NAVIDAD 2024
Un cuento de Navidad
En el clásico CUENTO DE NAVIDAD, de Charles Dickens, un anciano arisco que odia la Navidad recibe una noche la visita de tres fantasmas del pasado, el presente y el futuro que le harán cambiar su forma de ver las cosas.
El paso de los años acumula cantidad de experiencias vividas en los múltiples momentos que conforman el pasado de cada persona y este es su historial. En él se aglomeran alegrías y tristezas en proporciones que , algunas veces se inclinan más a lo malo que a lo bueno.
Cuando llega la Navidad, posiblemente porque se acaba cada año, sentimos tendencia a hacer balance de cómo nos ha ido, lo que condiciona que celebremos con mayor o menos alegría la llegada del Niño Dios.
Si en lugar de pensar en el pasado, viviéramos el presente con la ilusión que tiene el significado de una nueva vida, que nos trae esperanzas de paz y felicidad, disfrutaremos plenamente del momento de reunirnos con nuestros seres queridos, sintiéndonos dichosos por estar presentes en esta memorable ocasión.
Hay quienes se amargan la existencia porque quienes consideraba sus seres queridos se fueron de este mundo antes que él, o porque nunca tuvo seres queridos y culpa a la sociedad de su aislamiento.
Aunque la realidad de los muchos años reunidos, nos impida ver largas perspectivas de futuro, el porvenir puede ser de horas, días o más y esa medida del tiempo hay que vivirla con todo el entusiasmo posible.
No debemos estar pendientes de los fantasmas del cuento de Dickens para que nos enseñen como debe ser nuestro comportamiento. Nuestros deseos para todos son que haya salud, paz, y mucha felicidad en compañía de nuestros seres más queridos
Balbino Lozano
En el clásico CUENTO DE NAVIDAD, de Charles Dickens, un anciano arisco que odia la Navidad recibe una noche la visita de tres fantasmas del pasado, el presente y el futuro que le harán cambiar su forma de ver las cosas.
El paso de los años acumula cantidad de experiencias vividas en los múltiples momentos que conforman el pasado de cada persona y este es su historial. En él se aglomeran alegrías y tristezas en proporciones que , algunas veces se inclinan más a lo malo que a lo bueno.
Cuando llega la Navidad, posiblemente porque se acaba cada año, sentimos tendencia a hacer balance de cómo nos ha ido, lo que condiciona que celebremos con mayor o menos alegría la llegada del Niño Dios.
Si en lugar de pensar en el pasado, viviéramos el presente con la ilusión que tiene el significado de una nueva vida, que nos trae esperanzas de paz y felicidad, disfrutaremos plenamente del momento de reunirnos con nuestros seres queridos, sintiéndonos dichosos por estar presentes en esta memorable ocasión.
Hay quienes se amargan la existencia porque quienes consideraba sus seres queridos se fueron de este mundo antes que él, o porque nunca tuvo seres queridos y culpa a la sociedad de su aislamiento.
Aunque la realidad de los muchos años reunidos, nos impida ver largas perspectivas de futuro, el porvenir puede ser de horas, días o más y esa medida del tiempo hay que vivirla con todo el entusiasmo posible.
No debemos estar pendientes de los fantasmas del cuento de Dickens para que nos enseñen como debe ser nuestro comportamiento. Nuestros deseos para todos son que haya salud, paz, y mucha felicidad en compañía de nuestros seres más queridos
Balbino Lozano
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