Tropelías en el Ateneo de Madrid

Por si no fueran pocas las fechorías cometidas por Luis Arroyo desde que llegó como presidente al Ateneo de Madrid: apertura ilegal y gestión opaca de la cantina, venta fraudulenta de la finca de Sevilla la Nueva donada por una consocia para uso y disfrute de los socios, falta de transparencia y oscurantismo en la contabilidad, desarrollo atrabiliario y dictatorial de las juntas generales de socios, etc.,, hemos sufrido recientemente el cierre del Salón de Actos del Ateneo ("Sancta Sanctorum de la Docta Casa") que no ha sido ni explicado ni justificado por Luis Arroyo y sus secuaces, que continúan con acciones propias de una administración desleal y una gestión opaca y engañosa para los socios. Por no decir insultos, difamaciones, amenazas etc.

Hemos podido averiguar que el proyecto para la "Modernización y digitalización de infraestructuras para crear un espacio escénico-musical en el Salón de Actos del Ateneo" (que solo conocemos por el cartel que se muestra con este título y que han colocado en la puerta) corresponde en realidad a una subvención del Ministerio de Cultura y del INAEM, con cargo a los Fondos Europeos "Next Generation"

Los socios damos por supuesto que la “Modernización y digitalización de infraestructuras para crear un espacio escénico-musical¨ no va a afectar a la imagen e integridad del Salón de Actos de nuestro Ateneo. Bien de Interés Cultural. Aunque ni han demostrado los planos ni autorización de obra.

En cualquier caso, en previsión de posibles desperfectos, hemos notificado a las autoridades del Ministerio de Cultura y del INAEM para que supervisen el desarrollo de las obras (que están realizando sin autorización, ni aprobación por la Junta de Socios y estén avisados de posibles averías, como hemos notificado al Ministerio Fiscal de las Obras

Quiero recordar que la ejecución final de estos proyectos ha de ser autorizada por la Comisión Europea y que, en caso de existir incumplimientos las cantidades ya adelantadas por el Estado Miembro habrían de ser devueltas por la entidad beneficiaria.       

Hay que denunciar que no ha habido ni una palabra dirigida al socio sobre un hecho tan importante como es la transformación el Salón de Actos en un estudio para los medios que están detrás de Luis Arroyo, actuación que creemos merece un aviso a las administraciones regionales, nacionales y europeas al afectar a un BIEN DE INTERÉS CULTURAL, CUYA INTEGRIDAD DEBE SER PRESERVADA Y CUIDADA A TODA COSTA.

La Junta de Socios del mes de febrero, celebrada el pasado día 9, constituyó una vez más un desprecio hacía el Reglamento del Ateneo y hacía sus socios. Una vez más antes de mi intervención y en un gesto que le delata como un cobarde, Luis Arroyo abandonó la Junta General en un claro signo de desprecio hacia mi persona sin darse cuenta de que estaba menospreciando al conjunto de socios del Ateneo.

A su vuelta indicó que estaba perfectamente informado de mis cartas, artículos y de la conferencia que pronuncié la semana anterior sobre Derechos Humanos en Dublín, lo que demuestra que siempre estoy en su mala conciencia, pienso que en la misma había algún miembro de la Embajada de España que informaron debidamente a la Cancillería y a La Moncloa en Madrid.” me imagino” ya que hable en ella de la situación que vive hoy el Ateneo de Madrid.

A una pregunta de un socio sobre la desaparición de una pequeña sala cerca de la Biblioteca que tenía una disponibilidad de un microondas, respondió en tono sarcástico y ofensivo que si quería estaba dispuesto a comprar el edifico de la Cienciología. En fin, una serie de contestaciones y salidas de tono impropias de un presidente del Ateneo de Madrid hacia sus consocios.

Como dije el Ateneo que conocimos está a punto de desaparecer, si no somos más operativos y unidos. El Ateneo de Madrid es, sin duda, la única institución privada y pública de España que conserva la democracia en su expresión más original. Los socios, durante estos 200 años hemos venido acordando así. aprobar o rechazar la gestión de la Junta de Gobierno o las nuevas iniciativas a desarrollar.

Desde la llegada hace año y medio de Luis Arroyo y sus secuaces, desembarcando con nuevos socios procedentes en su mayoría de las empresas mediáticas de su entorno, están imponiendo una dictadura, fascismo, amenazas, difamaciones, su mismo padre dice de él que es violento. Así lo ha calificado a coro la Asamblea de Socios.

Incumpliendo sistemáticamente el Reglamento del Ateneo, que intentarán cambiar para suprimir las elecciones cada dos años e imponer la renovación total de la Junta por 4 años, buscando reducir la obligación de dar cuenta de su gestión a solo una vez al año en Asamblea de Socios. Pretenden así modificar el fin social del Ateneo, de Cultural a una especie de Sociedad Anónima, susceptible de “poderse vender” al mejor postor.

Algunos dirán que la forma actual de funcionamiento del Ateneo es poco eficiente, no será para tanto si ha durado 200 años. El Ateneo fue cerrado, amenazado, secuestrado y ahí sigue pese a esos atentados; pero hoy la pareja formada por Luis Arroyo y Pepita Marín (consejera de Prisa como ella misma se presenta), Presidente y Secretaria 1ª (con poco más de un año de socios del Ateneo), nos recuerda a la formada en Nicaragua por Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Esta pareja muestra cinismo y desprecio hacia los socios tradicionales del Ateneo, que son los que lo han mantenido vivo y activo; los de la nueva hornada, de aproximadamente un año de antigüedad, no se siente Ateneístas ya que solo asisten cuando son llamados para votar. Es una señal más de la inexplicable “obediencia ovina”. Los Ateneístas veteranos los denominan “votos del brazo de madera”.” voto ovejuno”.

La prepotencia de Luis Arroyo llega al extremo de DIFAMAR a veinte socios; a algunos, como el anterior Presidente y al anterior candidato a la Presidencia más votado los califica de “eternos enemigos” y a los restantes, entre los que hay que destacar una ex Magistrada de la Audiencia Nacional y otros ex miembros de Juntas Directivas del Ateneo, durante muchos años, de culpables de la quiebra económica y la irrelevancia social, una acusación tan grave como falsa. Por no decir que acusa de pertenecer a la Cienciología (como Pastor Cienciólogo) a otro socio, siendo plenamente consciente de la falsedad de dicha acusación. Su único fin era obtener réditos en las Elecciones a Secciones, que perdieron.

En ese ambiente, con su osadía y prepotencia, mentiras y sectarismo, provoca trifulcas y gritos. La pareja formada por Luis Arroyo y Pepita Marín y sus seguidores nuevos socios se alejan de la ética propia del Ateneo.

Inicialmente se presentaron presumiendo del apoyo de un grupo de intelectuales que llegaban para sacar al Ateneo del “letargo”, citando entre otros a Joan Manuel Serrat, Rosa Montero, José María Lassalle, Ágata Ruiz de la Prada, Alicia Delibes, Fernando Garrigues, Ángeles González Sinde, Joana Bonet, Pepa Bueno, Carmelo Angulo, Javier Limón, Félix Sanz Roldan, Juan José Herrera etc. Nunca visto por el Ateneo.

No podemos tener en la Presidencia del Ateneo a un DIFAMADOR; por eso debería dimitir, y sus acompañantes con él; y deben pensar si quieren pasar a la Historia como los responsables de la destrucción de la entidad que siempre ha sido el Ateneo de Madrid y de su conversión en una especie de Sociedad Mercantil, cuyos objetivos son totalmente distintos al espíritu fundacional del mismo.

Recordemos la frase que dice que los Dictadores suelen: “tener el aplauso y vítores unos minutos y desprecio toda la eternidad”, sin olvidar a uno de nuestro Secretarios 1º Don Ramón Gomez de la Serna, artífice de nuestro Escudo y solía decir, soy Ateneísta porque soy “Un hombre libre”. Es frase los Ateneístas de pro la hacemos nuestra y defenderemos nuestro Ateneo en contra de la Oposición de la Moncloa, Prisa y el Grupos Económicos que están detrás de la compra del Ateneo y tienen como se dice tienten testaferros para facilitarles en camino. “Pelear y morir heroicamente deja un halo de grandeza, dejarse explotar es humillante”, frase que también  debemos hacer nuestra los Ateneístas de pro dicha por Don Claudio Sánchez-Albornoz.

Febrero 2023