CSIF se concentra el 8M ante sus sedes para denunciar la discriminación que siguen sufriendo las mujeres

   “Somos testigos de las dificultades que sufren las mujeres en el ámbito laboral. Los contratos parciales, temporales, falta de conciliación y corresponsabilidad siguen siendo algunos de sus grandes problemas diarios. Además, la brecha salarial de género se ha estancado, y la igualdad retributiva con los hombres, al ritmo actual, no será efectiva hasta dentro de 50 años, señala la responsable de Igualdad de CSIF Castilla y León, Regina Álvarez.

    Lamenta la lacra de la violencia de género que sigue golpeando con dureza a las mujeres, como evidencia las estadísticas oficiales año tras año. Cuarenta y nueve mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas en 2022, tres de ellas en Castilla y León; y en lo que va de año de 2023 ya se han producido ocho asesinatos, uno en la Comunidad, junto con su hija.

   “Nos encontramos en tiempos complicados para el avance en igualdad entre mujeres y hombres. Se reabren debates sobre derechos ya conseguidos, y las diferencias políticas y la polarización dividen una lucha cuyo objetivo final debería ser claro: conseguir la plena igualdad. No olvidemos nunca que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa para afronta este reto”, afirma Regina Álvarez. Remarca que “no conseguiremos la igualdad plena hasta que la sociedad española, en su conjunto, asuma este desafío como una prioridad de todas y todos”.

CSIF reclama la inclusión de la perspectiva de género de forma transversal en todos los ámbitos, políticas públicas, sociales, empresas privadas y administraciones. Exige tolerancia 0 a la violencia contra la mujer; o pide un análisis y evaluación anual de la brecha salarial de género, con especial atención a   la retribución por trabajo de igual valor.

   La implantación de medidas de conciliación sin pérdida retributiva, así como el fomento de la corresponsabilidad mediante campañas formativas y de sensibilización son otras de las reivindicaciones del sindicato independiente; junto con la puesta en marcha de los planes de igualdad todavía pendientes; o la reiterada creación de la figura del delegado o delegada sindical especializada en igualdad y contra la violencia de género.