Viernes, 19 de Septiembre de 2025

Patricio Cuadra
Viernes, 29 de Noviembre de 2024
POSTALES DESDE EL FARO

Lo normal

Patricio Cuadra

Los que estén acostumbrados a leerme, cosa que nunca recomiendo y de lo que todavía se pueden ustedes curar con algún tipo de tratamiento médico, ya estarán acostumbrados a que, de vez en cuando, les escriba sobre la normalidad. Y es que reconozco que es un tema que me apasiona porque en nuestro día a día nos encontramos con comportamientos que resultan aberrantes pero que los que los ejecutan los consideran normales. Lo normal, lo habitual u ordinario que dice la R.A.E. en su segunda acepción, se está convirtiendo en inusual no porque no sea lo frecuente sino porque está alcanzando niveles de monstruosidad intolerables. Es una monstruosidad intolerable la continua masacre del pueblo palestino, las muestras armamentísticas de Rusia y sus aliados, las salidas de tono de Trump y sus palmeros, la tergiversación de la realidad, la mala educación… podría hacerles una lista mucho más amplia y con ella llenaría mi columna sin ningún tipo de esfuerzo narrativo, lo cual me costaría un tirón de orejas del director, así que vamos a parar aquí. Nos hemos acostumbrado a vivir en esa normalidad igual que el escarabajo pelotero se ha acostumbrado a hacer bolas con la mierda y miren, no es bueno acostumbrarse a la cochambre porque nos lleva a la miseria intelectual. Damos por evidente esa “normalidad” y ello nos anula un mínimo de sentido crítico por temor a destacar entre la bazofia y también por comodidad. Si nos dejamos arrastrar por la corriente no hace falta que nos esforcemos en mover las extremidades para nadar, pero es probable que las aguas de la normalidad nos acaben ahogando. Que nadie nos garantiza que intentando nadar vayamos a salir de la corriente, pero igual si somos muchos los que nadamos en el otro sentido logremos que el cauce cambie. Ingenuo, me llamarán algunos, aquellos que no me llamen gilipollas, que seguro que también los hay. Pero miren, es mejor ser un ingenuo y un gilipollas con pensamiento crítico que no un conformista por el que piensan otros. Y sí, cada uno es libre de decidir qué hacer con el tiempo que se le ha dado, pero el tiempo pasará y sus decisiones quedarán ahí, en la memoria. Y cuando alguien, en un futuro, mire un poco hacia atrás pensará: ¿y esto era lo normal? Y se avergonzará. O eso espero yo, que soy un ingenuo. Y sí, para otros un gilipollas, no gasten neuronas en pensarlo.

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