NUESTRA HISTORIA
Alfonso XII, de Sandhurst a Zamora
El manifiesto de Sandhurst fue un manifiesto de carácter político firmado el 1 de diciembre de 1874 por el entonces príncipe Alfonso de Borbón mientras se encontraba en el exilio. En el documento mostraba su disposición para convertirse en rey y partidario de una monarquía parlamentaria.
Alfonso XII era hijo de la reina Isabel II de España y había cumplido 17 años el día 28 de noviembre de 1874. Se encontraba exiliado tras la revolución de 1868 que destronó a su madre. Había estudiado en varios países y terminó su formación en la Academia Militar Británica de Sandhurst.
Decía su manifiesto: "Por virtud de la espontánea y solemne abdicación de mi augusta madre, tan generosa como infortunada, soy el único representante yo del derecho monárquico en España. Huérfana la Nación ahora de todo derecho público y privada de sus libertades, natural es que vuelva los ojos a su acostumbrado derecho constitucional y a aquellas libres instituciones que ni en 1812 le impidieron defender su independencia ni acabar en 1840 otra empeñada guerra civil.
Afortunadamente la monarquía hereditaria y constitucional posee en sus principios la necesaria flexibilidad para que todos los problemas que traiga su restablecimiento consigo queden resueltos de conformidad con los votos y la convivencia de la nación.
No hay que esperar que decida yo nada de plano y arbitrariamente; sin Cortes no resolvieron los negocios los príncipes españoles allá en los antiguos tiempos de la monarquía. Por mi parte, debo al infortunio estar en contacto con los hombres y las cosas de la Europa moderna, y si en ella no alcanza España una posición digna de su historia, culpa mía no será ahora ni nunca.
Sea lo quiera mi propia suerte, no dejaré de ser buen español, ni buen católico, ni, como hombre del siglo, verdaderamente liberal.
Terminó su formación en la Academia Militar británica de Sandhurst, lugar donde formó el 1 de octubre de 1874 este texto.
Cuando el General Martínez Campos proclamó rey a Alfonso XII, Cánovas rápidamente asumió en Ministerio-Regencia a la espera de la llegada del Rey. El Texto se redactó en 1874, año en que terminó la I República y se inició la etapa conocida como la RESTAURACIÓN de los Borbones.
Alfonso XII vino a Zamora en la tarde del 10 de septiembre de 1877, acompañándole alto personal de palacio, el presidente del Consejo de Ministros, don Antonio Cánovas del Castillo, el Ministro de Fomento, Conde de Toreno, Directores de Obras y de Instrucción Pública, diputados y senadores de la provincia , autoridades del Distrito y gran número de personas allegadas a la Corte y al Gobierno.
La estación del ferrocarril estaba vistosamente adornada, la muchedumbre llenaba las alturas contiguas. La comitiva marchaba por carretera preparada hasta la Puerta de Santa Clara y de allí a la Plaza de la Yerba (hoy Sagasta) donde se alzaba un magnífico arco triunfal formado con atributos y productos de la agricultura. Otro arco, de flores, se había levantado en la Plaza del Hospital, frente al Hospicio, y en el patio de este establecimiento esperaban las Comisiones de Ayuntamientos de toda la provincia. Llegada la Comitiva a la Catedral, se cantó un solemne Te Deum, después del cual pasó SM al Palacio Episcopal donde estaba dispuesto su alojamiento.
Dos días permaneció SM en nuestra ciudad visitando edificios públicos, instituciones y monumentos, compartiendo con los zamoranos su tiempo. Firmó un decreto acordando dar Al Ayuntamiento el tratamiento de Excelencia.
Balbino Lozano
El manifiesto de Sandhurst fue un manifiesto de carácter político firmado el 1 de diciembre de 1874 por el entonces príncipe Alfonso de Borbón mientras se encontraba en el exilio. En el documento mostraba su disposición para convertirse en rey y partidario de una monarquía parlamentaria.
Alfonso XII era hijo de la reina Isabel II de España y había cumplido 17 años el día 28 de noviembre de 1874. Se encontraba exiliado tras la revolución de 1868 que destronó a su madre. Había estudiado en varios países y terminó su formación en la Academia Militar Británica de Sandhurst.
Decía su manifiesto: "Por virtud de la espontánea y solemne abdicación de mi augusta madre, tan generosa como infortunada, soy el único representante yo del derecho monárquico en España. Huérfana la Nación ahora de todo derecho público y privada de sus libertades, natural es que vuelva los ojos a su acostumbrado derecho constitucional y a aquellas libres instituciones que ni en 1812 le impidieron defender su independencia ni acabar en 1840 otra empeñada guerra civil.
Afortunadamente la monarquía hereditaria y constitucional posee en sus principios la necesaria flexibilidad para que todos los problemas que traiga su restablecimiento consigo queden resueltos de conformidad con los votos y la convivencia de la nación.
No hay que esperar que decida yo nada de plano y arbitrariamente; sin Cortes no resolvieron los negocios los príncipes españoles allá en los antiguos tiempos de la monarquía. Por mi parte, debo al infortunio estar en contacto con los hombres y las cosas de la Europa moderna, y si en ella no alcanza España una posición digna de su historia, culpa mía no será ahora ni nunca.
Sea lo quiera mi propia suerte, no dejaré de ser buen español, ni buen católico, ni, como hombre del siglo, verdaderamente liberal.
Terminó su formación en la Academia Militar británica de Sandhurst, lugar donde formó el 1 de octubre de 1874 este texto.
Cuando el General Martínez Campos proclamó rey a Alfonso XII, Cánovas rápidamente asumió en Ministerio-Regencia a la espera de la llegada del Rey. El Texto se redactó en 1874, año en que terminó la I República y se inició la etapa conocida como la RESTAURACIÓN de los Borbones.
Alfonso XII vino a Zamora en la tarde del 10 de septiembre de 1877, acompañándole alto personal de palacio, el presidente del Consejo de Ministros, don Antonio Cánovas del Castillo, el Ministro de Fomento, Conde de Toreno, Directores de Obras y de Instrucción Pública, diputados y senadores de la provincia , autoridades del Distrito y gran número de personas allegadas a la Corte y al Gobierno.
La estación del ferrocarril estaba vistosamente adornada, la muchedumbre llenaba las alturas contiguas. La comitiva marchaba por carretera preparada hasta la Puerta de Santa Clara y de allí a la Plaza de la Yerba (hoy Sagasta) donde se alzaba un magnífico arco triunfal formado con atributos y productos de la agricultura. Otro arco, de flores, se había levantado en la Plaza del Hospital, frente al Hospicio, y en el patio de este establecimiento esperaban las Comisiones de Ayuntamientos de toda la provincia. Llegada la Comitiva a la Catedral, se cantó un solemne Te Deum, después del cual pasó SM al Palacio Episcopal donde estaba dispuesto su alojamiento.
Dos días permaneció SM en nuestra ciudad visitando edificios públicos, instituciones y monumentos, compartiendo con los zamoranos su tiempo. Firmó un decreto acordando dar Al Ayuntamiento el tratamiento de Excelencia.
Balbino Lozano




















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