Correos no corre tanto

Leo en un digital de ámbito nacional que la situación financiera del Servicio de Correos es dramática. El antiguo servicio de distribución postal tiene más de 50.000 empleados y pierde en la gestión de sus cometidos más de 200 millones de euros al año. El Servicio de Correos se creó en 1716 bajo el reinado de Felipe V como una empresa pública para centralizar y mejorar el servicio de reparto postal en todo el país. Mucho ha llovido, más de 300 años, y las cartas han dado paso al correo electrónico en gran parte... ¿Y qué ocurre? ¡Qué Correos no corre tanto, y su Servicio ya sirve menos! Uno, con “mentalidad medio moderna”, y vocación de servicio público, piensa que más de 2.000 oficinas que hay en España podían dar mucho juego a la ciudadanía si se emplearan para comodidad de los ciudadanos : me refiero a que podrían utilizarse para ofrecer información sobre las diversas Administraciones Públicas y sobre todo facilitar los trámites administrativos, disminuyendo la carga burocrática que representa el día a día de la empresa o del ciudadano, sobre todo en esos municipios del ámbito rural. Su gran capilaridad en el territorio nacional puede aprovecharse como Servicio al Ciudadano si las entrañables oficinas pudieran utilizarse como receptores de documentación oficial, reconociéndose como registros, y como tramitadores iniciales de expedientes, máximo si utilizan las propias aplicaciones informáticas de la Administración en general, cosa que a los particulares les resulta generalmente demasiado complejo. El Servicio de Correos está vivo. La última vez que leí algo sobre sus cifras vi que se realizaron casi dos millones de envíos de cartas y aproximadamente un millón de envíos de paquetería. El volumen de cartas va disminuyendo, aunque la paquetería aumenta, pero con mucha competencia de las empresas particulares de mensajería. Gran cosa sería que las Oficinas de Correos fueran un puente de acercamiento a la Administración y solucionadoras de problemas burocráticos, ya que pienso que tienen gente muy profesional, y es que sólo hace falta que los que mandan nos manden menos cartas de propaganda del Gobierno, y piensen más en el ciudadano de a pie... ¡Eh! ¡Qué somos muchos!