DENUNCIAS
Sin baños portátiles, sin contenedores y sin papeleras, tenemos caballitos
"Incomprensible que el Ayuntamiento sea tan sospechosamente exigente con unos y tan benevolente con otros"
Careciendo de baños públicos, aun a pesar de tratarse de un lugar de concentración masiva de personas, especialmente los fines de semana, cuando por norma es preceptivo y por sentido común resulta necesario, quien llegado el caso tuviera que hacer uso de los mismos debe encontrar alternativas, cosa que no resulta difícil. Tras esas atracciones, donde la oscuridad de la noche acompaña, puede, quien así lo desee y no habiendo otro remedo ni posibilidad de aguantarse, aliviarse. Así se hacía siempre tras el camión del feriante, asumiendo las lógicas consecuencias, como pueden ser caminar sin luz en terreno no preparado para andar normalmente por el precisamente, con sus aperos de las atracciones, soporte de remolques, generadores y muchos, muchos cables. Mientas en la Concejalía de Salud Pública andan a uvas, eso sí, ecológicas.
Faltando papeleras, o en el peor de los casos y dadas la circunstancias, podrían, valdrían contenedores distribuidos, con mayor o menor criterio, entre las atracciones, para que todo aquel que quisiera deshacerse de algo, pudiera realizarlo en el sitio conveniente. Así se evitaría que, tras las casetas, aparezcan restos de todo tipo, que se retiraran, eso esperamos, pero que mientras ahí están. Lo estaban el domingo, antes de abrir las atracciones al público, nadie pasó a realizar una limpieza.
La feria, asentada en las mismas instalaciones que años anteriores, adolece de los mismos defectos como son: dificultad de acceso, con unas balizas a lo largo de la carretera unidas por una cinta señalizadora poco se soluciona. Lo peor, el firme del terreno donde están ubicados, que en parte se compone de cantos por los que pisar, en otros restos de superficie cementada de la que fue nave del matadero de pollos, y en el resto escombros del edificio que albergó la industria de Garrote.
Todo ello componen un firme muy irregular para transitar y, en caso de lluvia abundante, se forman charcos que tardan en secarse, lo que complica el viaje a los caballitos. Desde el gobierno municipal, se elude intervenir por considerarse que cualquier inversión quedaría perdida, al no corresponderse de una ubicación definitiva, además de tratarse de una propiedad privada. Vamos pues que busquen un espacio que pueda dar cobijo unos años y que intervengan aquí como lo hacen en otros negocios privados, que bien que ponen pegas, que si una puerta adicional, que si el letrero no es el adecuado, que si baño adaptado ¿Y el de los caballitos?
Manuel Herrero Alonso
Careciendo de baños públicos, aun a pesar de tratarse de un lugar de concentración masiva de personas, especialmente los fines de semana, cuando por norma es preceptivo y por sentido común resulta necesario, quien llegado el caso tuviera que hacer uso de los mismos debe encontrar alternativas, cosa que no resulta difícil. Tras esas atracciones, donde la oscuridad de la noche acompaña, puede, quien así lo desee y no habiendo otro remedo ni posibilidad de aguantarse, aliviarse. Así se hacía siempre tras el camión del feriante, asumiendo las lógicas consecuencias, como pueden ser caminar sin luz en terreno no preparado para andar normalmente por el precisamente, con sus aperos de las atracciones, soporte de remolques, generadores y muchos, muchos cables. Mientas en la Concejalía de Salud Pública andan a uvas, eso sí, ecológicas.
Faltando papeleras, o en el peor de los casos y dadas la circunstancias, podrían, valdrían contenedores distribuidos, con mayor o menor criterio, entre las atracciones, para que todo aquel que quisiera deshacerse de algo, pudiera realizarlo en el sitio conveniente. Así se evitaría que, tras las casetas, aparezcan restos de todo tipo, que se retiraran, eso esperamos, pero que mientras ahí están. Lo estaban el domingo, antes de abrir las atracciones al público, nadie pasó a realizar una limpieza.
La feria, asentada en las mismas instalaciones que años anteriores, adolece de los mismos defectos como son: dificultad de acceso, con unas balizas a lo largo de la carretera unidas por una cinta señalizadora poco se soluciona. Lo peor, el firme del terreno donde están ubicados, que en parte se compone de cantos por los que pisar, en otros restos de superficie cementada de la que fue nave del matadero de pollos, y en el resto escombros del edificio que albergó la industria de Garrote.
Todo ello componen un firme muy irregular para transitar y, en caso de lluvia abundante, se forman charcos que tardan en secarse, lo que complica el viaje a los caballitos. Desde el gobierno municipal, se elude intervenir por considerarse que cualquier inversión quedaría perdida, al no corresponderse de una ubicación definitiva, además de tratarse de una propiedad privada. Vamos pues que busquen un espacio que pueda dar cobijo unos años y que intervengan aquí como lo hacen en otros negocios privados, que bien que ponen pegas, que si una puerta adicional, que si el letrero no es el adecuado, que si baño adaptado ¿Y el de los caballitos?
Manuel Herrero Alonso
























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