NUESTRA HISTORIA
La Virgen del Carmen, el año que nací yo
Considero muy interesante y digno de comentar como se celebraba la festividad de la Virgen del Carmen en el año 1930, por lo que para mí tiene de entrañable al referirse al año de mi nacimiento, al entorno del lugar en que nací y a la zona donde ahora vivo.
Se anunciaban como grandes festejos los que habrían de celebrarse los días 15 y 16 de julio de aquel año en los Barrios de Pantoja y Tres Cruces, topónimos que en nada se parecían a lo que hoy conocemos en esta zona. El barrio de Pantoja, cuyo principal enclave era la Plaza de Fernando III, tenía poco más de una docena de casas habitadas por ferroviarios que era la principal actividad que aquí había dada la proximidad de la Estación del ferrocarril. La Avenida de las Tres Cruces, inicio del Primer Ensanche de la ciudad, estaba compuesta por unas cuantas casas y grandes fincas en las que abundaban árboles frutales. Los chicos de entonces y los de pocos años después saltábamos las tapias para robar frutas y almendras.
Pues bien, aquel año d 1930, el programa de las fiestas en honor de la Virgen del Carmen se iniciaba con disparos de chupinazos, cohetes voladores y bombas reales , grandes bailes al son de una brillante banda y un manubrio, con zapateo que duraría hasta altas horas de la madrugada. Al día siguiente, alegres dianas a cargo de la banda de música del Regimiento, nuevos chupinazos, petardos y bombas despertarían al vecindario. Solemne función religiosas, con asistencia del Prelado y demás autoridades eclesiásticas y civiles, que se celebraría en la recientemente estrenada iglesia de Lourdes. Por la tarde habría una variada colección de festejos, desde carreras de sacos, gallina ciega, cucaña con extraordinarios premios, y por la noche una gran verbena en la que se lucirían vistosos mantones de Manila.
Se hacía resaltar que en aquella solemne Misa intervendría el eminente pianista Miguel Berdión interpretando al armonium selectas piezas religiosas, actuando también el coro del que formaba parte el notabilísimo barítono don Joaquín Artuñedo.
Desde bastantes siglos antes existía ya , en las `proximidades de la Puerta de San Torcuato, la ermita del Carmen del Camino, pero aquel año de 1930 había sido inaugurada la Iglesia popularmente conocida de Pantoja y era muy significativo orientar los festejos en honor de la Santísima Virgen del Carmen en torno a las calles del nuevo Templo.
Balbino Lozano Vicente
Considero muy interesante y digno de comentar como se celebraba la festividad de la Virgen del Carmen en el año 1930, por lo que para mí tiene de entrañable al referirse al año de mi nacimiento, al entorno del lugar en que nací y a la zona donde ahora vivo.
Se anunciaban como grandes festejos los que habrían de celebrarse los días 15 y 16 de julio de aquel año en los Barrios de Pantoja y Tres Cruces, topónimos que en nada se parecían a lo que hoy conocemos en esta zona. El barrio de Pantoja, cuyo principal enclave era la Plaza de Fernando III, tenía poco más de una docena de casas habitadas por ferroviarios que era la principal actividad que aquí había dada la proximidad de la Estación del ferrocarril. La Avenida de las Tres Cruces, inicio del Primer Ensanche de la ciudad, estaba compuesta por unas cuantas casas y grandes fincas en las que abundaban árboles frutales. Los chicos de entonces y los de pocos años después saltábamos las tapias para robar frutas y almendras.
Pues bien, aquel año d 1930, el programa de las fiestas en honor de la Virgen del Carmen se iniciaba con disparos de chupinazos, cohetes voladores y bombas reales , grandes bailes al son de una brillante banda y un manubrio, con zapateo que duraría hasta altas horas de la madrugada. Al día siguiente, alegres dianas a cargo de la banda de música del Regimiento, nuevos chupinazos, petardos y bombas despertarían al vecindario. Solemne función religiosas, con asistencia del Prelado y demás autoridades eclesiásticas y civiles, que se celebraría en la recientemente estrenada iglesia de Lourdes. Por la tarde habría una variada colección de festejos, desde carreras de sacos, gallina ciega, cucaña con extraordinarios premios, y por la noche una gran verbena en la que se lucirían vistosos mantones de Manila.
Se hacía resaltar que en aquella solemne Misa intervendría el eminente pianista Miguel Berdión interpretando al armonium selectas piezas religiosas, actuando también el coro del que formaba parte el notabilísimo barítono don Joaquín Artuñedo.
Desde bastantes siglos antes existía ya , en las `proximidades de la Puerta de San Torcuato, la ermita del Carmen del Camino, pero aquel año de 1930 había sido inaugurada la Iglesia popularmente conocida de Pantoja y era muy significativo orientar los festejos en honor de la Santísima Virgen del Carmen en torno a las calles del nuevo Templo.
Balbino Lozano Vicente




















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.116