NUESTRA HISTORIA
Lugares históricos de mi ciudad
La zona urbana de Zamora contiene espacios donde se acumulan recuerdos de hechos históricos por los edificios que allí existieron y por los sucesos allí acaecidos.
Descendiendo por la típica calle de Balborraz, se llegaba hace poco más de doscientos años a una espaciosa plaza, cerrada por dos cuarteles y por la muralla lindante con el río Duero; este lugar siempre fue importante, porque en esa plaza se evocan históricos recuerdos.
Antiguamente, era conocida como Plaza del Mercado, por los mercados que en ella se verificaban; fue muy concurrida y aumentó su popularidad cuando los Reyes Católicos establecieron para Zamora la Feria de Botijero y allí comenzaron a celebrarse las transacciones de ganados.
En aquella plaza estuvo situado el Poyo del Concejo, un punto en el que había un gran banco de piedra, en cuyo respaldo estaba grabado el escudo de armas de la ciudad, siendo el sitio designado para administrar justicia y dirimir contiendas mediante pública audiencia que allí daban los Alcaldes, conforme a las antiguas Ordenanzas.
A comienzos del siglo XVIII, la guarnición militar crecía en la ciudad considerablemente, se construyeron dos cuarteles, uno para la Infantería y el otro para Caballería. Para a acumular mayor provisión de grano se construyó el Pajar del Rey en 1734 en las proximidades del Cuartel de Caballería, razón por la que actualmente recibe el nombre de Plaza de las Milicias.
Cuenta don Ursicino Álvarez, en su Historia General de la Provincia de Zamora, que en 1704 la capital estaba guarnecida por cinco regimientos, dos de flamencos, dos de franceses y uno de irlandeses con sus escuadrones de caballería y el Estado Mayor del Duque de Berwik que los mandaba; comenta el historiador que " toda la ciudad era cuartel".
En aquella plaza hubo tiempos en los que se celebraron torneos a los que asistían los monarcas de la época y, hasta no hace muchos años, avanzado el siglo XX, durante las Ferias de San Pedro, se celebraba mercado de la madera donde acudían los feriantes con trillos, bieldos, rastros, palas, puertas y múltiples artilugios de madera. Cuentan también que, en un tiempo más remoto hubo mercado del carbón los martes y los viernes.
Ahora podemos ver en la llamada Plaza de las Milicias el Grupo Escolar "Jacinto Benavente" y al otro lado de la muralla el Centro de Salud "Puerta Nueva". Las nuevas construcciones han dejado para el recuerdo los edificios y costumbres que allí existieron.
Balbino Lozano
La zona urbana de Zamora contiene espacios donde se acumulan recuerdos de hechos históricos por los edificios que allí existieron y por los sucesos allí acaecidos.
Descendiendo por la típica calle de Balborraz, se llegaba hace poco más de doscientos años a una espaciosa plaza, cerrada por dos cuarteles y por la muralla lindante con el río Duero; este lugar siempre fue importante, porque en esa plaza se evocan históricos recuerdos.
Antiguamente, era conocida como Plaza del Mercado, por los mercados que en ella se verificaban; fue muy concurrida y aumentó su popularidad cuando los Reyes Católicos establecieron para Zamora la Feria de Botijero y allí comenzaron a celebrarse las transacciones de ganados.
En aquella plaza estuvo situado el Poyo del Concejo, un punto en el que había un gran banco de piedra, en cuyo respaldo estaba grabado el escudo de armas de la ciudad, siendo el sitio designado para administrar justicia y dirimir contiendas mediante pública audiencia que allí daban los Alcaldes, conforme a las antiguas Ordenanzas.
A comienzos del siglo XVIII, la guarnición militar crecía en la ciudad considerablemente, se construyeron dos cuarteles, uno para la Infantería y el otro para Caballería. Para a acumular mayor provisión de grano se construyó el Pajar del Rey en 1734 en las proximidades del Cuartel de Caballería, razón por la que actualmente recibe el nombre de Plaza de las Milicias.
Cuenta don Ursicino Álvarez, en su Historia General de la Provincia de Zamora, que en 1704 la capital estaba guarnecida por cinco regimientos, dos de flamencos, dos de franceses y uno de irlandeses con sus escuadrones de caballería y el Estado Mayor del Duque de Berwik que los mandaba; comenta el historiador que " toda la ciudad era cuartel".
En aquella plaza hubo tiempos en los que se celebraron torneos a los que asistían los monarcas de la época y, hasta no hace muchos años, avanzado el siglo XX, durante las Ferias de San Pedro, se celebraba mercado de la madera donde acudían los feriantes con trillos, bieldos, rastros, palas, puertas y múltiples artilugios de madera. Cuentan también que, en un tiempo más remoto hubo mercado del carbón los martes y los viernes.
Ahora podemos ver en la llamada Plaza de las Milicias el Grupo Escolar "Jacinto Benavente" y al otro lado de la muralla el Centro de Salud "Puerta Nueva". Las nuevas construcciones han dejado para el recuerdo los edificios y costumbres que allí existieron.
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