Tío Babú

-Dime tú, tío Babú, ¿qué opinas del Obispo Cuña?

-Querrás decir el Obispo Acuña, el comunero. Pues que fue un valiente, porque trató de luchar contra el  orden injusto imperante, la monarquía absolutista.

-Dime tú, tío Babú, ¿por qué no escuchas. He dicho Cuña. No sabes que así será conocido el obispo actual, por aquello de que no hay peor CUÑA que la de la propia madera?

-¡Ah! me hablas de Fernando Valera. El obispo que tardó en encontrar el Papa porque buscaba al mejor para Zamora y que, por ser “papista” tiene más enemigos dentro de la diócesis que fuera.

 -Dime tú, tío Babú, ¿y es porque está poniendo orden por lo que chirría entre tanto meapilas?

-Nunca mejor dicho.

-Me haces reír. Pero algo de razón tienes. Pegó un puñetazo en la mesa de los cubicularios y ardió Troya. No ha excomulgado a las ”cofradías desleales” que no fueron a la última Junta Pro Semana Santa (ampliada a las instituciones) de milagro. Llega a acuerdos económicos con el ayuntamiento rojo. Y encima descubre que  casi la mitad del presupuesto anual de la Semana Santa lo pone el Ayuntamiento comunista mientras que la católica Diputación da una quinta parte de lo que da aquél.

-Dime tú, tío Babú, ¿entonces, tú crees que este, Dios no lo quiera, si muere en Zamora, no va a pedir que lo entierren en la catedral como pidió el anterior?

-Con San Atilano, el Obispo Manso y  el Obispo Acuña, este puede pasar a la historia  de Zamora, por más que algunos de los suyos prefieran, en vez de bendecirlo con agua bendita, maldecirlo con agua maldita.