La ARP pide a Podemos que retire la imagen de su portavoz del video promocional de su campaña

La Agrupación Reformista de Policías, único sindicato reformista y progresista en el Cuerpo de Policía Nacional, viene denunciando comportamientos de otras organizaciones y denunciando a sindicatos y policías de ideología de extrema derecha,  quienes atentan  a la neutralidad política exigida a cualquier trabajador como servidor público.  La actual Dirección General de la Policía, en un acto sin precedente, ha permitido que algunas de estas organizaciones  tratan de  “convencer” “adoctrinar” “preafiliar” a una promoción de alumnos  de policías, en la Escuela Nacional Policial en  Ávila”,  permitiéndoles dirigirse a éstos, en su Aula Magna, lo que debe suponer para todos una seria reflexión  de lo que viene sucediendo en el CPN.

ARP, no va a fallar y, por tanto, no va a incurrir, ni atentar desde este sindicato, al código deontológico que todo profesional debe cumplir para con su fin primordial, que no puede ser otro que defender valores que sustentan la ética policial, la defensa de los derechos humanos y al desarrollo de vínculos sociales que hagan de esta profesión, una estructura alejada de la corrupción, de prácticas castrenses y de evitar poderes fácticos que perjudiquen a la institución y a los intereses de los ciudadanos.

Por tanto, ARP, convencido que desde PODEMOS se ha tratado de reflejar  nuestra imagen como organización que vela por esos intereses antes señalados, si bien, prescindiendo de una comunicación necesaria, damos las gracias por sus intenciones, pero  estamos convencidos que sería conveniente y por ello SOLICITAMOS, se nos retire del citado video para tratar de agrupar/sumar  al mayor número de trabajadores-as del Cuerpo de Policía Nacional, quienes con la misma apuesta que ARP, se encuentran marginados por la Ley  Orgánica 9/ 2015 de Régimen de Personal de Policía Nacional, aprobada por el partido popular, manteniéndonos “desahuciados” en los centros de trabajo, constreñidos a una labor sindical  débil y que permite el rechazo en la cúpula policial a la libertad sindical que demanda ARP que no es otra que el derecho a la información y la divulgación de nuestro trabajo. Lo más lamentable, la inmovilidad de los dirigentes del Ministerio del Interior, su Dirección General de la Policía, que tratan esta ley con la misma opresión, que sus antecesores.