Lunes, 22 de Septiembre de 2025

Alfonso J. Vázquez Vaamonde
Viernes, 16 de Febrero de 2024
LEDHH

Justicia y convivencia

Alfonso J. Vázquez Vaamonde

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La ley del Talión que aún está en vigor en muchos países, “ojo por ojo diente por diente”, ue un progreso. Antes algunos aplicaban el “genocidio por ojo”. Mucha gente se quejó “esta ley tan floja producirá un incremento de la delincuencia”. Hoy la consideramos una salvajada, A eso se le llama progreso.

Hoy no hay pena de muerte, ni se corta la mano a los ladrones ni la lengua a los difamadores, ni se lapida a las mujeres adúlteras ¿por qué nunca a los varones? Y la convivencia es más amable. Eso es el objetivo de la ley, como decía Sto tomas de Aquino “"la ley es una disposición racional, encaminada al bien común, promulgada por quien tiene a su cuidado la comunidad" La ley al servicio de vivir en paz. Seguimos en la senda del progreso.

Así nos educaron nuestros padres levantando la sanción a nuestras travesuras y desoyendo nuestras quejas por la ¿injusticia? de no castigar a nuestros hermanos que habían hecho lo mismo. Gracias a ¿esa injusticia? la convivencia familiar mejoraba. ¿No se trataba de eso? Algunos aún no saben que la indulgencia obliga más a no repetir la torpeza que el rigor en la sanción La discreción política del Presidente Sánchez durante la pasada legislatura echó aceite sobre unas olas cada vez menos encrespadas. El fruto fue el bajo respaldo de los émulos de Puigdemont; los votantes han interiorizado que lo hecho fue pasarse un par de pueblos:

 Lo ocurrido puede recibir muchos calificativos peo nunca hubo Golpe de Estado. ¿Es posible que haya jueces que no sepan qué es un Golpe de Estado? Es un problema de memoria histórica. Recuerden las guerras carlistas: fueron puros Golpes de Estado y los autogolpes de Fernando Vii (1814 y 1823);  los Golpes de los Generales Pavía (1874 y Martínez Campos (1874); los autogolpes de Alfonso XIII con Primo de Rivera (1923), el Golpe de Serrano (1932) y el de Franco (1936) y comparen. A su lado lo de Puigdemont fue apenas una chulada de preescolar.

Fue la torpeza de un incapaz, el Sr Rajoy, la que convirtió en conflicto lo que era un exceso fruto de un problema de convivencia. Fue un delito violar el art. 155.2 cesando a quien no podía cesar pues no los había nombrado él. Éste no lo vio ningún fiscal, ni ningún juez d ellos que con torpeza remataron en vía judicial lo ocurrido en una noche de fiesta y aquelarre; parece que algunos aún no se han cansado de hacerlo.

Tengo un carácter que tira a la benevolencia. Creo que necesitar los votos de esos “muchachos” y proponer la ley de amnistía provocó la necesidad de hacer lo que quizá no se hubiera hecho. Antes a eso se le llamaba “los renglones torcidos de dios”. ¿Hubiera sido mejor no tener esa necesidad?; lo dudo. Los problemas sin resolver se pudren; y lo podrido envenena. Feijoo demostró la misma torpeza política que Rajoy. Y es cierto que no fue Presidente , pero no porque no quiso, sino por torpe; demostró su incapacidad como político y ése es nuestro segundo beneficio. El país se ha librado de tener otro Presidente del Gobierno incompetente y justiciero.

Ojala los jueces respeten la ley de la amnistía mejor de lo que lo han hecho co la leuy del SóLo Si e SI” sin violar el art 3.1 CC: “Las normas se interpretarán según el sentido propio de sus palabras, en relación con el contexto, los antecedentes históricos y legislativos y la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas, atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad de aquellas”. Conforme decía Sto Romas, para esto están las leyes justas: para tener la fiesta en paz, mejorar la convivencia entre todos los catalanes y el último fruto; entre todos los españoles.

La aplicación de la ley en plan justiciero de “Capitán América o Rambo” tiene tintes fascistoides. La benevolencia produce mejores frutos que el rigor. Ahora las revueltas campesinas donde no habrá ni sanciones administrativas ni multas por violar la Ley del Trafico, ni por violar el “derecho fundamental” a la libre circulación de millones de personas, ¡de lo que nos alegramos! Nos dan la opción a una metáfora.  Es hora de aplicar la ley pero con el injerto de la benevolencia. Así el fruto agrio del frutal salvaje dará un fruto dulce y agradable que hará amable la convivencia, aun entre discrepantes.

Eso sí, al juez del poder judicial que esté libre de pecado siga el mandado de Cristo: tire la primera piedra y si ya la han tirado, la segunda o la que sea que le toque.

El Diputado del poder ejecutivo libre de pecado siga el mandado de Cristo, lapídela con su voto: diga como el fascista José Antonio: “ha llegado la hora del diálogo de los puños y las pistolas”,

De todos modos, yo creo que es mejor hacer como los fariseos, dejar la piedra y marcharse.

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