Racismo, xenofobia, ¿males naturales o provocados?

“Si estas libre de enemigos porque a nadie hiciste injuria, no faltarán otros que lo serán por envidia.” En noviembre de 1991 publique un artículo muy parecido a este tema en publicación de ámbito nacional. Algunos tenemos la desgracia de ir algunos años antes, prediciendo los problemas que podrían acontecer si no se toman las medidas adecuadas para contenerlo.

El resurgimiento en toda Europa de la xenofobia y el racismo de forma casi simultánea, propagado por todos los medios de comunicación social, engrandecido en sus razonamientos, justificado con los más variados argumentos, es uno de los puntos de mayor preocupación para los que respetamos y tratamos de difundir los Derechos Humanos. La xenofobia y racismo son una de las mayores lacras morales con las que se enfrenta hoy la sociedad.

Desde tiempos remotos se viene trabajando para erradicar del mundo este mal. Y en los últimos tiempos parecía que se iba ganando terreno. ¿Qué está ocurriendo para que en poco tiempo se haya desarrollado y extendido de una forma tan espectacular? El sentido de la lógica no nos permite atribuirlo al azar. Se lleva años trabajando en la problemática en las causas que llevan a una sociedad a ser xenófoba y racista. Los cambios en el proceso de producción, los discursos “supremacistas” que algunos políticos y fomentados por algunos medios de comunicación, así como por grupos de presión tanto económicos como ideológicos. (Es peligroso, irresponsable, los discursos del odio pues deterioran la convivencia y la cohesión social, pero lo más grave es cuando ese discurso se hace desde posiciones de poder y representando a las instituciones como se están dando hoy día.)

La velocidad de los acontecimientos nos ha superado. Tal vez hemos pecado de exceso de confianza en el ser humano y en nuestros gobernantes. “Víctor Hugo” decía: “Se puede resistir a un Ejercito invasor, pero no a una idea para la que ha llegado su tiempo”. Y como podemos observar hoy ha llegado el tiempo de que grupos ideológicos con el respaldo de grupos económicos y medios de comunicación propaguen la XENOFOVIA Y EL RACISMO.

Tal vez considerábamos que los racismos y la xenofobia estaban enterrados y que Europa había alcanzado un punto de cultura que haría imposible tamaño salto atrás. Evidentemente no era una enfermedad sanada, sino larvada. Y ha rebrotado con una virulencia estremecedora, lo que debe preocuparnos es el porqué.

No es mi intención analizar las causas en un simple artículo, por varios motivos: ni dispongo de la suficiente información, ni el problema ésta al alcance de la mentalidad ni de los medios de una sola persona. Me gustaría, sin embargo, que pudiera servir para abrir un debate. Incitar a quienes, con mayor capacidad y conocimiento, puedan darnos luz sobre el tema y los gobiernos pusieran todos los medios a su alcance para frenar el crecimiento que se está extendiéndose entre la sociedad.

Como miembro de la Liga Española Pro Derechos Humanos y la Federación Internacional Pro Derechos Humanos-España sólo podemos mantener la más firme postura en contra de la Xenofobia y Racismo, sin poder encontrar ninguna justificación para su causa.

Analicemos los porqués, busquemos los beneficiarios, profundicemos en las causas y aportemos soluciones y no justifiquemos aquellos que practican y la aceptan la xenofobia y el racismo. No caigamos en la candidez de creer que puede ser algo espontáneo y pasajero.

No olvidemos la historia reciente y a dónde condujo a la humanidad no haber afrontado esta locura cuando era posible. Recordemos que no hace mucho tiempo se empezaron a violar tumbas judías, luego aparecieron síntomas de un resurgimiento ideológico muy concreto, al tiempo que en la mayoría de los países europeos remecen organizaciones bajo símbolos con un triste recuerdo que nos llevo a guerras y millones de muertos.