Descartada la conversión en museo, el castillo necesita mantenimiento

            Hace algunos años encontrándose  el castillo sin ocupación alguna y precisando cómo se necesitaba, y se sigue necesitando un espacio apropiado para albergar el museo Baltasar Lobo, se optó, disponiendo de fondos europeos, de realizar una fuerte inversión, para convertir la fortaleza en un espacio expositivo. Cumpliendo la doble función de poner en valor lo que era hasta entonces una edificación con escaso atractivo y que asimismo sirviera de marco apropiado  para las obras del artista. Conforme se iban realizando las excavaciones, se fue descubriendo lo que allí se escondía. Optando por despejar de parte los elementos añadidos que sirvieron para proporcionar las distintas utilidades que albergó a lo largo de tantos  siglos y dejando a la vista lo que podrían considerarse ruinas  medievales, coexistiendo con  otros muros posteriores.

            Evidentemente el esqueleto actual tiene un atractivo importante, pero no es el museo pretendido. Sin embargo se decidió considerarlo como tal para evitar la pérdida de los fondos que sufragaron la remodelación. Una cuestión burocrática, que evitaba que el ayuntamiento en caso de no hacer el museo, costeara la obra. Pero quedaba pendiente concluir el proyecto inicial. Después de valorar distintas propuestas, se abandona la idea de ubicar el museo Baltasar Lobo en el castillo. Quedando desestimado el proyecto, aunque nunca se sabe si pudiera producirse un cambio de opinión  antes de las conclusiones definitivas. Con lo cual en el castillo no se realizará esa obra que supondría la adaptación para las salas de exposición de la obra del artista. Lo que equivale a que continúe la degradación de los muros a la intemperie, con especial incidencia en los del patio interior, que siguen desarmándose progresivamente, sin la intervención que los salve de la destrucción.  

            Precisando, conforme el estado actual, de una actuación minuciosa dada las características, para consolidar muros, fijar sillares y prevenir de desprendimientos quedando por descontado, que merece la pena hacer una adaptación dentro de las posibilidades para que pueda ser visitada por personas con discapacidad.