Mis amigas las letras

Empecinarse en mostrar fundamentos y argumentos en la corrección de textos es un logro, es una sensación de satisfacción, es aportar tu granito de arena a la sintaxis, la semántica, la ortografía... Corregir textos es sentir que los demás aceptan que trabajas por el buen hacer de las letras, aceptan la confianza que ellos mismos depositan en ti... ¡Y todo ello es por el bien de las letras, de la cultura! Aquí no hay condiciones, ya que corregir textos no es cuestión de cantidades, es cuestión de aportar calidad al mundo mágico de las letras... ¡No imagino un mundo sin escritura, sin letras, sin libros! Mi experiencia avala el gusto de trabajar para mis amigas las letras, se es feliz... ¡Ay de mí sin las letras! Licenciado en Filología Hispánica, no me costó demasiado la titulación y la razón es mi inmenso amor hacia las letras, letras que, desde mi interior y desde bien jovencito, he tratado con el cariño que merecen. Si te gusta tu trabajo, siempre tienes fuerzas para perfeccionarlo, para mimarlo aún más... La pureza de las letras, la pureza de tu dedicación hacia ellas, es aportar cultura, una cultura que es tal gracias a ellas... ¿A quiénes? A mis amigas las letras. En mi primer intento adolescente de escribir algo, me sorprendí, exclamé eso de “qué bien me ha quedado”, y a partir de ahí, ese amor hacia las letras fue creciendo. Y hoy día no deja de crecer... ¡Ay mis amigas las letras, no soy nada sin vosotras, y sin mi amor eterno, Eva!