Domingo, 21 de Septiembre de 2025

BALBINO LOZANO
Jueves, 07 de Noviembre de 2024
NUESTRA HISTORIA

La maga de Valorio

Cuenta una leyenda tradicional que, cuando el rey Alfonso III el Magno residía en Zamora, ocupado en reedificar sus templos, casas, calles y desmantelados muros por los ataques de la morisma, preocupado por las contantes intrusiones de los árabes llegó un día en que su comportamiento hizo pensar a sus súbitos que era presa de algún maleficio.


Hubo quien aseguraba que sostenía tratos ilícitos con una hechicera o maga .  Se decía que al toque de ánimas había sido visto más de una noche en la torre del alcázar un espectro gigantesco con hábito de monje semejante a una mortaja.


Mientras en los corrillos se contaban las más absurdas patrañas, los ánimos se exaltaban y hasta  llegaron a brillar las espadas en duelos singulares.


Una tarde, cuando el rey Alfonso regresaba de recorrer los castillos y fuertes de su comarca y en un  momento en que su escolta se encontraba a considerable distancia, su corcel dio un salto hacia atrás como si algún peligro amenazara;  levantó el monarca la cabeza y vio ante él una vaca, tan negra como la noche, que cuidaba una joven con voz delicada,  suave y dulce, que conmovió al rey cuando exclamaba: "¡ za, mora!


El rey siguió con los ojos a aquella hermosa zagala  mora que trataba de huir del cristiano.   Cuenta la leyenda que don Alfonso descabalgó de su corcel y se acercó a la muchacha besándole cortésmente la mano manifestándole:  "Si za-mora es la frase con cuya influencia mágica has domeñado a la res salvaje y brava, Zamora habrá de llamarse la ciudad que detrás de esas colinas se alza."


Aquella bella sultana resultó ser la esposa del bravo y temido Abdalla y advirtió al rey cristiano que su vida peligraba si aparecía el rey moro.   Y apareció Abdalla cuando Alfonso besaba a aquella hermosa zagala.  El feroz caudillo árabe cercenó la cabeza de aquella infeliz con su cimitarra.


Horrorizado el rey cristiano, se enfrentó al moro con tal coraje, que así lo describe el romance:  "Ambos a un tiempo arremeten/ y horrible lucha se traba/  sin que el uno al otro ceda/ en brazo, brío y pujanza/  Al comenzar la pelea/ las gentes de Alfonso avanzan / haciendo otro tanto entonces/  las que trae el moro Aldalla/ colócanse frente/ e inmóviles como estatuas/ de aquella feroz contienda/  el final tan solo aguardan."


El desenlace llegó cuando el rey Alfonso, de una certera estocada atravesó al fiero Abdalla que se desplomó ante sus huestes que observaban, y a ver a su jefe muerto se enzarzaron en gran batalla contra los de don Alfonso.  ; La victoria se declara en favor  del rey cristiano y los suyos que regresaron a la ciudad con un grupo de moros cautivos.


El Rey convocó a los nobles y expresó su voluntad soberana de que ZAMORA fuera el nombre de la ciudad.  Es fábula que en el mismo lugar en que fue muerta la maga cada aniversario  brotara de entre las peñas sangre con tanta abundancia que dejó una huella roja y a esto se debe el nombre de la "Peña Colorada" en Valorio.

(De un poema escrito por Prudencio Bugallo, Publicado en Zamora Ilustrada, 1881)Balbino Lozano

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