NUESTRA HISTORIA
Dragones de la Reina
Consecuencia de una de las famosas crecidas del Duero, vemos que en la zona conocida como la Puebla del Valle (hoy Barrios Bajos), había un cuartel militar que ocupaba el Regimiento de Dragones de la Reina.
Comenta don Cesáreo Fernández Duro, en sus Memorias Históricas de la Ciudad de Zamora que, en el año de 1786, el río Duero, que llevaba muchos años de quietud, salió de madre inundando la parte baja de la ciudad y los arrabales durante los días 23, 24 y 25 de febrero, subiendo tres palmos sobre el piso del Cuartel de Abajo, que tuvieron que abandonar los DRAGONES a toda prisa.
Añade el historiador que mucha gente quedó en la miseria, que ya se hacía sentir por la pertinaz sequía previa que asoló a los campos, y que luego, para mayor contraste, los inundaban las aguas del río desbordadas.
Aquel Regimiento de Dragones que ocupaba el Cuartel de Abajo en nuestra ciudad, era un Cuerpo militar de Infantería a caballo que había sido fundado por el rey Carlos III el 5 de junio de 1735.
Expertos en la genealogía militar explican que los Dragones nacieron como una suerte de Infantería montada capaz de ofrecer apoyo a la Caballería, es decir soldado que se desplaza a caballo y que combate a pie, concretando la definición: "Infantería montada a caballo".
Respecto del armamento y la montura del DRAGÓN, sus armas eran el mosquete o la pica, y tenían "el más chico caballo que se puede", de suerte que si hay necesidad de echar pie a tierra y dejar la cabalgadura no fuera grande la pérdida. "No llevaban botas ni espuelas porque servían más de daño que de provecho", aunque en grabados de la época se les ve calzados y con espuelas.
Aunque los Dragones de la Reina tuvieron una breve existencia, los regimientos de Dragones continuaron, como podemos ver en un escrito dirigido al Secretario de Guerra por el Inspector de Dragones, Diego Godoy, hermano de Manuel Godoy, Generalísimo y "Príncipe de la Paz", fechado en 2 de junio de 1800, decía:
"El dilatado tiempo de cuatro años prefijado para la duración de cada vestuario que se da a los Cuerpo de la Inspección a mi cargo, el mayor destrozo y deslucimiento de la ropa que causa el servicio de las caballerizas, que necesariamente se han de hacer a los vestuarios, para que pueda tirar hasta el cumplimiento de su señalada duración, son razones que han obligado siempre a los jefes que vigilan sobre la disciplina económica y buen trato del soldado, a discurrir cuanto ha sido dable en beneficio de la suerte de sus hombres a quienes el Rey aprecia y distingue tan señaladamente y aunque en esta especialísima parte del entretenimiento militar, ha producido varias mejoras el desvelo de los jefes, siempre ha quedado que desear ante la imposibilidad de remover los principales obstáculos que se oponían al logro del fruto de las más acertadas providencias. Estos obstáculos son por lo que respecta a los Dragones los colores amarillo y blanco, el primero antimilitar, y ambos antieconómicos, como VE se sirvió reconocerlo cuando tratando este asunto con el Rey, me concedió SM que propusiese nuevos uniformes para todos los Regimientos de Dragones de la Inspección de mi cargo; en cuya consecuencia, y habiendo procurado reunir el lucimiento con la economía, y demás ventajas que debe encontrar el soldado en su vestuario, he formado los adjuntos ocho modelos para igual número de Regimientos que es el total de los Dragones, y espero de VE se sirva presentarlos a SM confiando merezcan su aprobación."
Balbino Lozano
Consecuencia de una de las famosas crecidas del Duero, vemos que en la zona conocida como la Puebla del Valle (hoy Barrios Bajos), había un cuartel militar que ocupaba el Regimiento de Dragones de la Reina.
Comenta don Cesáreo Fernández Duro, en sus Memorias Históricas de la Ciudad de Zamora que, en el año de 1786, el río Duero, que llevaba muchos años de quietud, salió de madre inundando la parte baja de la ciudad y los arrabales durante los días 23, 24 y 25 de febrero, subiendo tres palmos sobre el piso del Cuartel de Abajo, que tuvieron que abandonar los DRAGONES a toda prisa.
Añade el historiador que mucha gente quedó en la miseria, que ya se hacía sentir por la pertinaz sequía previa que asoló a los campos, y que luego, para mayor contraste, los inundaban las aguas del río desbordadas.
Aquel Regimiento de Dragones que ocupaba el Cuartel de Abajo en nuestra ciudad, era un Cuerpo militar de Infantería a caballo que había sido fundado por el rey Carlos III el 5 de junio de 1735.
Expertos en la genealogía militar explican que los Dragones nacieron como una suerte de Infantería montada capaz de ofrecer apoyo a la Caballería, es decir soldado que se desplaza a caballo y que combate a pie, concretando la definición: "Infantería montada a caballo".
Respecto del armamento y la montura del DRAGÓN, sus armas eran el mosquete o la pica, y tenían "el más chico caballo que se puede", de suerte que si hay necesidad de echar pie a tierra y dejar la cabalgadura no fuera grande la pérdida. "No llevaban botas ni espuelas porque servían más de daño que de provecho", aunque en grabados de la época se les ve calzados y con espuelas.
Aunque los Dragones de la Reina tuvieron una breve existencia, los regimientos de Dragones continuaron, como podemos ver en un escrito dirigido al Secretario de Guerra por el Inspector de Dragones, Diego Godoy, hermano de Manuel Godoy, Generalísimo y "Príncipe de la Paz", fechado en 2 de junio de 1800, decía:
"El dilatado tiempo de cuatro años prefijado para la duración de cada vestuario que se da a los Cuerpo de la Inspección a mi cargo, el mayor destrozo y deslucimiento de la ropa que causa el servicio de las caballerizas, que necesariamente se han de hacer a los vestuarios, para que pueda tirar hasta el cumplimiento de su señalada duración, son razones que han obligado siempre a los jefes que vigilan sobre la disciplina económica y buen trato del soldado, a discurrir cuanto ha sido dable en beneficio de la suerte de sus hombres a quienes el Rey aprecia y distingue tan señaladamente y aunque en esta especialísima parte del entretenimiento militar, ha producido varias mejoras el desvelo de los jefes, siempre ha quedado que desear ante la imposibilidad de remover los principales obstáculos que se oponían al logro del fruto de las más acertadas providencias. Estos obstáculos son por lo que respecta a los Dragones los colores amarillo y blanco, el primero antimilitar, y ambos antieconómicos, como VE se sirvió reconocerlo cuando tratando este asunto con el Rey, me concedió SM que propusiese nuevos uniformes para todos los Regimientos de Dragones de la Inspección de mi cargo; en cuya consecuencia, y habiendo procurado reunir el lucimiento con la economía, y demás ventajas que debe encontrar el soldado en su vestuario, he formado los adjuntos ocho modelos para igual número de Regimientos que es el total de los Dragones, y espero de VE se sirva presentarlos a SM confiando merezcan su aprobación."
Balbino Lozano




















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