Tras el paso de los rockeros, la isla no solo no empeoró, sino que mejoró

No parecía presentar problemas, así que por tres días una parte de la isla de Las Pallas, se destinará a zona de acampada, para los visitantes del festival Z! Live rock.  Precedentes anteriores, donde ocuparon  una parte de las aceñas de Cabañales y otra del parque de Olivares dejó  bien claro que  los buenos rockeros como son, tienen  un comportamiento extraordinario. Aquellos lugares por donde pasaron, quedaron impecables, ni un triste papel en el suelo, sin daño alguno en el entorno.

Las protestas que se entonaron, mejor no mencionarlas al carecer de fundamentos de peso para realizarlas. Quedaba saber cómo quedó la isla después de irse. El resultado el que ya se aventuraba, bien todo bien. Mejor de lo que lo estaba y de lo que nunca estuvo, el motivo,  que para este fin se había realizado un siega de las hierbas, con un profunda limpieza, con lo que los paseantes de la isla lo agradecerán, durante mucho tiempo después del festival. Como también lo harán los perros, evitando esos accidentes con las espigas en su pelo y más cuando se introduce en un oído, con los problemas y molestias que ocasionan.

Bien, pero todo es mejorable, porque fruto del abandono de este espacio, se encuentran  muchos árboles secos, que  necesitan despojarse de esa copa inservible, o en algún caso de todo. Como también deberían de haberse retirado, de alguna zona no se hizo, todo lo segado, para evitar posibles incendios. Queda pendiente en coordinación con el organismo de cuenca, resolver los problemas  de erosión en alguna parte de la orilla que por encontrarse cerca del camino, podría producir desprendimientos y causar accidentes.

Sin contar, la misma pasarela  de acceso  de madera, que ya va acusando sus años y  pidiendo algún retoque. Una simple mano de pintura a tiempo hubiera alargado su vida. Y después de todo, una enseñanza, si fue posible meter una tubería de agua para las duchas, como no se puede hacer con un simple sistema de riego para mantener algún plantón que ya va pidiendo su colocación, para sustituir a los que van pereciendo. Conviene tener  siempre presente  que las raíces son las que sujetan la isla, que está expuesta a las corrientes del río. Una pena que se dejara perder el sistema que se incluyó en la reforma de la isla a mediados de los noventa.