FASE DE ASCENSO A LA 1ª RFEF
El árbitro, decisivo, en la victoria del Sant Andreu ante el Zamora CF: (2-0)
Anuló un gol a Mancebo un gol legal en el último segundo de la primera mitad y no sancionó con pena máxima una mano de un defensa catalán en su área, además el Zamora lanzó un tiro a la madera, falló goles cantados y un zaguero sacó un tanto bajo palos
El árbitro, canario, trinó a favor del Sant Andreu, al anular un gol a Mancebo, por fuera de juego, en el último segundo de la primera mitad, y cerrar los ojos ante una clara mano, dentro del área, de un defensa catalán. Por lo tanto, el colegiado fue decisivo para el triunfo local, que marcó dos goles en la primera entrega, el primero en el minuto 10, tras una falta pitada a Juanan, lesionado en esa acción, que remató, entre dos defensas, Paredes. Y el segundo, en el minuto 36, en un contragolpe que también coronó el delantero catalán. Nico Delmonte saldría por el charro.
El Zamora abrumó al Sant Andreu en la segunda mitad, quizá en los mejores 45 minutos de la temporada, con la misma presencia en el campo rival que en Pasarón. Movilla, después de dos a cero en la primera mitad, decidió jugársela, al sustituir a Bolo, un defensa central, por Pito Camacho, un delantero centro.
El cuadro rojiblanco, hoy rojiverde, como la seña bermeja, fue dominador absoluto desde el pitido inicial de la segunda entrega. Más cuando el técnico vasco introdujo a Roger Mercé, por Castañeda, y Morales, por Dani Hernández. Corría el minuto 63, momento en el que Sant Andreu realizó dos sustituciones García y Juanan entraban en el césped por Serrano y A. García.
Solo existió un equipo en el campo, el rojiblanco, porque el cuadro local era incapaz de salir a la contra. Xavi Molist, técnico catalán no sabía como controlar la ofensiva zamorana. En el minuto 71, Baldrich sustituía a Cañizo. Precisamente, sería el ariete catalán del Zamora el que disparase a la cepa izquierda de la portería rojigualda. Después llegaría esa mano de un defensa que el árbitro no quiso ver; un error incomprensible, de un excelente Mancebo, que, sin oposición, remata, de cabeza, fuera de la puerta, en una situación esotérica. Más tarde, un defensa saca una pelota bajo palos.
El vendaval rojiverde metió al Sant Andreu en su área, a la que se llegaba por las bandas, con centros y pases de gol que despejó como pudo la zaga catalana.
Los jugadores locales iniciaron las clásicas pérdidas de tiempo. El árbitro decidió prorrogar seis minutos, periodo que también aprovecho Sant Andreu para perder más minutos, que el colegiado pasó ya de añadir, no fuera que el Zamora marcase un gol.
Corolario: La escuadra rojiblanca demostró hoy ser superior al Sant Andreu, que ganó merced a un despiste, primer gol, y una acción que no se cortó en la medular en su momento, segundo tanto. El Zamora cuajó una segunda parte extraordinaria, en la que mereció empatar e incluso dejar sentenciada la eliminatoria. Si el cuadro catalán accede a la siguiente fase deberá agradecérselo al trino injusto de un colegiado canario flauta, decisivo en el partido y quizá también en este doble enfrentamiento.
Fotografía: Zamora CF
El árbitro, canario, trinó a favor del Sant Andreu, al anular un gol a Mancebo, por fuera de juego, en el último segundo de la primera mitad, y cerrar los ojos ante una clara mano, dentro del área, de un defensa catalán. Por lo tanto, el colegiado fue decisivo para el triunfo local, que marcó dos goles en la primera entrega, el primero en el minuto 10, tras una falta pitada a Juanan, lesionado en esa acción, que remató, entre dos defensas, Paredes. Y el segundo, en el minuto 36, en un contragolpe que también coronó el delantero catalán. Nico Delmonte saldría por el charro.
El Zamora abrumó al Sant Andreu en la segunda mitad, quizá en los mejores 45 minutos de la temporada, con la misma presencia en el campo rival que en Pasarón. Movilla, después de dos a cero en la primera mitad, decidió jugársela, al sustituir a Bolo, un defensa central, por Pito Camacho, un delantero centro.
El cuadro rojiblanco, hoy rojiverde, como la seña bermeja, fue dominador absoluto desde el pitido inicial de la segunda entrega. Más cuando el técnico vasco introdujo a Roger Mercé, por Castañeda, y Morales, por Dani Hernández. Corría el minuto 63, momento en el que Sant Andreu realizó dos sustituciones García y Juanan entraban en el césped por Serrano y A. García.
Solo existió un equipo en el campo, el rojiblanco, porque el cuadro local era incapaz de salir a la contra. Xavi Molist, técnico catalán no sabía como controlar la ofensiva zamorana. En el minuto 71, Baldrich sustituía a Cañizo. Precisamente, sería el ariete catalán del Zamora el que disparase a la cepa izquierda de la portería rojigualda. Después llegaría esa mano de un defensa que el árbitro no quiso ver; un error incomprensible, de un excelente Mancebo, que, sin oposición, remata, de cabeza, fuera de la puerta, en una situación esotérica. Más tarde, un defensa saca una pelota bajo palos.
El vendaval rojiverde metió al Sant Andreu en su área, a la que se llegaba por las bandas, con centros y pases de gol que despejó como pudo la zaga catalana.
Los jugadores locales iniciaron las clásicas pérdidas de tiempo. El árbitro decidió prorrogar seis minutos, periodo que también aprovecho Sant Andreu para perder más minutos, que el colegiado pasó ya de añadir, no fuera que el Zamora marcase un gol.
Corolario: La escuadra rojiblanca demostró hoy ser superior al Sant Andreu, que ganó merced a un despiste, primer gol, y una acción que no se cortó en la medular en su momento, segundo tanto. El Zamora cuajó una segunda parte extraordinaria, en la que mereció empatar e incluso dejar sentenciada la eliminatoria. Si el cuadro catalán accede a la siguiente fase deberá agradecérselo al trino injusto de un colegiado canario flauta, decisivo en el partido y quizá también en este doble enfrentamiento.
Fotografía: Zamora CF

















Marc | Lunes, 13 de Mayo de 2024 a las 07:50:34 horas
Se tiene que venir llorado de casa
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