
1ª RFEF
La árbitra sentencia al Zamora en el minuto 92: falta sobre Fermín que se "tragó"
El Nastic marcó su tanto, concedido por la colegiada vasca, después de una falta clarísima sobre el meta rojiblanco a la salida de un córner
En el fútbol, tras contemplar el arbitraje de la colegiada vasca Olat Ribera Olmedo, no hay diferencias en la injusticia o el mal arbitraje entre hombres como mujeres La árbitra concedió el gol de la derrota rojiblanca, minuto 92, tras clarísima falta sobre Fermín Sobrón, golpeado por detrás cuando iba a hacerse con la pelota. El Nastic, que esta semana ha acudido a la Justicia al considerar que se le “robó” el ascenso a Segunda A frente al Málaga, en una decisión del colegiado de aquel encuentro, jugaba a favor del arbitraje. Y así fue. Incapaz del equipo catalán de marcar un gol -solo tuvo dos oportunidades claras y ambas salieron fuera de los tres palos-, tenía que ganar como fuera y fue merced a una falta descomunal de un delantero local sobre el portero rojiblanco. Aquí no hay VAR ni bares. Vergonzoso. Y, a mayores, cuando el Zamora pudo, en el último instante lanzar un córner, señaló falta de un rojiblanco, no fuera que, al lanzar el saque de esquina marcara. Lo dicho. Un punto birlado por una colegiada. El sexo femenino en esto de la justicia futbolística prevarica tanto como el sexo masculino.
Con las bajas conocidas, Sabas formó con Carlos como central diestro. El resto del equipo, el previsto. Guille Macho, en la posición que viene ejerciendo en los últimos partidos; Roni, en punta, mientras que Clavería y Ramos se repartían el trabajo en la medular.
El Zamora salió mandando, lanzando dos saques de esquina en los dos primeros minutos y medio del choque. El primer intento, por definirlo de alguna manera, del Nastic aconteció en el minuto 19. Se jugaba a lo que querían los rojiblancos, con el balón en su poder, pero sin encontrar el último pase para el remate.
Espabiló algo el conjunto catalán, pero sin poner a prueba a Fermín. Sin más que contar, concluyó la primera mitad.
Tras el descanso, el Nastic jugó unos buenos diez minutos, en los que llevó peligro al área rojiblanca, muy bien defendida por los dos centrales.
Después el Zamora metió el miedo al meta Rebollo, que se lució al desviar un duro remate de Márquez. Los rojiblancos ya había equilibrado, de nuevo, el choque.
Los dos entrenadores realizaron sus primeros cambios casi al unísono. En el 59, Vidal, que sacaba del césped a López y Narro para dar entrada a Jardí y Montalvo. Y un minuto después, Juan Sabas entraba a Tresaco y Priego para que salieran Clavería, que había visto un tarjeta amarilla y había que prever mayores daños, y Rufo, tras darse una gran paliza.
El técnico rojiblanco sabía que Nastic iba a dejar espacios en su campo, dado que no les valía el empate y se volcarían en ataque. Tresaco, en su única gran acción, sufrió una falta de roja, que la colegiada dejó en amarilla, y Joel apenas realizó unos cuantos regates en terrenos sin peligro.
El partido se iba hacia su final y el técnico rojiblanco quiso dar más poderío físico a su equipo. Primero entró Gorjón, para reforzar la medular, tras abandonar Roni el césped, y más tarde Karlo y Mancebo que entraron por Márquez y Macho.
La colegiada decidió añadir seis minutos al tiempo reglamentario. El peligro del Nastic nacia en saques de banda que metía en el área rojiblanca, donde entre defensas y Fermín sabían abortar, hasta que llegó ese córner y la falta que no se pitó sobre el cancerbero rojiblanco. Y, para casa, con el rictus que deja en el rostro la injusticia.
En el fútbol, tras contemplar el arbitraje de la colegiada vasca Olat Ribera Olmedo, no hay diferencias en la injusticia o el mal arbitraje entre hombres como mujeres La árbitra concedió el gol de la derrota rojiblanca, minuto 92, tras clarísima falta sobre Fermín Sobrón, golpeado por detrás cuando iba a hacerse con la pelota. El Nastic, que esta semana ha acudido a la Justicia al considerar que se le “robó” el ascenso a Segunda A frente al Málaga, en una decisión del colegiado de aquel encuentro, jugaba a favor del arbitraje. Y así fue. Incapaz del equipo catalán de marcar un gol -solo tuvo dos oportunidades claras y ambas salieron fuera de los tres palos-, tenía que ganar como fuera y fue merced a una falta descomunal de un delantero local sobre el portero rojiblanco. Aquí no hay VAR ni bares. Vergonzoso. Y, a mayores, cuando el Zamora pudo, en el último instante lanzar un córner, señaló falta de un rojiblanco, no fuera que, al lanzar el saque de esquina marcara. Lo dicho. Un punto birlado por una colegiada. El sexo femenino en esto de la justicia futbolística prevarica tanto como el sexo masculino.
Con las bajas conocidas, Sabas formó con Carlos como central diestro. El resto del equipo, el previsto. Guille Macho, en la posición que viene ejerciendo en los últimos partidos; Roni, en punta, mientras que Clavería y Ramos se repartían el trabajo en la medular.
El Zamora salió mandando, lanzando dos saques de esquina en los dos primeros minutos y medio del choque. El primer intento, por definirlo de alguna manera, del Nastic aconteció en el minuto 19. Se jugaba a lo que querían los rojiblancos, con el balón en su poder, pero sin encontrar el último pase para el remate.
Espabiló algo el conjunto catalán, pero sin poner a prueba a Fermín. Sin más que contar, concluyó la primera mitad.
Tras el descanso, el Nastic jugó unos buenos diez minutos, en los que llevó peligro al área rojiblanca, muy bien defendida por los dos centrales.
Después el Zamora metió el miedo al meta Rebollo, que se lució al desviar un duro remate de Márquez. Los rojiblancos ya había equilibrado, de nuevo, el choque.
Los dos entrenadores realizaron sus primeros cambios casi al unísono. En el 59, Vidal, que sacaba del césped a López y Narro para dar entrada a Jardí y Montalvo. Y un minuto después, Juan Sabas entraba a Tresaco y Priego para que salieran Clavería, que había visto un tarjeta amarilla y había que prever mayores daños, y Rufo, tras darse una gran paliza.
El técnico rojiblanco sabía que Nastic iba a dejar espacios en su campo, dado que no les valía el empate y se volcarían en ataque. Tresaco, en su única gran acción, sufrió una falta de roja, que la colegiada dejó en amarilla, y Joel apenas realizó unos cuantos regates en terrenos sin peligro.
El partido se iba hacia su final y el técnico rojiblanco quiso dar más poderío físico a su equipo. Primero entró Gorjón, para reforzar la medular, tras abandonar Roni el césped, y más tarde Karlo y Mancebo que entraron por Márquez y Macho.
La colegiada decidió añadir seis minutos al tiempo reglamentario. El peligro del Nastic nacia en saques de banda que metía en el área rojiblanca, donde entre defensas y Fermín sabían abortar, hasta que llegó ese córner y la falta que no se pitó sobre el cancerbero rojiblanco. Y, para casa, con el rictus que deja en el rostro la injusticia.
josete | Sábado, 14 de Diciembre de 2024 a las 21:46:56 horas
un poco parcial este articulo. El nastic hizo un mal partido, solo apretó los ultimos minutos, con 2 ocasiones clarisimas de 2 cabezazos, el Zamora estuvo aun mas flojo, claras no tuvo ninguna, la mas clara una lejana de kike marquez. El gol, sinceramente no me parece falta, el portero del zamora me parecio muy flojo en todas las salidas en los corners, sin duda algo que tiene que mejorar. El ultimo corner no lo da porque entiende que hay fuera de juego al tocar alguien del zamora con la cabeza y prolongar hacia el delantero q corre a por la pelota.
en fin, mucha suerte en lo que queda de temporada, un saludo.
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