Sábado, 20 de Diciembre de 2025

Eugenio-Jesús de Ávila
Domingo, 30 de Junio de 2024
COSAS DE DE LA BIEN CERCADA

Zamora: el necesario vínculo económico entre el medio rural y el urbano

Lo he escrito con reiteración e insisto: en nuestra ciudad y provincia convivimos zamoranos que buscamos el renacer de nuestra tierra, cada cual como considera oportuno: a través de la política, de la literatura, del periodismo, de la filosofía, arte o deporte; con otros paisanos, quizá la gran mayoría, que gustan detener, abortar, destruir cualquier intento de transformación económica, demográfica y política. Festejan fracasos empresariales, saludan la derrota de formaciones políticas locales y celebran la deriva hacia la nada de los sectores más dinámicos de nuestra economía. Entre estos hijos de Caín hubo siempre políticos, periodistas y gente servil, todos aquellos que disfrutan con la decadencia de nuestra tierra.

 

Pero hay una realidad que evidencia una cierta metamorfosis: las Ferias y Fiestas de San Pedro se han convertido en una fusión, en un vínculo, en una unión entre amplios sectores del mundo rural y los que vivimos en la capital, muchos de nosotros, de alguna manera, nacidos o descendientes de personas que vivieron y se ganaron la vida en el campo, en los pueblos de la geografía zamorana, nos hemos convertido en mestizos del campo y la ciudad.

 

Asumamos, ya en esta tercera década del siglo XXI, que la capital no es nada, solo un museo de historia, de arquitectura medieval y modernista, sin el concurso de la provincia. Cuando Zamora fue importante, se debió al nexo económico entre lo urbano y lo rural. Los grandes comercios de la capital alcanzaron su cénit merced al gasto que realizaban en sus establecimientos los empresarios del mundo agrícola y ganadera, que también adquirieron viviendas, con el excedente de sus inversiones, en nuestra ciudad.

 

Las instituciones locales y provinciales deben facilitar y potenciar las inversiones en el medio rural, para que se creen empresas que transformen las magníficas materias primas de nuestra tierra, y frenar la exportación en bruto de las mismas, con lo que las plusvalías se quedan lejos de nuestra geografía. Zamora, durante décadas, se empobreció, además por el olvido político, más las traiciones de diputados, senadores y procuradores, por su incapacidad para cerrar ciclos económicos: desde la extracción de las materias primas hasta su transformación en producto final, con sus sucesivos pasos, como la selección de materiales, la utilización de tecnología y la creación de mano de obra.

 

Zamora tiene que transformar, pues, sus materias primas en productos elaborados para exportar por toda España y otras naciones, para salir de su estado económico comatosa y detener el desierto demográfico que ya ha devorado numerosas comarcas zamoranas.

 

Habría que crear una mentalidad empresarial entre los jóvenes licenciados y profesionales para que inviertan su sabiduría en el progreso de su tierra y limitar esa querencia por opositar a la función pública. Necesitamos talento para cambiar Zamora. Pensar no duele, pensar libera, pensar rompe la cadena de la reacción y el retraso económico, social y cultural.

Eugenio-Jesús de Ávila

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.122

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.