ENTREVISTA
Manuel Miano Vicente, del Sayagués: “La mejor herencia que tenemos es la clientela”
El comerciante cede el testigo a su hija, para que su negocio tradicional no muera
“El Sayagués”, es una de las tiendas tradicionales más reconocidas de Zamora. En ella podemos encontrar sobre todo cuero y productos del campo, en su mayoría artesanales. Nada más entrar su belleza y su encanto nos llevan a otra época. 1950 fue el año en la que el tío de Manuel la abrió, y desde entonces sigue en pie, pasando de unas manos a otras en la misma familia. Manuel Miano Vicente lleva tras el mostrador de “El Sayagués” 24 años, desde que se jubiló su tío, y ahora, le toca el turno a su hija María.
En su tienda, situada al pie de la calle Costanilla, nos recibe Manuel, junto con su hija María, que conoce bien el negocio, y toma el testigo de su padre de cara a su próxima jubilación, para que la tienda continúe en pie después de tantos años.
¿Cómo funciona esta tienda tradicional en los tiempos en los que vivimos?
Con crisis. Ha bajado muchísimo, pero se sigue vendiendo. En este sector ya se empezó a notar la crisis desde el 2008, y luego después de la pandemia se incrementó, pero seguimos aguantando.
En Zamora tristemente podemos ver como cierran negocios muy a menudo, sin embargo, El Sayagués se mantiene, ¿cuál es el secreto?
Es porque es la única en la que puedes encontrar este tipo de productos, cosas de cuero, una cacha, productos que están mirando al campo. Apenas tenemos competencia. Además, con las mascaradas también tenemos los cencerros.
¿Qué podemos encontrar en El Sayagués?
Mucha variedad. Tenemos cencerros, sombreros, una cacha, una tornadera, cestas, calzado… hay muchas cosas. Además, la mayoría de los productos son artesanales, y también hacemos encargos.
¿Qué buscan habitualmente los clientes entran por esa puerta?
Pues un poco de todo. Un cinto, un sombrero, cosas de cuero… Cuando vienen los turistas se suelen llevar navajas o cintos que no encuentran en otros sitios
¿La tradición está reñida con la modernidad?
No, para nada. Hoy con el campo funciona, pero también la gente de ciudad viene por aquí a reparar un bolso, o un collar para un perro.
¿Cuenta con algún tipo de publicidad su tienda? ¿Internet redes sociales?, ¿o funciona más con el boca a boca?
Nada. Nos conocen sobre todo por la tradición que tiene la tienda. También entre los comercios tradicionales de Zamora nos vamos enviando clientes. Además, al ser una tienda de hace muchísimos años nos conocen en todos los pueblos de la provincia de Zamora. La mejor herencia que tenemos es la clientela. Va pasando de padres a hijos. Muchos vienen y nos dicen que aquí venía a comprar su padre o su abuelo.
Muchos de los productos que vende son para el campo, tan importante en nuestra provincia ¿Qué significa para usted este gremio que tanto reclama ahora?
El sector ganadero es el de mayor clientela que tenemos, son fundamentales. Son buenas ventas las que hacemos para ellos, son los que más gastan, porque no se llevan una o dos cencerras, sino que necesitan más cantidad. Los cazadores, el labrador, el ganadero… acuden a nuestra tienda quizás por el hecho de que vienen y ven el producto, no como por internet. Lo ven, y pueden ver que les gusta y que no, lo pueden ver comparar, pedir algo más grande o más pequeño…
¿Cuál es la joya de la corona de la tienda? ¿Algún producto especial?
Pues cuando llegan las mascaradas el producto estrella son los zangarros. Aunque la verdad es que se venden todo el año, porque como tienen tanta tradición vienen buscándolo no solo en la época de Navidad, que es cuando se hacen, sino el resto del tiempo. Así que el producto estrella podría ser este, los zangarrones.
¿Qué ayudas serían necesarias para que este tipo de negocios no muriesen?
Sobre todo, ayudas en impuestos, que dieran más facilidades. Pagamos los mismos impuestos que pagan las grandes superficies. Deberían bajar un poco los impuestos y promocionar a los pequeños negocios. No es lo mismo venir a comprar a una tienda pequeña que a un centro comercial. Aquí tenemos un trato más cercano y personalizado. Yo en cuanto entra un cliente ya sé bien lo que quiere. Se debería cuidar este atractivo, son tiendas que llaman más la atención, y en Zamora, son las que están cerrando. Si este encanto, lo poquito que tenemos no lo cuidamos, es una pena. Además de los impuestos, quizás se le podría dar un poco más de publicidad a través de los medios, como con esta publicación. Hay gente que no viene porque piensa que ya está cerrado.
Ahora, le cedemos la palabra a su hija María, que toma el testigo tras su jubilación. María, ¿augura muchos años al negocio?
Hasta el fin de los tiempos, hasta que se pueda. Yo tenía otro trabajo y he pedido una excedencia para, por lo menos, intentar que esto no se pierda. Es una pena que después de tanto tiempo que lleva abierta y todo el tiempo que le ha dedicado mi padre a trabajar se cierre de la noche a la mañana. Vamos a intentar que esto siga todo lo que se pueda. Hace años se vendía muchísimo, por el campo. Ahora ya hay tractores y maquinaria, pero el ganado sigue gastando lo mismo. Además, introducimos alguna novedad como una máquina láser para grabar nombres en los collares, que muchos clientes lo pedían, por ejemplo, para grabar el nombre de tu perro, o el teléfono.

“El Sayagués”, es una de las tiendas tradicionales más reconocidas de Zamora. En ella podemos encontrar sobre todo cuero y productos del campo, en su mayoría artesanales. Nada más entrar su belleza y su encanto nos llevan a otra época. 1950 fue el año en la que el tío de Manuel la abrió, y desde entonces sigue en pie, pasando de unas manos a otras en la misma familia. Manuel Miano Vicente lleva tras el mostrador de “El Sayagués” 24 años, desde que se jubiló su tío, y ahora, le toca el turno a su hija María.
En su tienda, situada al pie de la calle Costanilla, nos recibe Manuel, junto con su hija María, que conoce bien el negocio, y toma el testigo de su padre de cara a su próxima jubilación, para que la tienda continúe en pie después de tantos años.
¿Cómo funciona esta tienda tradicional en los tiempos en los que vivimos?
Con crisis. Ha bajado muchísimo, pero se sigue vendiendo. En este sector ya se empezó a notar la crisis desde el 2008, y luego después de la pandemia se incrementó, pero seguimos aguantando.
En Zamora tristemente podemos ver como cierran negocios muy a menudo, sin embargo, El Sayagués se mantiene, ¿cuál es el secreto?
Es porque es la única en la que puedes encontrar este tipo de productos, cosas de cuero, una cacha, productos que están mirando al campo. Apenas tenemos competencia. Además, con las mascaradas también tenemos los cencerros.
¿Qué podemos encontrar en El Sayagués?
Mucha variedad. Tenemos cencerros, sombreros, una cacha, una tornadera, cestas, calzado… hay muchas cosas. Además, la mayoría de los productos son artesanales, y también hacemos encargos.
¿Qué buscan habitualmente los clientes entran por esa puerta?
Pues un poco de todo. Un cinto, un sombrero, cosas de cuero… Cuando vienen los turistas se suelen llevar navajas o cintos que no encuentran en otros sitios
¿La tradición está reñida con la modernidad?
No, para nada. Hoy con el campo funciona, pero también la gente de ciudad viene por aquí a reparar un bolso, o un collar para un perro.
¿Cuenta con algún tipo de publicidad su tienda? ¿Internet redes sociales?, ¿o funciona más con el boca a boca?
Nada. Nos conocen sobre todo por la tradición que tiene la tienda. También entre los comercios tradicionales de Zamora nos vamos enviando clientes. Además, al ser una tienda de hace muchísimos años nos conocen en todos los pueblos de la provincia de Zamora. La mejor herencia que tenemos es la clientela. Va pasando de padres a hijos. Muchos vienen y nos dicen que aquí venía a comprar su padre o su abuelo.
Muchos de los productos que vende son para el campo, tan importante en nuestra provincia ¿Qué significa para usted este gremio que tanto reclama ahora?
El sector ganadero es el de mayor clientela que tenemos, son fundamentales. Son buenas ventas las que hacemos para ellos, son los que más gastan, porque no se llevan una o dos cencerras, sino que necesitan más cantidad. Los cazadores, el labrador, el ganadero… acuden a nuestra tienda quizás por el hecho de que vienen y ven el producto, no como por internet. Lo ven, y pueden ver que les gusta y que no, lo pueden ver comparar, pedir algo más grande o más pequeño…
¿Cuál es la joya de la corona de la tienda? ¿Algún producto especial?
Pues cuando llegan las mascaradas el producto estrella son los zangarros. Aunque la verdad es que se venden todo el año, porque como tienen tanta tradición vienen buscándolo no solo en la época de Navidad, que es cuando se hacen, sino el resto del tiempo. Así que el producto estrella podría ser este, los zangarrones.
¿Qué ayudas serían necesarias para que este tipo de negocios no muriesen?
Sobre todo, ayudas en impuestos, que dieran más facilidades. Pagamos los mismos impuestos que pagan las grandes superficies. Deberían bajar un poco los impuestos y promocionar a los pequeños negocios. No es lo mismo venir a comprar a una tienda pequeña que a un centro comercial. Aquí tenemos un trato más cercano y personalizado. Yo en cuanto entra un cliente ya sé bien lo que quiere. Se debería cuidar este atractivo, son tiendas que llaman más la atención, y en Zamora, son las que están cerrando. Si este encanto, lo poquito que tenemos no lo cuidamos, es una pena. Además de los impuestos, quizás se le podría dar un poco más de publicidad a través de los medios, como con esta publicación. Hay gente que no viene porque piensa que ya está cerrado.
Ahora, le cedemos la palabra a su hija María, que toma el testigo tras su jubilación. María, ¿augura muchos años al negocio?
Hasta el fin de los tiempos, hasta que se pueda. Yo tenía otro trabajo y he pedido una excedencia para, por lo menos, intentar que esto no se pierda. Es una pena que después de tanto tiempo que lleva abierta y todo el tiempo que le ha dedicado mi padre a trabajar se cierre de la noche a la mañana. Vamos a intentar que esto siga todo lo que se pueda. Hace años se vendía muchísimo, por el campo. Ahora ya hay tractores y maquinaria, pero el ganado sigue gastando lo mismo. Además, introducimos alguna novedad como una máquina láser para grabar nombres en los collares, que muchos clientes lo pedían, por ejemplo, para grabar el nombre de tu perro, o el teléfono.
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