POESÍA
La manta zamorana, en versos de Campoamor
Del poema "El tren expreso" , de don Ramón de Campooamor, que comienza:
" Habiéndome robado el albedrío
en amor tan infausto como el mío,
ya recobrados la quietud y el seso,
volvía de París en tren expreso..."
Continúa el canto primero de este poema:
Al arrancar el tren subió a mi coche,
seguida de una anciana, una joven hermosa,
alta, rubia, delgada y muy graciosa,
digna de ser morena y sevillana."
Así dice la rima del poeta, aunque yo diría que era zamorana, puesto que más adelante el poeta continúa:
"desdoblando mi manta zamorana
que tenía más borlas verde y grana
que todos los cerezos y los guindos
que en Zamora se crían,
cual si fuese una madre cuidadosa,
con la cabeza ya vertiginosa,
le tapé aquellos pies, que bien podrían
ocultarse en cáliz de una rosa."
Don Ramón tenía, necesariamente, muy dentro de su pensamiento esta tierra del pan y del vino, cuando en el canto tercero del poema concluye:
"Cuando un año después, hora por hora,
hacia Francia volvía,
echando alegre sobre el cuerpo mío
mi manta de alamares de Zamora,
porque a un tiempo sentía,
como el año anterior, día por día,
mucho amor, mucho viento y mucho frío;
al minuto final del año entero,
a la cita acudí cual caballero.
La manta zamorana inspira poemas, la ciudad del Duero infunde sentimientos a los poetas, y hasta el nombre de Zamora tiene en sus letras la palabra AMOR.
Balbino Lozano
Del poema "El tren expreso" , de don Ramón de Campooamor, que comienza:
" Habiéndome robado el albedrío
en amor tan infausto como el mío,
ya recobrados la quietud y el seso,
volvía de París en tren expreso..."
Continúa el canto primero de este poema:
Al arrancar el tren subió a mi coche,
seguida de una anciana, una joven hermosa,
alta, rubia, delgada y muy graciosa,
digna de ser morena y sevillana."
Así dice la rima del poeta, aunque yo diría que era zamorana, puesto que más adelante el poeta continúa:
"desdoblando mi manta zamorana
que tenía más borlas verde y grana
que todos los cerezos y los guindos
que en Zamora se crían,
cual si fuese una madre cuidadosa,
con la cabeza ya vertiginosa,
le tapé aquellos pies, que bien podrían
ocultarse en cáliz de una rosa."
Don Ramón tenía, necesariamente, muy dentro de su pensamiento esta tierra del pan y del vino, cuando en el canto tercero del poema concluye:
"Cuando un año después, hora por hora,
hacia Francia volvía,
echando alegre sobre el cuerpo mío
mi manta de alamares de Zamora,
porque a un tiempo sentía,
como el año anterior, día por día,
mucho amor, mucho viento y mucho frío;
al minuto final del año entero,
a la cita acudí cual caballero.
La manta zamorana inspira poemas, la ciudad del Duero infunde sentimientos a los poetas, y hasta el nombre de Zamora tiene en sus letras la palabra AMOR.
Balbino Lozano




















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