Mª Soledad Martín Turiño 1
Domingo, 10 de Marzo de 2024
ZAMORANA

¿Hasta cuándo, presidente, abusarás de nuestra paciencia?

Mº Soledad Martín Turiño

“¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia? ¿Hasta cuándo ese furor tuyo se burlará de nosotros? ¿Adónde irá a dar consigo esa osadía desenfrenada tuya? ¿Cómo no te mueven, para que desistas de tu locura, la nocturna guarda y vigilante guarnición del palacio? ¿Tampoco, los centinelas de la ciudad? ¿No, el temor del pueblo? ¿No, el consenso y la conformidad de todos los buenos?”...

 

Estas inquietantes preguntas se corresponden con el comienzo de la primera de las cuatro catilinarias recogidas por Salustio en “La Conjuración de Catilina”; cuatro discursos de Cicerón frente al conspirador Catilina que promovía un golpe de Estado y pretendía asesinar a todos cuantos, desde el Senado, podían poner freno a su plan de hacerse con el poder a toda costa pese a haber perdido la elección a cónsul, puesto al que aspiraba.

 

Cuando releo esas frases, las encuentro en plena vigencia. Los españoles, en su mayoría, estamos más que hartos de que se lleven a cabo, debido a que las leyes tienen fisuras, modificaciones e interpretaciones partidistas para favorecer la perdurabilidad del presidente Sánchez en el gobierno a cambio de un puñado de votos de los independentistas catalanes que, poco a poco, van logrando todo aquello que se proponen. Se trata de un chantaje en toda regla, aceptado y entendido por todos, para preservar la mayoría en el Congreso y su permanencia en la Moncloa.

 

De nada sirve que el partido de la oposición, jueces, Senado, incluso algún socialista de verdad, o la misma Unión Europea intenten disuadir a Sánchez de su error político al abrir la mano a una independencia que, tras la reforma del Código Penal impulsada por el Gobierno y ERC eliminó el delito de sedición, modificó el de malversación, ahora va a aprobar la ley de amnistía y en un futuro próximo les permitirá la autodeterminación.

 

A lo largo de todos esos pasos, para vergüenza y sonrojo de sí mismo, ahí está la hemeroteca que no pertenece a ningún partido rival, solo es información; nuestro presidente ha dicho no rotundo, para luego dar paso a un sí sin ambages; las contradicciones han estado a la orden del día, lo que nos da idea de la falta de seriedad de un presidente que no duda en mentir, cambiar la verdad o modificar su pensamiento dependiendo de cómo vengan las aguas o de quien maneje el timón, porque ya ha quedado claro que, en asuntos de catalanía, no es él quien manda, sino el fugado Puigdemont con sus secuaces.

 

  ¿Hasta cuándo, Sr. Sánchez, abusarás de nuestra paciencia? ¿Hasta cuándo ese furor tuyo se burlará de nosotros? ¿Adónde irá a dar consigo esa osadía desenfrenada tuya? ¿Cómo no te mueven, para que desistas de tu locura, el temor del pueblo, el consenso y la conformidad de todos los buenos?...

 

Ya no confío en la política, porque cada día compruebo con pesadumbre como se han perdido los grandes líderes en este país, esos que no se manchaban con injurias, ni se defendían atacando de una forma tan tosca como los actuales; esos que exponían sus argumentos con educación, esgrimiendo sus tesis de tal modo que los demás las respetaran, fueran o no de acuerdo con su identidad política. Eran, además, oradores, que salían a la palestra a dar una lección de elocuencia, improvisación y agudas respuestas.

 

Recuerdo nombres como: Anguita, Fraga, Suárez, González, Carrillo… gente de diversa sintonía política que, sin embargo, merecían respeto en sus intervenciones; nada que ver con esta horda de politicastros que les gusta escucharse y se recrean ante las cámaras de televisión como si fueran prima donnas; con esa sensación de privilegio y la sonrisa pícara de quien oculta lo que otros quieren saber.

 

El pueblo, o al menos una gran parte del pueblo español, está desencantando con estos gobernantes, harto de que su atención se fije exclusivamente en una región concreta (la catalana), obviando el resto de comunidades autónomas, también con sus singularidades, con su historia y con su lengua pero que, en este momento, no les merecen atención porque su prioridad es otra.

 

Recuerdo humildemente a este gobierno que también existen problemas que demandan los ciudadanos de otras regiones españolas: que no se ha hecho nada por la España vaciada; que no se atienden las demandas de las ciudades pequeñas que también son importantes; que no se soluciona el problema de la comunicación ferroviaria (que se lo pregunten a los extremeños), que el AVE sigue siendo demasiado caro y los trenes de bajo coste tardan en llegar; que no se protege desde el gobierno central el patrimonio cultural de las ciudades; que el mundo rural (la agroganadería) se está desmantelando; que hay que dar una solución a la comunidad de Castilla y León, desligando a esa última, y respetando la territorialidad de lo que fue un día el Reino de León, ya que es una reivindicación histórica que no se ha atendido; que es preciso descentralizar más organismos públicos a ciudades que se revitalicen y no sea Madrid quien ostente la capitalidad…. y así un larguísimo etc.

 

¡Basta ya de atender los requerimientos, cada vez más exigentes de Cataluña, en detrimento del resto de comunidades que, para este gobierno, parecen no existir!

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  • Gonzalo Julián

    Gonzalo Julián | Domingo, 10 de Marzo de 2024 a las 23:35:37 horas

    Completamente de acuerdo.
    Esto ya es una lucha. Nos ha obligado ello. No decaigamos.

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