
1ª RFEF
Caja Rural CB Zamora nunca pudo con un Obradoiro acertadísimo (60-90)
La escuadra compostelana tuvo un acierto extraordinario en triples, casi un 50%, mientras el equipo que dirige Saulo Hernández nunca encontró la fórmula para perforar la canasta rival
Podría haber sido la crónica de una victoria anunciada del Obradoiro o de una derrota prevista para el Caja Rural CB Zamora. Pero fue mucho más, porque el equipo al equipo compostelano le entraba todo lo que lanzaba, como lo evidencia un dato: Obradoiro tuvo casi un 50% de acierto en triples, lanzó 30 y encestó 18, mientras que la escuadra azul ofreció solo un 27%, porque, de 30 tiros de tres, tantos como su rival, solo anotó 8. Llegó un momento en el que todo lo que tiraba el cuadro gallego entraba. Incluso sus jugadores se lo creyeron, como si el apóstol jugase esta tarde al baloncesto.
Paradojas del deporte: el Caja Rural fue el primero en encestar, con un triple de Saintel, jugador que no es especialista en esta jugada, pero entró en euforia y fue el que anotó los siete primeros puntos azules.
Con dos triples seguidos de Obradoiro, se inició la masacre. En el minuto 5 ya mandaba los compostelanos por nueve puntos (7-16). A partir de ese instante, solo existió un equipo sobre el parqué. La mejor noticia fue la entrada de Pauksté, a falta de poco más de tres minutos del primer cuarto que concluyó con un 15-34. La escuadra gallega, a base de triples, con una defensa fortísima, muy agresiva, se fue en el marcador. Las distancia se engrosaron antes del descanso para dejar visto para sentencia el choque: 21-50.
Solo quedaba que Caja Rural CB Zamora maquillase el resultado en la segunda entrega. Y, ciertamente, la escuadra azul mejoró en esos veinte minutos, pero su rival, con ventaja tan cómoda, jugó el encuentro como un entrenamiento serio. No obstante, la salida de la segunda entrega conoció a una escuadra azul más intensa en defensa, incluso se llevó el tercer cuarto. No obstante, la ventaja visitante su fue ensanchando hasta los 30 puntos.
Después, en los últimos diez minutos, al que se llegó con una diferencia abismal (43-71), se conoció el acierto de Buckingham en dos triples y de Hearst. Este último cuarto careció de historia, con cierta igualdad, hasta ese final de 60-90.
De la pésima imagen de Caja Rural en ataque, lo demuestra que solo Hearst llegase a la decena de puntos.
Fotografía: Esteban Pedrosa
Podría haber sido la crónica de una victoria anunciada del Obradoiro o de una derrota prevista para el Caja Rural CB Zamora. Pero fue mucho más, porque el equipo al equipo compostelano le entraba todo lo que lanzaba, como lo evidencia un dato: Obradoiro tuvo casi un 50% de acierto en triples, lanzó 30 y encestó 18, mientras que la escuadra azul ofreció solo un 27%, porque, de 30 tiros de tres, tantos como su rival, solo anotó 8. Llegó un momento en el que todo lo que tiraba el cuadro gallego entraba. Incluso sus jugadores se lo creyeron, como si el apóstol jugase esta tarde al baloncesto.
Paradojas del deporte: el Caja Rural fue el primero en encestar, con un triple de Saintel, jugador que no es especialista en esta jugada, pero entró en euforia y fue el que anotó los siete primeros puntos azules.
Con dos triples seguidos de Obradoiro, se inició la masacre. En el minuto 5 ya mandaba los compostelanos por nueve puntos (7-16). A partir de ese instante, solo existió un equipo sobre el parqué. La mejor noticia fue la entrada de Pauksté, a falta de poco más de tres minutos del primer cuarto que concluyó con un 15-34. La escuadra gallega, a base de triples, con una defensa fortísima, muy agresiva, se fue en el marcador. Las distancia se engrosaron antes del descanso para dejar visto para sentencia el choque: 21-50.
Solo quedaba que Caja Rural CB Zamora maquillase el resultado en la segunda entrega. Y, ciertamente, la escuadra azul mejoró en esos veinte minutos, pero su rival, con ventaja tan cómoda, jugó el encuentro como un entrenamiento serio. No obstante, la salida de la segunda entrega conoció a una escuadra azul más intensa en defensa, incluso se llevó el tercer cuarto. No obstante, la ventaja visitante su fue ensanchando hasta los 30 puntos.
Después, en los últimos diez minutos, al que se llegó con una diferencia abismal (43-71), se conoció el acierto de Buckingham en dos triples y de Hearst. Este último cuarto careció de historia, con cierta igualdad, hasta ese final de 60-90.
De la pésima imagen de Caja Rural en ataque, lo demuestra que solo Hearst llegase a la decena de puntos.
Fotografía: Esteban Pedrosa
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