Europa hoy: un proyecto totalitario

   Al parecer, Europa no tuvo bastante con los déspotas ilustrados, rehenes de la patulea intelectual dieciochesca, quienes desde una incompetente modorra llevaron al genocidio de la Revolución, después al multiplicado del primer gran sátrapa contemporáneo, un Napoleón que puso a sangre y fuego el continente entero. En la actualidad  la UE lleva parecido camino, desde el afán de la eurocracia por dictaminar sobre lo humano y lo divino, entregada a las ideologías dominantes lo mismo que a unas Agendas de inspiración comunista, incluso bajo la etiqueta naif de ecologismo, animalismo, feminismo e ingenierías sociales y sexuales. Bruselas y toda su ingente no menos que corrupta partitocracia, según acaban de sugerir imputaciones y detenciones de altos cargos, se ha convertido en nuevo Reich Protektor, con su arbitrismo y discrecionalidad al servicio de un estatismo disfrazado de democracia, a remolque de un inagotable dispendio presupuestario. Leviatán enemigo de la libertad y la ciudadanía europea, víctima de los experimentos, de los delirios de una casta dominante aventando el evangelio sacrosanto de una infame corrección política. Sin duda, no hay la menor esperanza dentro del confort apesebrado en que vegeta hoy la muy agradecida clientela del Bienestar. Aun así, cualquier conciencia liberadora en Europa pasará, siquiera como alternativa, por desmontar el engendro burocrático, estatista e intervencionista en que, vía Maastricht, ha degenerado el maligno, por totalitario, proyecto europeo, bajo la égida política e ideológica de una socialdemocracia espuria.