
1ª RFEF
El Zamora CF recibe un sopapo en su ilusión futbolística del Sestao (1-2)
Los rojiblancos, si se exceptúan los diez primeros del partido, nunca se sintieron a gusto ante un Sestao que exhibió su poderío aéreo y otras virtudes desconocidas: riesgo y fe en sus fuerzas
El Zamora CF quiso ganar hasta el final del partido, por razón tan sutil, perdió ante un Sestao que demostró en el Ruta de la Plata su poderío en el juego aéreo y, además, otras virtudes que se desconocían, como su capacidad para impedir jugar a los mejores jugadores rojiblancos y cerrarlas casi todas las vías de acceso al marco de Yago Herrerín.
El cuadro rojiblanco soltó diez minutos iniciales extraordinarios, con jugadas excelentes de Tresaco por la banda izquierda, centros que no se concretaron en remates a puerta o errados en situaciones francas. Un dato: la escuadra de Juan Sabas lanzó cinco saques de esquina en los primeros diez minutos iniciales, cuando se jugó, como digo el mejor y casi único buen fútbol del encuentro.
Tras los sustos iniciales, el Sestao no se encerró en su área, sino que buscó pisar campo rival, con alguna jugada peligrosa en ataque que no encontró puerta. La medular rojiblanca batallaba, pero sin acierto. Ramos estuvo muy desdibujado y como lento, y Clavería, pese a su lucha, tampoco fue el de otras tardes. Solo Márquez, con su fútbol inteligente y exquisito, sirvió algunos balones peligros. No obstante, el andaluz tampoco brilló como en otros partidos.
La primera entrega se fue consumiendo sin que el Zamora mostrara el buen fútbol de otras tardes. Se esperaba que el cuadro rojiblanco, el que demostró una gran calidad de juego, apareciera tras el descanso. Y pudo ser, porque en el minuto 4 de la segunda mitad, Pito Camacho marcaba, tras recoger un rechace dentro del área verdinegra. Euforia en las gradas. Después se creyó que el Zamora profundo, vertical y ofensivo inclinara la balanza a su favor. Pero solo duró dos minutos la ventaja local, porque una mala lectura en el lateral izquierdo de la zaga, permitió a los vizcaínos empatar el choque. La grada no se lo creía.
A partir de la igualada, el Zamora jugó con prisas. Sabas quiso poner sosiego entre los suyos. Los dos primeros cambios acontecieron después de la primera hora de juego. Macho sustituyó a Clavería y Roni a Pito Camacho. El madrileño dio más control al juego rojiblanco, pero la lucha de Roni tampoco obtuvo sus frutos.
Cuatro minutos después, cuando Tresaco pidió el cambio, entraría Luis Rivas. El técnico vizcaino Viadero, que conocía perfectamente al Zamora, introdujo su primer cambio en el minuto 68, dando entrada a Etxaniz, clave en el resultado final del encuentro, porque fue el autor del gol de la victoria visitante, por Galvez.
Tras la lesión muscular de Herrerín, más sustituciones en el Zamora. Entraron en el campo Gorjón por Ramos y Carlo por Rufino, también con problemas musculares.
Fotografía: Esteban Pedrosa
El Zamora CF quiso ganar hasta el final del partido, por razón tan sutil, perdió ante un Sestao que demostró en el Ruta de la Plata su poderío en el juego aéreo y, además, otras virtudes que se desconocían, como su capacidad para impedir jugar a los mejores jugadores rojiblancos y cerrarlas casi todas las vías de acceso al marco de Yago Herrerín.
El cuadro rojiblanco soltó diez minutos iniciales extraordinarios, con jugadas excelentes de Tresaco por la banda izquierda, centros que no se concretaron en remates a puerta o errados en situaciones francas. Un dato: la escuadra de Juan Sabas lanzó cinco saques de esquina en los primeros diez minutos iniciales, cuando se jugó, como digo el mejor y casi único buen fútbol del encuentro.
Tras los sustos iniciales, el Sestao no se encerró en su área, sino que buscó pisar campo rival, con alguna jugada peligrosa en ataque que no encontró puerta. La medular rojiblanca batallaba, pero sin acierto. Ramos estuvo muy desdibujado y como lento, y Clavería, pese a su lucha, tampoco fue el de otras tardes. Solo Márquez, con su fútbol inteligente y exquisito, sirvió algunos balones peligros. No obstante, el andaluz tampoco brilló como en otros partidos.
La primera entrega se fue consumiendo sin que el Zamora mostrara el buen fútbol de otras tardes. Se esperaba que el cuadro rojiblanco, el que demostró una gran calidad de juego, apareciera tras el descanso. Y pudo ser, porque en el minuto 4 de la segunda mitad, Pito Camacho marcaba, tras recoger un rechace dentro del área verdinegra. Euforia en las gradas. Después se creyó que el Zamora profundo, vertical y ofensivo inclinara la balanza a su favor. Pero solo duró dos minutos la ventaja local, porque una mala lectura en el lateral izquierdo de la zaga, permitió a los vizcaínos empatar el choque. La grada no se lo creía.
A partir de la igualada, el Zamora jugó con prisas. Sabas quiso poner sosiego entre los suyos. Los dos primeros cambios acontecieron después de la primera hora de juego. Macho sustituyó a Clavería y Roni a Pito Camacho. El madrileño dio más control al juego rojiblanco, pero la lucha de Roni tampoco obtuvo sus frutos.
Cuatro minutos después, cuando Tresaco pidió el cambio, entraría Luis Rivas. El técnico vizcaino Viadero, que conocía perfectamente al Zamora, introdujo su primer cambio en el minuto 68, dando entrada a Etxaniz, clave en el resultado final del encuentro, porque fue el autor del gol de la victoria visitante, por Galvez.
Tras la lesión muscular de Herrerín, más sustituciones en el Zamora. Entraron en el campo Gorjón por Ramos y Carlo por Rufino, también con problemas musculares.
Fotografía: Esteban Pedrosa
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