El Zamora CF, eliminado, tras una calamitosa tanda de penaltis

Nunca tuvo el Zamora CF una oportunidad tan diáfana de acceder a la tercera ronda de la Copa del Rey como en un partido que se inició a las 21.00 horas y concluyó casi de madrugada, con el lanzamiento de penaltis paupérrimo por parte de los rojiblancos. Solo marcó Guille Macho, porque Ramos, Roni y Márquez desperdiciaron sus ocasiones con ejecuciones lamentables. El Tenerife, con lo que se presentó en el Ruta de la Plata, fue inferior a los rojiblancos. Solo aguantó unos minutos iniciales, de tanteo y, durante la segunda parte, apenas llegó a la portería de Altube, un mero espectador, salvo en un disparo que detuvo ya al final del partido. El equipo de Sabas no supo eliminar a un rival que jugó con diez hombres, por expulsión de Gayá, en el minuto 106, ya en la prórroga. El Zamora CF, sin delantero centro, por Roni siempre recibió de espaldas a la portería y, además, fue objetivo de numerosas faltas que el árbitro, patético, no quiso pitar.

Sabas jugó con ocho futbolistas distintos al once titular en Vigo: solo quedaron en ese once inicial Ramos, José Carlos, Kike Márquez y Guille Macho. El resto, lo completó Altube, bajo palos; Aleix Gorjón, como lateral derecho; Carlos Gutiérrez, de centro diestro; Karlo, en la punta, Joel Priego y Mancebo como extremos, y Castañeda, en el lateral izquierdo.

Durante la primera entrega, el Zamora llevó el ritmo y la batuta del encuentro. Hubo oportunidades, no clarísimas, en un golpe franco ejecutado por Ramos, que rozó el palo y centros desde las bandas que no hallaron rematador. El Tenerife no existió, no disparó nunca entre palos hasta el minuto 76.

Si en la primera mitad fue superior la escuadra rojiblanca, en la segunda entrega, el mando fue absoluto. En el minuto 50, primer tiro al larguero, obra de Mancebo, tras enorme jugada de Karlo, un gran descubrimiento esta noche. Mel intentó cambiar la deriva de su equipo realizando tres cambios al unísono en el minuto. Tampoco se notaron las nuevas fuerzas.

Sabas introdujo también músculos frescos en su equipo. Campabadal y Sergio Nieto sustituyeron a José Carlos y Castañeda. Gorjó, dejó el lateral para formar de central zurdo.

El Zamora dominó a su rival como nunca esta temporada. Nunca ningún equipo de la 1ª RFEF de los que han pasado por el Ruta de la Plata opuso menos resistencia que el cuadro canario.

Buscando el gol, merecido por su juego, el técnico rojiblanco sacó el campo a Mancebo y dio entrada a Roni, un delantero centro clásico. Y ya en el 81 intentó que el partido no llegará a la prórroga con el concurso de Tresaco y Bolo, mientras que Joel y Gorjón se fueron a las duchas.

El exterior aragonés realizó una enorme jugada por la izquierda para llegar al área pequeña y allí perder el cuero ante el meta chicharrero.  Y, antes de llegar a la prórroga, un gran jugada de Karlo acabó con un tiro que se fue por arriba del larguero.

Ya en la primera parte de la extra, Clavería entró por un gran Karlo y un minuto después llegaba la expulsión de Gayá por doble amonestación.

Márquez tuvo otra oportunidad extraordinaria en el minuto 115, pero su chut se fue cerca del poste.

El Zamora CF y el Tenerife tuvieron que jugársela en las penas máximas. Los rojiblancos, infinitamente superiores a los canarios, permitieron que la eliminatoria concluyese desde el punto de penalti. Ramos empezó fallando, al lanzar por encima del travesaño; Álvaro marcaba para el Tenerife. Roni erraba. Los lanzadores isleños solo fallaron un penalti. Pero, si exceptuamos a Macho, que ejecutó el penalti con maestría, Márquez imitó a Ramos y a Roni para que el Zamora quedase eliminado de la Copa del Rey. Jamás el club rojiblanco lo tuvo tan sencillo para jugar una tercera ronda del este torneo con un grande del fútbol español.

Tristeza en esta madrugada copera. El fútbol nunca fue el deporte más justo.

Fotografía de Esteban Pedrosa: Karlo, todo un descubrimiento, realizó en excelente partido