ATENEO
El saco de disculpas
Alfonso J. Vázquez Vaamonde
Son baratos. Todo el mundo tiene un saco; o dos o tres, para no hacer lo que debió hacer. Hay que ser reflexivo, pero la disculpa “en la duda abstente” llena esos sacos. Descartes dijo “pienso, es decir, dudo, luego existo”; dejo el saco de sus dudas y sembró el camino que recorría con la decencia de las flores de su pensamiento. El mundo progresó cuando ¿hace decenas de siglos quizá?, alguien dijo: la esclavitud es una indecencia. La indecencia le sobrevivió. pero triunfó sólo con decirlo e intentarlo. ¡Hasta fines del S. XIX! no se ilegalizó, aun hoy es una realidad.
El derecho a la educación universal pudo ser una realidad el 11.02.1870 hace 150º años de la I República. El esbirro de turno, Pavía y Martínez Campos, al servicio de los reaccionarios que gritaran ¡vivan las cadenas! dieron otro golpe de Estado de Fernando VII y nos impusieron a los borbones recién echados por ladrones, entre otros méritos. El 14.04.1931 con la II República e las mujeres alcanzaron sus propios derechos: ser seres humanos libres, con derecho al voto, a la educación pública; a disolver un matrimonio fracasado hasta que los mismos esbirros de estos reaccionarios impusieron cuarenta años de retroceso y de nuevo a los borbones a los que habíamos vuelto a echar.
Hace tiempo, mi amigo Francisco José Alonso Rodríguez, Presidente de la liga proderecho humanos de España, propuso a la Presidente de las Cortes acabar con la indecencia borbónica de la entrega del Sahara no a los saharauis sino a sátrapa de Hassan II y devolverles la nacionalidad robada hasta que, independientes, puedan tener la suya. La Srª Rudi, Presidente del Congreso, dijo que lo estudiarían ¿Qué hicieron los “estudiosos” desde entonces? Nada. Un hecho reciente desmerece a un Presidente que pasará a la historia por varios méritos, pero con la tacha infame de su indecencia con los saharauis.
¿Qué piensa hacer el PSOE? ¿Repetirá el error cometido de no apoyó a Clara Campoamor? ¿Le entregará el mérito a la derecha reaccionaria; a los hijos y nietos de los autores de la infamia de la mano del borbón que un par de días después juró que nos seguiría privando de la libertad cb las leyes fascistas? Ayuso, tras reprocharle su fascismo, dijo: “eso es estar en el lado bueno de la historia”. Ahí está esperando el batacazo del Feijoo; no confundirlo con el inteligente Fray Benito Jerónimo de Feijoo, autor desconocido para tantos, cuyo capítulo XVI “En defensa de la mujer”, de su Teatro Universal, finalizaba el S. XVIII, aun rechazan sus votantes.
Mi amigo Alonso no contó cuántos apoyarían su propuesta; dio el paso al frente y defendió en honrosa minoría la decencia personal en un país corrupto. Si los demás no te secundan suya es la responsabilidad de su insolidaridad. No hacer nada porque falta de probabilidades de éxito es de mediocres. Decía mi madre ¡seamos tú y yo decentes y habrá dos indecentes menos en el mundo! No es ridículo defender causas perdidas, lo ridículo es defender causas ganadas.
Hoy esa misma iniciativa la ha presentado Enrique de Santiago que conocía la de mi amigo Alonso. La ha representado, y suyo ser-a el mérito si logra los apoyos bastantes. Ha dicho lo que pensamos las persona decentes; es una “obligación de esta Cámara hacer justicia con el agravio histórico cometido contra el pueblo saharaui´, por `la entrega de un territorio pendiente de descolonización´ a Marruecos y la `actuación vergonzante que protagonizó el franquismo moribundo´, de la que se deriva a su juicio `una deuda histórica´ de España con el Sáhara Occidental”.
Pero hay dos errores; es una deuda actual; lo dice la ONU; y aquello no era el franquismo moribundo; su misma corrupción campan por sus respetos con el respaldo borbónico. Siguen queriendo quedarse con España “porque es sólo de ellos”. Me duele el cinismo de los hijos y nietos de los que vendieron a los saharauis apoyando “éticamente” lo contrario de lo que hicieron sus padres y abuelos. Lo que siempre hicieron los borbones, vender el territorio con las personas dentro como quien vende una finca con sus ovejas. Los franquistas actuales piensan lo mismo que pensaban sus padres de los saharauis. Ojalá el PSOE no cometa el mismo error que con Clara Campoamor y apoye la decencia.
Recordando a mi amigo Alonso, también a Fungariño que fue fiscal Jefe de la Audiencia -Nacional y miembros de la Liga Española Pro-Derechos Humanos, reivindico a la gente que no necesita referentes; ellos se convierten en referentes por hacer lo que toca sin esperar más. Me gusta la gente reflexiva que actúa, que da un paso al frente, que se equivocan y corrige, que siguen andando, solos o acompañados; de los trece de la fama o de una multitud. Lo hizo Feijoo, aquel inteligente del S XVIII y lo denostaron desde sus sacos. El camino está delante. Triunfar es el objetivo de los mediocres. El triunfo es hacer hoy lo que debió iniciarse ayer. Abandonar el saco de disculpas hace el camino más ágil. Con nosotros o detrás, otros seguirán el camino. ¡Iniciarlo es el triunfo!; el fin sólo lo culmina. Allá lejos, sentados en sus sacos de disculpas, siguen diciendo “aún no es el momento”. Hoy el Fiscal Eduardo Fungariño ya fallecido estaría contento al ver que una iniciativa en la que formo parte es aprobada 20 años después, aunque el autor de la propuesta de hoy no reconozca de donde la copio. De las personas que más han rendido en favor del Pueblo Saharaui podríamos citar a los Fiscales Eduardo Fungariño, Felipe Briones (Fiscal Jefe anticorrupción de Alicante) y Francisco José Alonso Rodríguez Presidente de la Liga Española Pro-Derechos Humanos.
Son baratos. Todo el mundo tiene un saco; o dos o tres, para no hacer lo que debió hacer. Hay que ser reflexivo, pero la disculpa “en la duda abstente” llena esos sacos. Descartes dijo “pienso, es decir, dudo, luego existo”; dejo el saco de sus dudas y sembró el camino que recorría con la decencia de las flores de su pensamiento. El mundo progresó cuando ¿hace decenas de siglos quizá?, alguien dijo: la esclavitud es una indecencia. La indecencia le sobrevivió. pero triunfó sólo con decirlo e intentarlo. ¡Hasta fines del S. XIX! no se ilegalizó, aun hoy es una realidad.
El derecho a la educación universal pudo ser una realidad el 11.02.1870 hace 150º años de la I República. El esbirro de turno, Pavía y Martínez Campos, al servicio de los reaccionarios que gritaran ¡vivan las cadenas! dieron otro golpe de Estado de Fernando VII y nos impusieron a los borbones recién echados por ladrones, entre otros méritos. El 14.04.1931 con la II República e las mujeres alcanzaron sus propios derechos: ser seres humanos libres, con derecho al voto, a la educación pública; a disolver un matrimonio fracasado hasta que los mismos esbirros de estos reaccionarios impusieron cuarenta años de retroceso y de nuevo a los borbones a los que habíamos vuelto a echar.
Hace tiempo, mi amigo Francisco José Alonso Rodríguez, Presidente de la liga proderecho humanos de España, propuso a la Presidente de las Cortes acabar con la indecencia borbónica de la entrega del Sahara no a los saharauis sino a sátrapa de Hassan II y devolverles la nacionalidad robada hasta que, independientes, puedan tener la suya. La Srª Rudi, Presidente del Congreso, dijo que lo estudiarían ¿Qué hicieron los “estudiosos” desde entonces? Nada. Un hecho reciente desmerece a un Presidente que pasará a la historia por varios méritos, pero con la tacha infame de su indecencia con los saharauis.
¿Qué piensa hacer el PSOE? ¿Repetirá el error cometido de no apoyó a Clara Campoamor? ¿Le entregará el mérito a la derecha reaccionaria; a los hijos y nietos de los autores de la infamia de la mano del borbón que un par de días después juró que nos seguiría privando de la libertad cb las leyes fascistas? Ayuso, tras reprocharle su fascismo, dijo: “eso es estar en el lado bueno de la historia”. Ahí está esperando el batacazo del Feijoo; no confundirlo con el inteligente Fray Benito Jerónimo de Feijoo, autor desconocido para tantos, cuyo capítulo XVI “En defensa de la mujer”, de su Teatro Universal, finalizaba el S. XVIII, aun rechazan sus votantes.
Mi amigo Alonso no contó cuántos apoyarían su propuesta; dio el paso al frente y defendió en honrosa minoría la decencia personal en un país corrupto. Si los demás no te secundan suya es la responsabilidad de su insolidaridad. No hacer nada porque falta de probabilidades de éxito es de mediocres. Decía mi madre ¡seamos tú y yo decentes y habrá dos indecentes menos en el mundo! No es ridículo defender causas perdidas, lo ridículo es defender causas ganadas.
Hoy esa misma iniciativa la ha presentado Enrique de Santiago que conocía la de mi amigo Alonso. La ha representado, y suyo ser-a el mérito si logra los apoyos bastantes. Ha dicho lo que pensamos las persona decentes; es una “obligación de esta Cámara hacer justicia con el agravio histórico cometido contra el pueblo saharaui´, por `la entrega de un territorio pendiente de descolonización´ a Marruecos y la `actuación vergonzante que protagonizó el franquismo moribundo´, de la que se deriva a su juicio `una deuda histórica´ de España con el Sáhara Occidental”.
Pero hay dos errores; es una deuda actual; lo dice la ONU; y aquello no era el franquismo moribundo; su misma corrupción campan por sus respetos con el respaldo borbónico. Siguen queriendo quedarse con España “porque es sólo de ellos”. Me duele el cinismo de los hijos y nietos de los que vendieron a los saharauis apoyando “éticamente” lo contrario de lo que hicieron sus padres y abuelos. Lo que siempre hicieron los borbones, vender el territorio con las personas dentro como quien vende una finca con sus ovejas. Los franquistas actuales piensan lo mismo que pensaban sus padres de los saharauis. Ojalá el PSOE no cometa el mismo error que con Clara Campoamor y apoye la decencia.
Recordando a mi amigo Alonso, también a Fungariño que fue fiscal Jefe de la Audiencia -Nacional y miembros de la Liga Española Pro-Derechos Humanos, reivindico a la gente que no necesita referentes; ellos se convierten en referentes por hacer lo que toca sin esperar más. Me gusta la gente reflexiva que actúa, que da un paso al frente, que se equivocan y corrige, que siguen andando, solos o acompañados; de los trece de la fama o de una multitud. Lo hizo Feijoo, aquel inteligente del S XVIII y lo denostaron desde sus sacos. El camino está delante. Triunfar es el objetivo de los mediocres. El triunfo es hacer hoy lo que debió iniciarse ayer. Abandonar el saco de disculpas hace el camino más ágil. Con nosotros o detrás, otros seguirán el camino. ¡Iniciarlo es el triunfo!; el fin sólo lo culmina. Allá lejos, sentados en sus sacos de disculpas, siguen diciendo “aún no es el momento”. Hoy el Fiscal Eduardo Fungariño ya fallecido estaría contento al ver que una iniciativa en la que formo parte es aprobada 20 años después, aunque el autor de la propuesta de hoy no reconozca de donde la copio. De las personas que más han rendido en favor del Pueblo Saharaui podríamos citar a los Fiscales Eduardo Fungariño, Felipe Briones (Fiscal Jefe anticorrupción de Alicante) y Francisco José Alonso Rodríguez Presidente de la Liga Española Pro-Derechos Humanos.


















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