nacional por Zamora del PSOE tiene mucho más poder político.
No me olvido tampoco que Zamora despreció, por intereses mezquinos, una inversión de más de cien millones de euros en un Polígono Industrial de La Junta de Castilla y León en los terrenos de la llamada recta de Coreses. Nuestra ciudad, por enésima vez, rechazaba el progreso, porque prefería seguir en el atraso económico y cultural.
Insisto, artículo sí y artículo también, en que el Ayuntamiento de Zamora y los representantes de la CEOE-Cepyme y Cámara de Comercio, por obligación, por supervivencia, tienen que buscar fuera aquello de lo que carece: empresarios. Acudir a los centros económicos más importantes de España, pertrechados con un dossier que incluya infraestructuras terrestres y ferroviarias, estudio del mercado laboral de nuestra ciudad y provincia, datos sociológicos y todo aquello que contribuya a potenciar una oferta atractiva para grandes empresas.
Ahora bien, sin contar con un polígono industrial propio, que podría ser el antes citado de la Estación del Ferrocarril, o en Coreses u otras localidades del alfoz, la oferta zamorana se hallaría huérfana de demandas empresariales.
A primera hora de esta tarde, en horario taurino lorquiano, Prada Saavedra convocó una rueda de prensa para informar sobre dos propuestas, que considero menores; pero, en el turno de preguntas, le cuestioné sobre industrializar Zamora, y el alcaldable popular, respondió que una cuestión clave de su programa consistirá en contar con un Polígono Industrial propio, que no sería urbano, sino que se ubicaría en terrenos del alfoz de la capital. Después, una vez construido, salir del Ayuntamiento a venderlo al mejor postor, con una oferta importante en coste del metro cuadrado y fiscalidad especial.
Ese proyecto del PP no es ni de izquierdas ni de derechas, sino de todo político zamorano que anhele que Zamora deje de ser la cenicienta industrial de Castilla y León, el ano de lo que queda de España. Exijo, por tanto, a todos los partidos que se presentan a los comicios municipales de mayo, que lleven esta idea a sus programas. Y, una vez formado equipo de gobierno, se aceleren las gestiones para ejecutarlo. Eso es todo...y tanto o nada.
Eugenio-Jesús de Ávila



























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