1ª FEB
Caja Rural CB Zamora pudo tirar del “caballo” a San Pablo (73-79)
San Pablo pudo caerse del “caballo” de su imbatibilidad en el Ángel Nieto, cuando, a falta de 52 segundos, solo aventajaba a Caja Rural CB Zamora en tres puntos (71-74), después de haber ido por delante en el electrónico por 20 en el último cuarto. Después, una falta personal, en ataque, dudosa, de Round, entrando a canasta, que supuso la quinta del jugador inglés, el mejor defensor entre los azules; unos pasos de Powell, y tres tiros de personal, errados, de cuatro intentos, a cargo de Nkic, evitaron que en esta matinal del domingo se produjese otro milagro evangélico en el vetusto pabellón zamorano.
Lo confieso: nunca creí que la escuadra de Saulo Hernández saliese vencedora en su confrontación con el todopoderoso líder de la categoría, un equipo que cuenta por victorias todos sus encuentros, además de la considerable baja que representa Pauksté para la escuadra azul, porque Nikic nunca será el jugador lituano y porque el resto de hombres altos de la plantilla tampoco ofrecen garantías en rebote defensivo ni en capacidad ofensiva. No obstante, con Caja Rural todo es posible.
Saulo sacó a cancha un cinco inicial formado por Walker, Powell, Round, Buckingham y Nikic. Caja Rural fue el primero en anotar, una personal que anotó el yugoslavo. El tejano, con un tiro de dos, puso tres por delante a los locales, pero los burgaleses igualaron con un triple. Después, errores en los tiros de los azules propiciaron ventajas del líder que se fueron a un 13-19, al término del primer cuarto. Caja Rural había fallado como nunca en ataque, porque sus artistas no encontraron la inspiración en el tiro. Solo Powell anotó un triple en ese periodo.
Los primeros cinco minutos del segundo cuarto, ahondaron los defectos en el tiro de los azules, mientras Burgos demostraba su categoría para irse a los diez puntos de diferencia: 19-29. Hubo una reacción zamorana antes del descanso, para dejar las diferencias en 34-43. Nueve puntos de ventaja para el líder al término de la primera entrega. Con escaso poderío reboteador y errores en el tiro, la escuadra de Hernández Bris todavía se hallaba viva después de 20 minutos de juego.
Burgos, sin prisas, empezó a encontrarse a gusto en la cancha, máxime cuando sus ventajas superaron la decena de puntos, 13, 15 y 17 (39-56), en el tercer cuarto. De tal manera, el líder se presentaba en los últimos diez minutos con el partido casi ganado. Casi. (45-61). Dieciséis de ventaja. Demasiado para Caja Rural CB Zamora. Pero el técnico burgalés no debe conocer mucho al rival de este 3 de noviembre, porque, incluso con 20 puntos por debajo en el último cuarto (47-67), dos triples, uno de Buckingham, que resucitó, y otro de Hearts, a falta de 4’44’’, dejaron el marcador en un 60-71. Los de Saulo creyeron en la victoria, tanto que a falta de 4 minutos, las diferencias bajaron de los diez puntos (62-71), que sería solo 7 en el último tramo y solo cuatro (70-74), merced a un triple de Buckingham. Después, la defensa burgalesa cargaba personales en la persona de Nikic, del que conocieron su poca pericia en los lanzamientos de personales. Solo encestó un punto de los cuatro posibles. A falta de 52 segundos, como indiqué en el inicio de esta crónica, solo tres puntos de diferencia (71-74). Después errores domésticos, quizá arbitrales y la serenidad de los burgaleses impidieron un milagro en el Ángel Nieto. Pero el San Pablo pudo haberse caído del caballo en el Ángel Nieto.
Buckingham fue el máximo encestador azul, con 16 puntos, en un último cuarto excepcional; con 13, Saintel, con 10, Hearts.
Fotografía: Esteban Pedrosa
San Pablo pudo caerse del “caballo” de su imbatibilidad en el Ángel Nieto, cuando, a falta de 52 segundos, solo aventajaba a Caja Rural CB Zamora en tres puntos (71-74), después de haber ido por delante en el electrónico por 20 en el último cuarto. Después, una falta personal, en ataque, dudosa, de Round, entrando a canasta, que supuso la quinta del jugador inglés, el mejor defensor entre los azules; unos pasos de Powell, y tres tiros de personal, errados, de cuatro intentos, a cargo de Nkic, evitaron que en esta matinal del domingo se produjese otro milagro evangélico en el vetusto pabellón zamorano.
Lo confieso: nunca creí que la escuadra de Saulo Hernández saliese vencedora en su confrontación con el todopoderoso líder de la categoría, un equipo que cuenta por victorias todos sus encuentros, además de la considerable baja que representa Pauksté para la escuadra azul, porque Nikic nunca será el jugador lituano y porque el resto de hombres altos de la plantilla tampoco ofrecen garantías en rebote defensivo ni en capacidad ofensiva. No obstante, con Caja Rural todo es posible.
Saulo sacó a cancha un cinco inicial formado por Walker, Powell, Round, Buckingham y Nikic. Caja Rural fue el primero en anotar, una personal que anotó el yugoslavo. El tejano, con un tiro de dos, puso tres por delante a los locales, pero los burgaleses igualaron con un triple. Después, errores en los tiros de los azules propiciaron ventajas del líder que se fueron a un 13-19, al término del primer cuarto. Caja Rural había fallado como nunca en ataque, porque sus artistas no encontraron la inspiración en el tiro. Solo Powell anotó un triple en ese periodo.
Los primeros cinco minutos del segundo cuarto, ahondaron los defectos en el tiro de los azules, mientras Burgos demostraba su categoría para irse a los diez puntos de diferencia: 19-29. Hubo una reacción zamorana antes del descanso, para dejar las diferencias en 34-43. Nueve puntos de ventaja para el líder al término de la primera entrega. Con escaso poderío reboteador y errores en el tiro, la escuadra de Hernández Bris todavía se hallaba viva después de 20 minutos de juego.
Burgos, sin prisas, empezó a encontrarse a gusto en la cancha, máxime cuando sus ventajas superaron la decena de puntos, 13, 15 y 17 (39-56), en el tercer cuarto. De tal manera, el líder se presentaba en los últimos diez minutos con el partido casi ganado. Casi. (45-61). Dieciséis de ventaja. Demasiado para Caja Rural CB Zamora. Pero el técnico burgalés no debe conocer mucho al rival de este 3 de noviembre, porque, incluso con 20 puntos por debajo en el último cuarto (47-67), dos triples, uno de Buckingham, que resucitó, y otro de Hearts, a falta de 4’44’’, dejaron el marcador en un 60-71. Los de Saulo creyeron en la victoria, tanto que a falta de 4 minutos, las diferencias bajaron de los diez puntos (62-71), que sería solo 7 en el último tramo y solo cuatro (70-74), merced a un triple de Buckingham. Después, la defensa burgalesa cargaba personales en la persona de Nikic, del que conocieron su poca pericia en los lanzamientos de personales. Solo encestó un punto de los cuatro posibles. A falta de 52 segundos, como indiqué en el inicio de esta crónica, solo tres puntos de diferencia (71-74). Después errores domésticos, quizá arbitrales y la serenidad de los burgaleses impidieron un milagro en el Ángel Nieto. Pero el San Pablo pudo haberse caído del caballo en el Ángel Nieto.
Buckingham fue el máximo encestador azul, con 16 puntos, en un último cuarto excepcional; con 13, Saintel, con 10, Hearts.
Fotografía: Esteban Pedrosa




















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