
NUESTRA HISTORIA
Y llegaron los árabes
El moro Muza o Musa, llegó a la Península Ibérica cuando TariK ya había dominado una buena parte de Al Andalus y acabado con el último rey visigodo don Rodrigo en la Batalla de Guadalete.
Abu Abd ar-Rahman Musa, llamado Musa, gobernador y general del Califato Damasquino Omeya participó en la invasión musulmana de la Península. En el año 714 Musa y Tarik tomaron Zaragoza y avanzaron hacia Lérida, donde ambos invasores se separaron; Tarik fue llamado a Damasco y Musa se dirigió a Asturias para tomar León, Astorga y Zamora, y luego llegar hasta Lugo.
Los conquistadores árabes, cuyo ejército resultaba ya insuficiente para tanto terreno conquistado, decidieron persuadir a los nativos, diciéndoles que no venían a destruirlos ni a despojarlos, sino a traerles el conocimiento del verdadero Dios, y para que se diera crédito a sus palabras, dejaban a los propietarios el goce de sus fincas, pagando un tributo moderado. Esta política, en apariencia tolerante, contribuyó a que la conquista avanzara muy rápidamente, aunque quedaron fuera de su alcance astures y vascones, refugio de la nobleza goda que escapó del desastre, y también algunos obispos que se llevaron allí reliquias, códices y joyas muy apreciadas de la Iglesia.
En un principio, dividieron los árabes la Península en cuatro partes, con nombres de los cuatro puntos cardinales: al Guf, al Keblah, al Sharkyah y al Garb; de donde ha quedado el nombre de la zona portuguesa de Algarbe.
Más adelante, el año 746, aquellas cuatro particiones las denominaron al Andalus, Tolaitola, Sarhosta y al Merida (que correspondía a la Bética, Cartaginense, Tarraconense y la Lusitania-Galaecia de los tiempos de los romanos).
De los nombres que los árabes dieron a los territorios hispanos, surge nuestra ciudad de Zamora, nombrada Medina Zamorati, cuyo significado hay quien supone que es "turquesa" porque se dice que los moros hallaron aquí esas piedras en abundancia.
Algunos cronistas de la antigüedad nombran Zamora , como Semura, derivado del verbo hebreo Samar; otros la llamaron Çamur, voz de origen griego. Gratia Dei y algunos más dicen que estando aquí el rey Alfonso el Magno espantó una vaca negra gritando ¡zé mora!. Entre tantas conjeturas, podemos quedar en que los árabes le pusieron el nombre a ZAMORA.
Balbino Lozano
El moro Muza o Musa, llegó a la Península Ibérica cuando TariK ya había dominado una buena parte de Al Andalus y acabado con el último rey visigodo don Rodrigo en la Batalla de Guadalete.
Abu Abd ar-Rahman Musa, llamado Musa, gobernador y general del Califato Damasquino Omeya participó en la invasión musulmana de la Península. En el año 714 Musa y Tarik tomaron Zaragoza y avanzaron hacia Lérida, donde ambos invasores se separaron; Tarik fue llamado a Damasco y Musa se dirigió a Asturias para tomar León, Astorga y Zamora, y luego llegar hasta Lugo.
Los conquistadores árabes, cuyo ejército resultaba ya insuficiente para tanto terreno conquistado, decidieron persuadir a los nativos, diciéndoles que no venían a destruirlos ni a despojarlos, sino a traerles el conocimiento del verdadero Dios, y para que se diera crédito a sus palabras, dejaban a los propietarios el goce de sus fincas, pagando un tributo moderado. Esta política, en apariencia tolerante, contribuyó a que la conquista avanzara muy rápidamente, aunque quedaron fuera de su alcance astures y vascones, refugio de la nobleza goda que escapó del desastre, y también algunos obispos que se llevaron allí reliquias, códices y joyas muy apreciadas de la Iglesia.
En un principio, dividieron los árabes la Península en cuatro partes, con nombres de los cuatro puntos cardinales: al Guf, al Keblah, al Sharkyah y al Garb; de donde ha quedado el nombre de la zona portuguesa de Algarbe.
Más adelante, el año 746, aquellas cuatro particiones las denominaron al Andalus, Tolaitola, Sarhosta y al Merida (que correspondía a la Bética, Cartaginense, Tarraconense y la Lusitania-Galaecia de los tiempos de los romanos).
De los nombres que los árabes dieron a los territorios hispanos, surge nuestra ciudad de Zamora, nombrada Medina Zamorati, cuyo significado hay quien supone que es "turquesa" porque se dice que los moros hallaron aquí esas piedras en abundancia.
Algunos cronistas de la antigüedad nombran Zamora , como Semura, derivado del verbo hebreo Samar; otros la llamaron Çamur, voz de origen griego. Gratia Dei y algunos más dicen que estando aquí el rey Alfonso el Magno espantó una vaca negra gritando ¡zé mora!. Entre tantas conjeturas, podemos quedar en que los árabes le pusieron el nombre a ZAMORA.
Balbino Lozano
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