El Zamora CF tendrá que “picar piedra” en el Toralín, feudo de la SD Ponferradina

Habrá que seguir picando piedra, como suele afirmar Juan Sabas. Sin ir más lejos, el próximo domingo, en el Toralín, estadio del querido club de la SD Ponferradina, que tampoco atraviesa un momento dulce en la Primera RFEF. Y así debe ser tras la derrota, inesperada, ante el Sestao, que llegó en los últimos minutos, algo que le suele suceder a los rojiblancos: perder en instantes finales.

Este Zamora, ya reconocido por otros técnicos, juega bonito, profundo, vertical, crea mucho peligro en ataque. Pero también comete errores groseros y, además, le sigue faltando un director de orquesta en la medular. Ante el equipo vizcaíno vimos 10 minutos iniciales extraordinarios, en la línea de esta campaña, pero se fallaron ocasiones clarísimas y no se recogió cosecha alguna al lanzamiento de cinco saques de esquina en diez minutos. Después, el cuadro vizcaíno fue estirándose, porque no encontró tampoco oposición en la línea de medios local: Ramos y Clavería no estuvieron. El equipo visitante se lo fue creyendo. No se encerró en su área, pese a su fortaleza física y su poderío aéreo, sino que, pasado el temporal de inicio, se proyecto en ataque, con algunas oportunidades claras.

Tengo que escribir que el Zamora CF frente a los verdinegros fue el menos bueno de esta temporada, porque salvo esos 10 minutos iniciales y algunos momentos en el tramo final del choque, cuando se acudió al abordaje y los centros a la olla, no vimos el fútbol exquisito que ha caracterizado, sobre todo, al cuadro rojiblanco. Si no funcionan los centrocampistas, te obligas a saques largos de Fermín, que buscaron, preferentemente, la izquierda del ataque, para aprovechar la velocidad de Tresaco.

El fútbol rojiblanco se inclinó demasiado a la banda del oscense, porque Rufo no profundizo por la diestra. De tal manera, el Sestao, a partir de esos momentos iniciales, defendió las acometidas del Zamora sin grandes problemas.

Y el gol de Pito Camacho, nada más de iniciarse la segunda mitad, lo suturaron los verdinegros en un santiamén. Eso colapsó al colectivo rojiblanco. Y, por querer ganar, al final se perdió. Ahora toca picar piedra, mucha, en Ponferrada.

Copa del Rey

Después de los malos ratos causados por la derrota ante el Sestao, regresó la alegría a la plantilla rojiblanca con el acceso a la siguiente eliminatoria de la Copa del Rey, tras derrotar al Juventud Torremolinos. No obstante, Sabas no podrá contar con jugadores esenciales. Poco a poco, se van cayendo jugadores tan importantes como Tresaco, lesionado en la Copa, aunque ya ofrecio síntomas de mal estado ante el Sestao, y Pito Camacho, que se unen a los ya con problemas fisicos como Joel Priego, que quizá vuelva al equipo la próxima semana, y losde larga duración, como Juanan y Dani Hernández.

Toca, pues, con las mimbres que quedan en la plantilla, puntuar en El Toralín el próximo domingo, a partir de las 17.30 horas.