Domingo, 14 de Septiembre de 2025

E. Navascués de Zubiría
Viernes, 18 de Octubre de 2024
1ª RFEF

Un portentoso Zamora canta en Baracaldo aquello de "ganando bajo la lluvia" (0-3)

Extraordinaria segunda mitad de los rojiblancos, que ofrecieron una exhibición de qué consiste el juego al contragolpe, además de un trabajo ejemplar en defensa

Portentosa segunda mitad del Zamora CF en Lasesarre, donde los rojiblancos cantaron bajo la lluvia en una exhibición de orden y contragolpe. Tres tantos, uno de rebote, otro de penalti y el tercero después de una acción vertiginosa, culminada por Luis Rivas, el jugador colombiano que dio el ascenso al club en San Sebastián de los Reyes. No encuentro adjetivos para calificar este fútbol que Juan Sabas ha diseñado para un equipo con futbolistas entregados a la causa, gentes que lo han sido todo y jóvenes que llegarán lejos. Once goles encajados por dos escuadras que jugaban hace unos meses en la Segunda A y por un cuadro aurinegro que parecía lanzado en la clasificación.

 

Y, a decir verdad, el Baracaldo pudo marcar antes de cumplir el minuto, con un balón lanzado por Huidobro desde el centro del campo, cuando observó que Fermín se hallaba lejos de su portería. El meta rojiblanco retrocedió con tanta celeridad que se tropezó sobre la propia línea de gol, donde sacó la pelota con alguna parte de su tronco y la pierna. Los vascos se vinieron arriba para, con un fútbol largo, buscar la espalda a la zaga zamorana, muy adelantada. Pero las ocasiones, pocas, del Baracaldo se perdieron, bien por las acciones de Fermín, ya por las prisas por marcar de los delanteros.

 

A partir de la primera media hora de juego, el Zamora empezó a mandar, merced al trabajo a destajo de Clavería y Ramos y a la clase y conocimientos futbolísticos de Márquez. Los rojiblancos vieron que la banda diestra del conjunto vizcaíno podría ser la vía idónea para meter miedo al Baracaldo. Y así fue. Tresaco, una y otra vez, sacaba de quicio al lateral aurinegro, como en una acción espectacular con un disparo envenenado que rozó la base del poste de la portería fabril.

 

Dos disparos de Marquéz también metieron el miedo la zaga local, suficiente para que el Baracaldo entrase en pánico. El finiquito de la primera mitad concluiría sin goles.

 

La dinámica rojiblanca con la que acabó la primera entrega tuvo su continuidad en la segunda. A los tres minutos, un posible penalti a Márquez no se consideró por parte del colegiado, pero esa insistencia del Zamora ocasionó una pena máxima, tras gran acción del dúo dinámico andaluz. Pase al hueco de Pito para que Kike supera a su marcador que decidió pararlo con un clarísimo agarrón. Penalti. El primero pitado al Zamora desde hace, más o menos, un año. El torero de Sanlucar de Barrameda batía a Unai Pérez, que llegó a tocar con sus piernas la pelota.

 

Con ventaja en el marcador, el juego rojiblanco fue a más. Seriedad en defensa, agresividad en la medular y peligro en ataque. No obstante, el ariete marroquí del Baracaldo pudo marcar. Un balón muy profundo lo paro como mandan los cánones, pero el disparo se fue por encima del larguero de Fermín.

 

Imanol de la Sota quiso suturar la herida por la que sangraba su equipo. Dos cambios inmediatos, con entrada de dos jóvenes Vicandi y Pedernales (minuto 64). No tardía mucho Sabas en hacer lo propio en su equipo, introduciendo fuerza y velocidad en su ataque. Alternativa para Rivas y Roni, mientras Tresaco y Pito buscaban las duchas (minuto 67).

 

Como el Zamora imperaba sobre el perfecto césped de Lasesarre, De la Sota decidió jugársela a una carta, con otras dos sustituciones cuando transcurría el minuto 71. Naveira y Egusquiza sustituyeron a Huidobro y Revilla. Pero los cambios no dieron sus frutos.

 

Poco después, Ramos, en otra contra perfecta, se plantó delante del portero, pero se entretuvo en regatear y no vio a su derecha a un compañero, perdiendo la oportunidad de cerrar el partido. Se nota que el zamorano carece del olfato de un delantero.

 

El técnico madrileño volvió a mover el banquillo, con el concurso de Gorjón y Castañeda, para que Ramos y Rufo salieran del campo.

 

Y, en el minuto 83, cuando el Zamora olía a victoria, Roni porfía con un defensa, que se acongoja para despejar, con tan mala fortuna, que el balón choca con el pecho de lobo de Sergio Nieto para dirigirse a la meta vasca, absolutamente vacía. El partido visto para sentencia.

 

Macho ya había sustituido a Márquez, con el objetivo de marcar el ritmo del partido y servir balones a sus compañeros. De tal manera, pasado el minuto 90, otro contragolpe de  libro, por la izquierda, servía para que Castañeda diese el pase de la muerte a Rivas, que marcaba el tanto que cerraba el choque.

 

Partido perfecto de los rojiblancos que ahora sí dan miedo por la calidad de su juego y la facilidad goleadora. Sabas está construyendo una escuadra que ejecuta un fútbol extraordinario, que juega primorosamente al ataque y sabe defenderse sin utilizar dureza en sus acciones, con dos laterales que defienden como espartanos en las Termópilas y suben la banda como cosacos.

 

Este Zamora ya sabe en qué consiste aquello de ganando bajo la lluvia.

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