Se montó el Belén en Castronuevo

Me siento orgullosa de escribir sobre Castronuevo, el pueblo que me acogió y sirvió como base de mis primeros años; por eso, cada vez que surge una noticia relacionada con él, no dudo en sacarla a la luz.

En esta ocasión el pueblo se ha unido para, a propuesta del Ayuntamiento, elaborar un Belén navideño con más de 500 figuras y al que no falta detalle; pero lo más importante es que tan magna obra la han elaborado las mujeres del pueblo a ganchillo, reuniéndose desde hace varios meses, y socializando mientras las mesas se llenaban de madejas de colores y agujas que bailaban en sus diestras manos.

Poco a poco han ido tomando forma: animales, plantas, accesorios, casas, pozos, puentes, carros, aperos… y una gran cantidad de personajes con su correspondiente indumentaria y complementos. Adornando las casas: ventanas, toldos, jarapas y cortinas en calles que se entrelazan formando un universo donde todo está realizado con esmero, sobre un escenario de grandes dimensiones. La ambientación es perfecta, con las construcciones típicas y sencillas al estilo de la época en la antigua Galilea, cuya escenografía ha sido realizada por Iván Vega, artífice de este proyecto, y una música de fondo que nos ambienta e incluye en aquel momento especial de la historia.

Con esta iniciativa, el Ayuntamiento de Castronuevo continúa en la línea de incluir de forma muy especial a las mujeres para elaborar trabajos de crochet, como ya hicieran la pasada Navidad con un árbol gigante, o en primavera elaborando un enorme mural a la entrada del pueblo y distintas banderolas tejidas sobre arpilleras que dieron una nota de color a las calles de esta villa que tristemente ostenta el título de “vaciada”

Este arte, que elaboran las “tejedoras de Castronuevo”, ha constituido la excusa perfecta para que la gente no se encierre en sus casas y tenga un objetivo, sencillo pero ilusionante, y no creo equivocarme si pienso que, una vez concluido este proyecto, llegará otro para asombrar a los visitantes y a quienes lo admiramos desde la distancia, para poner en valor a un pueblo que un día fue grande, tuvo escuelas, comercios, bares, y todo tipo de servicios y no se resigna a morir lentamente.

Espero que este Belén tenga la difusión que merece y reciba el beneplácito de quienes lo visiten; deseo que las ideas fluyan para que Castronuevo continúe en el mapa, para que no se abandone a sus habitantes y cubran las necesidades que precisen para no acabar aislados.

Mi enhorabuena a Iván Vega y a quienes han participado en este Belén porque han conseguido llevar ilusión a quienes amamos este pueblo.

Mª Soledad Martín Turiño